TerrorTrump
El apodo de Terror a Trump es el que hace redonda a la empresa imperialista, pues el actor cumple en su decadencia personal y la de sus amos con sus principios de clase, exteriorizando sin recato su odio al resto del mundo. Los pueblos ven su presente lleno de los obstáculos que produce TanatosTrump, un Tanatos violento e iracundo que los/nos condena al hambre y la sed, conforme roba la materia natural para crear energía material. La historia graba eternamente el nombre de cada criminal y el de Trump brilla como si fuese de ese oro que tanto ansía para ponerse en sus hoteles, casinos y torres de Babel.
No hay Ley, Acuerdo Tratado, diálogo de paz que respete, y sus mismas declaraciones son insultos, amenazas, o, si no, engaños imitando el zureo de las palomas mientras corre como una cucaracha rubia: “voy a construir la paz”, y lo último es escupir su verbo de aranceles a todos los que acuerden seguir trabajando por un mundo más justo en los BRICS, otro 10% de castigo.
TerrorTrump, el Tanatos facineroso, el mafioso narcisista, el más incapaz de entender lo táctico y lo estratégico, del grupo de multimillonarios que impone su ley al mundo, es el charlatán más vacío, y quizás por eso el que gargagea con ruido más amenazante y violento que ha pasado por el siglo XXI, y veremos si lo es también el más despreciable de la Historia. Parece que quiere dejar huella de agente inhumano. Bajo su cuero cabelludo no hay ninguna pregunta, se diría que es algo así como su barriga, almacena marcas comerciales, dólares ficticios en grandes cantidades que no le compran, como sus bonos que nadie quiere, imágenes de fábricas de armas, ya superadas por China, Rusia e Irán, y el cartel propagandístico “Voy a hacer grande a EEUU”, aunque le debe picar el trasero, que ha exigido que le besen, porque tiene en todo ese espacio inflado mucho óxido, el de sus zonas industriales que se derrumban a lo largo del país. Mientras, los campos se le arruinan a causa de la persecución de los inmigrantes que hasta ahora ponían los alimentos recogidos en los supermercados de ciudades gringas. A la vista del mundo se levantan los BRICS, encuentro, trato entre iguales, medios financieros que no controlen los que se esconden a las espaldas del mafioso narcisista, no interferencia en la vida de los pueblos, cumplimiento de acuerdos y apoyo entre unos y otros, mientras enfrente el facineroso TT anuncia como obra suya la creación de una prisión para inmigrantes rodeada por fosos infectados de cocodrilos y serpientes. TerrorTrump quiere probar su campo de concentración para los pobres, tiene la idea de comercializar semejante crueldad a todos aquellos que consiga someter.
Los BRICS tienen la posibilidad de sacar a flote a quienes valientemente y con un sistema ejemplarmente heroico, han compartido con los más necesitados del mundo lo que tienen, me refiero a Cuba, ejemplo de resistencia al imperio, desde aquel memorando del asesino Mallory al del Terrorista que se vanagloria, por ejemplo, de asesinar dirigentes políticos y militares de Irán, y se enfurece porque la isla del Caribe que tiene la frente alta, aun sigue dispuesta a dar ejemplo de humanidad y hoy ha encontrado en México a una presidenta que comprende el valor del pueblo cubano, y por eso ha dispuesto romper el terrorista bloqueo enviando petróleo y gasolina diariamente. Que haya más países rompiendo el bloqueo y palidecerán TerrorTrump y sus secuaces. Todos a celebrarlo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.