André Abeledo Fernández •  Opinión •  10/07/2025

El ser o no ser de la izquierda, esa es la cuestión

En la izquierda no se trata de ser más o menos puros, es más bien un «ser o no ser, esa es la cuestión», es entender que «la moderación y las medias tintas son la antesala de la traición» como dijo el Che Guevara.

La autoproclamada nueva izquierda de redes sociales e ideas fuerza no es radical, en el sentido correcto, un radical es la persona que va a la raíz de los problemas, no se conforma con el maquillaje, con las buenas intenciones, con las leyes en papel mojado que finalmente nadie cumple, con la humillante caridad y la limosna que no busca acabar con la pobreza sino hacerla algo más soportable.

Lo que hay que exigir son más derechos, la negociación del llamado pacto social es una gran mentira, es el pacto de los pasos atrás para la clase trabajadora, de la disculpa del mal menor que nos hace retroceder hacia el precipicio. Un gobierno de izquierdas debe legislar para arrancar esos derechos al poder y recortar sus privilegios, trabajar para una verdadera justicia social y un verdadero Estado del bienestar compartiendo trinchera con la clase trabajadora y no jugando a ser arbitro de un partido amañado donde siempre ganan los mismos.

La izquierda se debe organizar y debe ser capaz de movilizar a la clase trabajadora, la izquierda está para decirnos las verdades, por muy duras que sean, y dejar de tratarnos como a niños subnormales, como personas incapaces de entender lo que ocurre, eso es lo mismo que hace la derecha.

Para transformar la sociedad hay que educarla y tratarla con respeto, y para respetar es necesario decir siempre la verdad y no decir solo la parte que interesa, las medias verdades o las grandes mentiras.

«Decir la verdad es siempre un acto revolucionario».


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