Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comunidad de Madrid (FAMCM) •  Opinión •  09/01/2019

Respuesta feminista en Madrid a los ataques de la ultraderecha trasnochada

Era de esperar, como diría Susan Faludi en su obra, “La reacción” de la extrema derecha ante los adelantos de las mujeres conquistados por el Movimiento Feminista.

Estos episodios ya son tradicionalmente conocidos, las radicales rabietas del patriarcado que ve mermado su poderío ante el creciente empoderamiento de las mujeres en los ámbitos decisivos, y sobre todo hacia una libertad sexual autónoma de la masculina, que no pueden controlar y someter a sus designios y caprichos.

Y arremeten contra las familias españolas alejadas de su concepto de “virtuosidad”, la imagen de la Santa Familia y casada como Dios manda. Nos estamos refiriendo a los capítulos del programa electoral “Familia, demografía y natalidad” moral neo nacionalcatolica de Vox, mientras sus compañeros de viaje, PP y Cs, comulgan junto a ellos los días de guardar y desvían la mirada hacia otro lado calculado la rentabilidad que podrían sacar del auge feminista.

Aspiran a restablecer el medievo mediante un Ministerio de la Familia de identidad cristiana de Europa, para preservar a la familia tradicional de los modelos laicos y diversos de familia que los derechos afectivo-sexuales y reproductivos de las mujeres por fin han evidenciado, ¿ por ello quieren expulsar el Islam de España ?, y anhelan defender la vida “desde la concepción hasta la muerte natural”, por ello pretenden eliminar la sanidad pública universal.

Los artículos dedicados a las familias numerosas en el programa son innumerables, porque, según su criterio, las mujeres estamos destinadas a parir sin parar, pero niegan los derechos y la protección familiar a los numerosos hijos e hijas de madres solteras o solas, que dilema… y mientras farfullan: “… aquellas propuestas que provienen de la izquierda sobre monoparentalidad y parejas de hecho”, “la familia natural, es decir, la formada entre hombre y mujer.., ningún otro tipo de unión será equiparada a la de dicha familia”, negando la realidad de las parejas y matrimonios del mismo sexo en España, pero ¡ay!, no se atreven con el matrimonio igualitario, ¡que se pueden perder muchos votos!, eso si, el cambio de sexo fuera de la sanidad pública, que puede arruinar las arcas ese gran volumen de solicitudes diarias que toda la población presenta.

Sin remilgos afirman que equiparar parejas y matrimonio hace “que se pierda la esencia de lo que es un matrimonio y una familia”, que no lo que es su matrimonio y su familia, despreciando la vida de miles de familias por no ser matrimonios, aunque no lo exija la Constitución Española. Por otra parte, mas de la mitad de las familias homoparentales y homomarentales si que son matrimonios, algunas de ellas numerosas, pero no tienen espacio entre sus líneas, y deciden desde su mundo ideal de heterosexualismo, que los menores tienen derecho a ser educados en la forma en que sus padres (que no madres) decidan, de acuerdo a las creencias o preferencia familiares, como medidas de protección a la infancia, pero si reconocer a sus familias.

Mas no hay duda que las mujeres son su deseo, el objeto de un proyecto de dictadura patriarcal que devolverá a la mitad de la población a su situación de servidumbre, para que la otra mitad, en nombre del Estado, viva como Dios (manda).

Y para ello es necesario, primer paso, derogar la Ley contra la violencia de género, y por supuesto, la Ley del derecho al aborto, segundo, suprimir las cuotas por sexo ante todo en las listas electorales, tercero, conseguir la identificación popular del feminismo como enemigo natural de su proyecto político, a fin de legitimar la supresión de los “organismos feministas radicales subvencionados” culpables del «hembrismo” y de la «dictadura de género», que se oponen, entre otras, a una custodia compartida de los hijos e hijas «como regla general», es decir, como norma impuesta. Y cuarto, la implantación de la ideología del buenismo, como el reconocimiento del trabajo de las mujeres dedicadas a la maternidad a tiempo completo, otorgando pensiones crecientes en función del número de hijos e hijas, un guiño a asumir la vuelta al hogar y los cuidados.

Y es que su ideología, no es otra cosa que pataleta política por recuperar privilegios machistas de antaño, nostalgia de lo que perdieron hace años.

¡ Por nuestros derechos, ni un paso atrás!


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