El Partido Popular no puede regenerar nada, como mucho puede degenerar aún más todo

El Partido Popular es un partido condenado por corrupción, nacido de Alianza Popular, un partido fundado por el exministro franquista Manuel Fraga y que nació del franquismo, es una organización corrupta desde su raíz y podrido de nacimiento, fundado para cumplir con el deseo del dictador Francisco Franco de dejar todo atado y bien atado.

Podemos ver a la ex FALANGISTA Isabel Díaz Ayuso hablando de delincuentes, la verdad no dudo de sus conocimientos sobre el tema, ¿quien puede saberlo mejor que ella?, que los tiene en la familia, en el partido, y en el ADN. Ayuso hablando de amor a España, que no a los españoles, porque lo del protocolo de la vergüenza, de la eugenesia de más de 7200 ancianos dejados morir en la más absoluta soledad y abandono en las residencias de Madrid es la demostración máxima de falta de empatía, y de amor a la humanidad.

Podemos ver a Feijóo dando lecciones de ética y moral como si conociese el significado de esas palabras, supongo Marcial Dorado debe de estar alucinando con la cara dura de su buen amigo, y la hermana de Feijóo estará partiéndose de risa con la retranca gallega de su hermano después de todas las adjudicaciones a dedo a la empresa donde trabaja y del enriquecimiento de él mismo y de toda su familia gracias a su paso por la política. El PP gallego siempre ha tenido esa especial relación con los narcos y con el caciquismo.

Podemos ver a Miguel Tellado como el ejemplo vivo del personaje de «O porco de pé», la novela de Vicente Risco. El típico de cambio fácil de chaqueta, cacique de pueblo a la vieja usanza, incapaz de sentir vergüenza porque no la conoce, que entiende la política como una forma de vida, de darse una buena vida sin trabajar, de profesión defensor de lo indefendible y mentiroso profesional. Capaz de empezar su carrera política en el nacionalismo gallego en el BNG y pasarse al PPdeG, pera luego venirse con Feijóo a dirigir el PP en Madrid.

Un PP que necesita ir de la mano de VOX, un Feijóo que necesita a Santiago Abascal, el hombre más vago de España con más hijos que días cotizados a la seguridad social, el hombre que defiende el servicio militar después de haber agotado todas las prórrogas para no tener que hacerlo, el divorciado defensor de la familia tradicional, el azote de los chiringuitos que lleva viviendo de la política desde los 25 años, empezó de concejal del PP para que después Esperanza Aguirre le pusiese su chiringuito a medida en el PP como hizo con la FALANGISTA Isabel Díaz Ayuso. El mismo Abascal que se llevó a lo peor del PP para montar un VOX financiado desde la oposición irán, desde la Hungría de Viktor Orbán, y desde los empresarios más fascistas del Estado español.

Estos viejos males de la herencia del franquismo son los que vienen a regenerar la política, jodidos vamos.