Una Extremadura digna •  Opinión •  08/07/2022

Décadas de políticas que han empobrecido el mundo rural Extremeño

En las Jornadas informativas «Cuidemos Extremadura» que mantuvimos el 2 de julio en Madrigal de la Vera (Cáceres) quedó manifiestamente claro que es necesario conseguir la participación del pueblo trabajador extremeño contra la dominación y opresión a la que estamos sometidos.
El sistema de explotación golpea de múltiples formas a las capas asalariadas, autónomos, pequeños empresarios, agricultores y jubilados de nuestra región.
El abandono generalizado de nuestros territorios se incrementa y se pone de manifiesto en las carencias de los elementos necesarios para que la gente pueda tener un bienestar adecuado, en los empleos temporales y precarizados, en los raquíticos recursos sanitarios, educativos y de ayudas a las personas mayores, en las burocracias administrativas por falta de empleos públicos, etc.
Sin embargo, de manera hipócrita y cínica las diferentes administraciones locales, provinciales, regionales y estatales de la democracia burguesa aprueban en sus parlamentos unos teóricos objetivos de desarrollo, acuerdos y normativas que regulan los comportamientos para  el sostenimiento del mundo rural..
La realidad es bien diferente por unas cosas u por otras el empobrecimiento generalizado se adueña de nuestras localidades. Este desprecio por el mundo rural encuentra su razón de ser en que quienes controlan la economía y la política tienen interés en que la gente se vaya del mundo rural, quieren que la gente abandone los pueblos, y por tanto, no destinan dinero a que haya recursos de calidad y la gente mantenga su vida adecuadamente en los pueblos.
La crisis del capitalismo es de tal magnitud que necesita de todos los recursos para mantener sus beneficios, disponer de la tierra y de los recursos naturales, controlar las producciones alimentos, las materias primas forestales, las extracciones de minerales, la producción de la electricidad, etc.
La única manera de evitar el despoblamiento del mundo rural y cambiar las estructuras políticas, económicas y sociales que oprimen a nuestras poblaciones y territorios es con la unidad y la movilización de todas las personas  que sufren estas condiciones de saqueo y opresión.
En este sentido, hacemos un llamamiento a las luchas contra la explotación salarial y contra la apropiación de los productos de nuestro trabajo. Está claro, que mientras las grandes empresas dominen el mundo, dominen los gobiernos y controlen los estados será imposible acabar con la explotación y el saqueo de nuestros territorios.

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