Miedos y susurros
La memoria es el lugar donde los seres humanos depositamos el legado de nuestras experiencias para extraer referentes que guíen nuestra acción, comportamiento y proyectos de futuro. Y esto es tanto a escala individual como colectiva. Por ello la memoria histórica debe conservarse y advertirnos, para conocer las causas colectivamente, en la medida de lo posible, de situaciones similares a las vividas. Evitar a que no den lugar a resultados negativos y a veces catastróficos. Tal es el caso de nuestra Guerra Civil cuyo inicio está próximo a cumplir su efeméride nonagenaria el próximo año. Los que no la vivimos, pero conocemos que la sufrieron nuestros padres y familiares cercanos, como es mi caso, no nos quedamos en hacer una mera referencia divulgativa, sino indagar sobre las situaciones vividas en la postguerra, (yo nací en el año 1949, diez años después de su aparente finalización), no conformándonos con las explicaciones oficialistas del régimen hasta la muerte del dictador, va hacer ahora cincuenta años. Tampoco solo con los trabajos históricos, más rigurosos, pero que por la gran extensión y diversidad de las secuelas dejadas en los cientos de familias que la sufrieron, no alcanzan a detallar con más profundidad las situaciones por las que pasaron cada uno de las personas más destacadas.
En mi película-documental: “DERROTADOS, REPRESALIADOS, HUÍDOS Y EXILIADOS” fruto de un trabajo de cincuenta años, he procurado acercarme a ellos y tratar de explicar y documentar qué sucedió con mis trece familiares, entre ellos mi padre y mi madre, profundamente comprometidos e implicados en su heroico comportamiento en la defensa de la República legalmente constituida, contra la barbarie criminal golpista en España, en una difícil época caracterizada por el avance del fascismo en Europa.
He intentado contar, que por este hecho tuvieron que salir de su pueblo, Obejo en la provincia de Córdoba, forzados a dispersarse, como los trozos de una bomba de metralla; unos a la muerte y otros por Campos de Trabajo para Extranjeros CTE de Francia y Alemania en los campos de concentración nazis; La mayoría de ellos por las cárceles y penales franquistas. No solo sufrieron la represión en sus carnes, sino que hubo varios años en algunos casos, en que cada uno no conocía el paradero de los otros doce. Por ello mi objetivo durante estos años ha sido investigar para conocer y hacer un relato único que les pudiera dar un sentido a la causa por la que lucharon y pasaron tantas calamidades. Después del fallecimiento de mis padres, he ido consiguiendo cuantos documentos, fotografías y relatos orales de mis tíos, primos mayores y otra familia antes de su muerte.
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, pero yo creo que lo ignoto por el miedo, la cautela y el silencio, también. Estos han provocado mi continuo interés desde que yo era pequeño. ¿Por qué cuando mis tíos, padrinos u otra familia venían a visitarnos a nuestra vivienda, o nosotros a las suyas, había algunos momentos en que hablaban en voz baja y sorda, como en susurros? ¿Qué había pasado en mi familia que nadie me contaba?. Desde que mi madre, después de mi casamiento y emancipación, me entregó un saquito que envolvía un legajo de antiguas fotografías, algunas con dedicatorias en el reverso y deterioradas viejas cartas y cuadernos, comencé la investigación del enigma de la razón del silencio familiar. Me ha servido de ayuda los datos conseguidos en el Archivo Provincial de Córdoba y en la aplicación informática CONCORD desarrollada por el equipo de la Memoria Democrática de la Universidad de Córdoba, dirigida por el profesor Francisco Acosta. Igualmente los libros y documentos, referidos a la Guerra Civil en la provincia de Córdoba, publicados por los profesores de Historia: Francisco Moreno Gómez, Antonio Barragán Moriana, Arcángel Bedmar González y Rafael González Requena. Sin olvidar la ayuda de mi hijo el Doctor Ingeniero David Barrios, el Sociólogo de la Universidad de Granada Francisco Carrión, el Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla Juan Francisco Coca, ambos del Equipo Técnico que está haciendo las exhumaciones de las personas asesinadas y enterradas en el Cementerio de la Salud, y a mi sobrina francesa Christine Andreu, profesora del Instituto Pablo Picasso de Toulouse. Finalmente, no quiero dejar de citar el apoyo recibido de mis amigos Antonio Deza Romero, Presidente de LA ASOCIACIÓN MEMORIALISTA “DEJADNOS LLORAR”, y Javier Toledano, Profesor de la Universidad por sus apoyos en la divulgación.
Creo que con esta película-documental: DERROTADOS, REPRESALIADOS, HUÍDOS Y EXILIADOS, con aportación de memoria oral, acompañada con otras referencias documentales históricas, que intenta narrar, lo más preciso posible, los hechos acaecidos en el entorno de mi familia, lo que se denomina la intrahistoria, quizá haya podido dar algunas respuestas.
