José Enrique Centén Martín •  Opinión •  06/05/2020

¡Prohibido prohibir!

Aquel grito de libertad del 68 lo ha puesto en vigor los retrógrados

El Congreso de los Diputados es el único soberano para establecer el alcance y las condiciones del Estado de Alarma y su prorroga. El Gobierno no lo impuso, fue consensuado con las fuerzas políticas, pero mañana día 6 de mayo este gobierno puede ser un testigo impotente de la desidia de algunos partidos en atajar definitivamente la pandemia que afecta a la Nación, todo por intereses partidistas de distintos signos, a los que se han sumado determinadas CC AA, si el Congreso votase en contra de la Prórroga del Estado de Alarma, no se podrá limitar los movimientos de la población para mantener el cierre de comercios, de circulación y de reunión. Pero hoy esta circunstancia es una paradoja, los congresistas no están, solo los portavoces que actúan de forma, digamos dictatorial, porque la salud de España está por encima de los partidos políticos y deberían de votar todos los congresistas, ninguno se salva de tener alguien afectado, si no fallecido.

Pero a esos portavoces solo les interesa satisfacer a sus protectores financieros, Banca, CEOE, IBEX35 que solo hablan del vil metal, sin poner recursos para salvar la vida de la población, que son ellos si no tienen a nadie para sus fábricas o para que compren sus productos, ciertos dirigentes del PSOE anterior y del PP actual nada dicen de los 100.000 millones dados a la banca y pagados por muchos de los 25.000 fallecidos y que seguimos pagando el resto de los asalariados y jubilados. Otros que solo hablan de la devolución de competencias a su Comunidad como arma propagandística, dicen estar hartos de la tutela e imposición centralista, quieren volver a tener todas las competencias, competencias limitadas únicamente, según el Real Decreto 463/2020,  en su artículo 12.2  donde destaca las  competencias en esta crisis del Covid-19: Sin perjuicio de lo anterior, las administraciones públicas autonómicas y locales mantendrán la gestión, dentro de su ámbito de competencia, de los correspondientes servicios sanitarios, asegurando en todo momento su adecuado funcionamiento. 

Con el rechazo a ampliar la Prórroga del Estado de Alarma dejará de estar en vigor no solo las pautas en Sanidad también las medidas de confinamiento, los límites a la actividad económica a expensas de que cada una de las comunidades autónomas que decidirá si aprueba las mismas u otras diferentes. Cada comunidad tomará sus propias decisiones, entrando en contradicciones a su discurso del centralismo nacional, porque podrían volver a la situación con el primer aviso de la pandemia, y decretar confinamientos de poblaciones concretas, como ocurrió con Igualada (Barcelona) o Labastida (Álava) al inicio de la emergencia sanitaria, o el desconfinamiento según determinen los intereses de económicos en lugar de sociales, en definitiva, trocan el centralismo del Estado por un centralismo Autonómico, coartando libertades a sus propios vecinos. Y si no toman esa decisión están abriendo las puestas para que el COVID-19 campe a sus anchas, porque la libertad de circulación seguiría en vigor en el conjunto del país, pudiendo rebrotar la virulencia en provincias limítrofes con su Comunidad o de su propia Comunidad. Pongamos ejemplos que es más fácil de entender, las grandes poblaciones de cada Comunidad tendrán vía libre para ir donde quiera, en Andalucía, Huelva, Cádiz y Almería, están consideradas las menos afectadas, pero el descontrol puede en estos lugares aumentar los contagios por personas desplazadas los fines de semana a la costa o segundas viviendas. Madrid y Barcelona las dos capitales con más casos de contagios, también pueden contagiar a otras poblaciones por desplazamiento a segundas residencias, y este próximo fin de semana el puente de mayo de Madrid puede ser una operación salida al Levante u otras provincias, como lo fue el primer día de poder salir de casa tras 45 días de confinamiento y no es culpa de los madrileños, barceloneses o sevillanos, es culpa de los dirigentes de sus Comunidades.


Opinión /