Marisa Ruiz •  Opinión •  05/02/2018

Si bebes no conduzcas, si quieres que se cumplan tus derechos no votes al PP. Yo no voto a la corrupción!!

Yo no voto a quien hace uso del cargo que tiene para ejercer la corrupción de forma desmedida sumiendo al pueblo español en la peor de las desdichas, yo no voto a la mafia que utiliza el dinero de cada uno de los españoles para rescatar a bancos que previamente han dejado en la calle a cientos de familias tras haberlas convencido de ciertas ventajas que no suponían más que un robo a gran escala, yo no voto a delincuentes vestidos de traje y corbata que destruyen pruebas que demuestran las tramas de corruptela que ejecutan, yo no voto a embusteros que tienen la poca vergüenza de afirmar ante las cámaras (Fátima Bañez, ministra de trabajo)que el empleo en este país mejora cuando el paro registrado sube de forma desorbitada hasta niveles extremos.

Yo no estoy dispuesta a callar, no estoy dispuesta a seguir la línea de banderas e himnos estúpidos que nos anclan en una precariedad infinita, no estoy dispuesta a continuar las pautas que establecen un maldito gobierno que atenta contra cada uno de los derechos que nos corresponden como ciudadanos. No, yo no apoyo la desigualdad de clases que persiste en este país y que ha sido creada por el arduo fascismo que nos lidera desde hace más de 80 años pero con un nombre diferente, no estoy de parte del esclavismo legalizado que supone trabajar por dos o tres euros la hora «y si no te interesa ahí tienes la puerta que detrás de ti hay muchos esperando para el puesto´´, no estoy a favor de  la privatización de la sanidad que supone una vez más que es el dinero el protagonista de una sociedad en declive dejando a la clase obrera sin ningún tipo de amparo y haciendo del artículo 43 de la constitución española una mentira más en este círculo vicioso de corrupción, señores…¿No querían Constitución? Respétenla.

Jamás podré apoyar a un gobierno que desea privatizar la educación para que tan solo una cierta parte de los españoles pueda estudiar mientras a la otra la convierten en siervos sumisos de pijos arrogantes sin ningún tipo de criterio que piensan que el dinero puede comprarlo todo, no, no estoy a favor de este clasismo ridículo y cargante  que declina a la clase obrera a la indigencia y mendicidad mientras hace dueños de todo a los que poseen un  mayor poder adquisitivo pero cuyo cerebro no es más que el órgano atrofiado de un ser que no sabe ni exponer dos frases seguidas con un poco de coherencia y sentido.

No apoyaré a un partido cuyo uno de sus componentes afirmó que son más importantes las camas en los hoteles que en los hospitales, como dijo Jesús Váquez Almuiña, no votaré por Cospedal, la que reitera que la gente hace cola en comedores sociales porque no sabe cocinar, no votaré por quien ha dejado ciega, sorda, y muda a la justicia sin que pueda ejercer la labor que corresponde haciendo a su vez que el artículo 14 de la constitución española sea otra mentira más de este imperante régimen dictatorial y analfabeto, no votaré por quien prefiere declinar ingentes cantidades de dinero para solventar guerras estúpidas mientras el índice de la pobreza infantil en este país alcanza el 40%, no votaré por quien privatizó un derecho tan básico como es la electricidad contribuyendo a que haya subido en un 80% desde ese momento y dejando a familias enteras sin poder calentarse en pleno invierno a temperaturas bajo cero.

No, no votaré por una partido cuya concejalía de igualdad es incapaz de hacer nada al respecto contra la violencia de género ni de denunciar comentarios como estos: «La violencia machista está justificada porque ellas piden el divorcio´´(arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez), «Hay que quitarles el voto a las mujeres porque últimamente hacen lo que quieren y piensan por su cuenta´´(Monseñor Juan Antonio Reig Pla, arzobispo de Alcalá de Henares). No puedo votar a un partido en el que uno de sus simpatizantes, Alfonso Merlos, solo sirve para combinar el color de su camisa con el de la correa de su pantalón mientras afirma: «Pienso firmemente que la gente con bajos ingresos y /o obreros no deberían de votar´´, estas palabras se pueden considerar un atentado contra la dignidad humana. No se puede apoyar a un partido político cuyo portavoz (Rafael Hernando) se ríe y se burla de las víctimas del franquismo e insinúa que las familias afectadas solo les preocupa el dinero de las subvenciones  mientras él cobra en un mes ordinario 3.466 euros brutos que le paga el Grupo Popular, más 5.481 euros brutos del Congreso, eso son 8.947 euros, más 1.823 euros libres de impuestos para gastos, y todo esto  por faltar al respeto y actuar con esa ideología nazi que tanto le caracteriza.

Yo no  voto a la herencia del franquismo, a quien no te pega un tiro en la nuca pero si te hunde y humilla denigrando tu existencia,  yo no voto a engendros que se van de orgías, cenas, fiestas y vacaciones de lujo  con nuestro dinero mientras hay más de tres millones de españoles viviendo en la calle en la pobreza más extrema, yo  no voto ni votaré a sinvergüenzas que tienen la osadía de reírse de todos nosotros cuando los llaman a declarar por haber ejercido la corruptela y alegan que no recuerdan nada, pues si, deben de tener mala memoria pues son más de mil casos de corrupción en los que andan implicados y son incapaces de acordarse ni del nombre de sus compañeros, eso se llama CINISMO y no existe condena tan grande que pueda hacer pagar el daño que está causando esta chusma en este país.

YO NO VOTO A CORRUPTOS!


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