¿Adios a la posición común de Europa hacia Cuba?
Este miércoles (21/9/2016) la Comisión Europea propuso al bloque comunitario derogar formalmente la Posición Común sobre Cuba, en vigor desde 1996. El comunicado emitido por Federica Mogherini, alta representante de la UE para la Política Exterior, pide también respaldar el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con la Isla (PDCA, por sus siglas en inglés).
Si bien las negociaciones del Acuerdo concluyeron en marzo último en La Habana, no es sino hasta ahora que la Unión se pronuncia respecto a eliminar la Posición Común, la cual contradice el propio documento pactado.
Por demás, esa política, establecida a instancias del expresidente español José María Aznar, era ya tan obsoleta que la UE en su conjunto se ubica como el segundo socio comercial de Cuba, y la primera fuente de cooperación para el desarrollo.
En junio del año pasado, Herman Portocarero, embajador de la Unión Europea en La Habana, comentaba que terminar con la Posición Común sería una consecuencia natural de las negociaciones, pero requería de una decisión política aparte.
“Los estados miembros de la Unión desde hace casi 20 años tienen sus diplomacias bilaterales que son mucho más pragmáticas. Lo que hemos tenido son dos caminos separados: principios y pragmatismo–dijo el diplomático. Ojalá en el acuerdo puedan tener una convergencia, esa es la esperanza nuestra”. Al parecer, ha llegado el momento.
El convenio bilateral abarca tres capítulos principales: sobre diálogo político, cooperación y comercio. “Una vez firmado, el Acuerdo se convertirá en el instrumento de la Unión que definirá sus relaciones exteriores con Cuba, sustituyendo a la Posición Común de 1996”, expresa un comunicado de prensa circulado ayer por la Comisión Europea.
Según el texto, ambas proposiciones –apoyar el acuerdo y retirar la Posición Común- serán revisadas por el Consejo Europeo, antes de su aprobación final y la suscripción del PDCA “en los próximos meses”. Teniendo en cuenta que el Viejo Mundo enfrenta serias dificultades, desde el Brexit hasta el drama constante de los refugiados, esos meses podrían alargarse.
Por lo pronto, Mogherini, también vicepresidenta de la Comisión Europea, sostuvo ayer un breve encuentro con el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, durante pausa en las sesiones de la ONU.
La diplomática expresó su confianza en que el proceso institucional para aprobar las dos propuestas sea rápido y llano, e invitó al Ministro de Relaciones Exteriores a participar en la ceremonia de firma en Bruselas, una vez que concluyan los procedimientos. Aunque resulta casi imposible dar un paso atrás, las diferencias internas de la Unión –cada vez menos unida- tal vez conspiren contra la celeridad del proceso.
Fuente: Progreso Semanal