No eres un capitalista, eres un consumidor
Me hace gracia que alguien me diga «yo soy capitalista» sin ser dueño de los medios de producción o pertenecer a las élites dominantes. No eres capitalista campeón, eres un simple consumidor, compras bienes y servicios según tu situación personal, tu salario, tus responsabilidades familiares, etc…pero tu situación depende completamente de factores externos que no controlas.
El típico trabajador de derechas, el fachapobre, ese que piensa que si el patrón gana más va a ganar más, como el perro que espera las sobras debajo de la mesa, pero seguramente el patrón sienta bastante más aprecio por su perro y se sienta responsable de su bienestar, un sentimiento que muy posiblemente no tenga hacia sus trabajadores.
Los desclasados ven como enemigos a sus iguales, a los que no se arrodillan ni agachan la cabeza, creen que siendo dociciles y humillándose ante el poder les permitirán estar un poco mejor que a los demás, su moral es la esclavo.
Como dijo Julio Aguita «con la dignidad no se come pero un pueblo sin dignidad termina por no comer.»
Existe una alternativa, la justicia social, menos desigualdad y mayor reparto de la riqueza, se trata de repartir la enorme riqueza que multiplica las fortunas de los millonarios y hace que cada año más millonarios ayuden a aumentar las desigualdades. Decir que los ricos crean riqueza es como decir que las sanguijuelas, las pulgas, las garrapatas o los piojos fabrican sangre.
Existe una alternativa: a cada cual según sus necesidades, a cada cual según sus capacidades. Cualquier persona, por el hecho de haber nacido tiene derecho a una vida digna y a tener sus necesidades básicas cubiertas, la economía tiene que estar al servicio del ser humano y no el ser humano al servicio de la economía, tenemos que trabajar para vivir y no vivir para trabajar, la patria es la clase obrera y la solidaridad, la igualdad, la fraternidad, y la justicia social son los cimientos de un futuro mejor y socialista.