Rafael Fenoy Rico •  Opinión •  03/03/2022

Conflictos Populares y a Navaja de Ockham

El conflicto en el seno del Partido Popular ya no es un tema de actualidad. El gran, el grave asunto que ocupa a toda la diplomacia internacional y preocupa enormemente a cualquier persona es la Guerra de Ucrania. Precisamente en estas fechas cuando hace 100 años Ucrania se constituía como republica dentro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Sin embargo hasta hace unas horas siguen las cadenas televisivas, informativos radiofónicos, tertulias de cualquier índole, hasta programas de corazón, rondando el conflicto entre barones y baronesas Peperianas, facturas del hermano o del amigo del hermano de la Sra. Ayuso. A pesar de que se pretende dar la sensación de que el paso atrás del Sr. Casado arreglará la debacle, ¿quién puede asegurar que la crisis se ha cerrado?

Con el máximo respeto a quienes en libertad deciden libremente votar al Partido Popular, no es fácil permanecer ajeno al cúmulo de acontecimientos que cada día, ¡qué digo! , cada hora suceden y se suceden: manifestaciones, actos, gestos, anuncios… y no hay analista político o politólogo que muestre claramente que realmente sabe qué está ocurriendo en las trastiendas del PP. Porque más allá de que algo de fraude ha habido en este asunto, que por cierto está en fiscalía, nada se habla. 

El común de quienes, expectantes simplemente, reciben alguna que otra ración de conflicto y cansados de lo monográfico del asunto, se afanan por entender como un tema menor, cuantificado en 280.000 euros, sea la causa de la gran fractura que dicen los barones y baronesas del PP, se ha producido. Después de años fraudulentos aclarados judicialmente y reconocidos por este Casado que dice que se va. Después de multiples desfalcos, cajas B fraudulentas, comisiones millonarias por obras públicas, sobornos, pagadas en B… nunca hasta ahora, ni siquiera un grupúsculo de simpatizantes del PP se les ocurrió concentrarse tras una pancarta delante de la sede del partido. Y ahora por un asunto “menor” comparada con tanta historia de corrupción, más de 3000 personas, de un día para otro, bloquean la sede de la calle Génova y pidiendo la dimisión del Secretario General del Partido. ¿Suena a “Golpe de Estado”, en este caso “Golpe de Partido”? Y como explicar que un desencuentro entre dos líderes, por unos insignificantes cientos de miles de euros, genere este “terremoto” que “rompe” la organización… etc. 

Ante situaciones complejas de analizar, sobre todo por la enorme oscuridad en la que se desenvuelven, es posible invocar la famosa “navaja”, instrumento filosófico que regaló a la humanidad Guillermo de Ockham. Un principio de razonamiento que permite posicionarse ante estas complejidades de forma que: “en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”. Lo difícil del uso de esta curiosa navaja metodológica reside en el discernimiento sobre la igualdad de condiciones. Porque no da igual, que igual no es, el que la intencionalidad de defenestrar al Sr Casado parta de la Sra. Ayuso o del conjunto de barones del PP. Como tampoco da igual que en escasas semanas los apoyos abrumadores y adhesiones incondicionales mostradas por todos -prebostes, senadoras y senadores, diputados y diputadas, secretarias y secretarios generales del partido, barones, baronesas e incluso la Sra. Ayuso-, se hayan tornado en rechazos públicos, muestras de desagrado y peticiones de dimisión. Llama la atención, y eso si permite evidenciar el rasurar los acontecimientos con el artilugio de Ockham, que cientos de líderes populares, cambian de criterio en un plis-plas. ¿Es eso una muestra del grado de fiabilidad que tienen esas personas? ¿Mentían antes o ahora? Y si han traicionado a Casado ¿traicionaran a quien le suceda? Y si esto es así ¿Qué garantía tendrá el que sucederá al Sr Casado de que no será despedido como el que ahora se marcha? Las aceleradas maniobras, que no han esperado ni siquiera la Junta Directiva Nacional, desarrolladas en torno a “váyase Sr Casado” permiten concluir que las causas originarias de este escándalo, no se muestran con suficiente claridad o incluso permanecen ocultas. Y ¡si!, parece que si la Sra. Ayuso está en lo cierto, y algo gordo se ha quebrado en el PP, ¿Quién contará con la suficiente confianza como para repararlo?

Mientras esta trama se desarrolla, gente inocente muere en Ucrania. Ese grave acontecimiento requeriría otra navaja, que cortara en seco la locura de un tal Putin. 

NO A LA GUERRA 


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