Rafael Fenoy Rico •  Opinión •  03/01/2023

Contra la Crisis siempre con pólvora ajena

Del conjunto de decisiones que los gobiernos han adoptado ¿Cuáles se han financiado sin contar con los dineros ajenos? Y esto se predica de este, y el otro, y el anterior, y el anterior, hasta… que comenzaron a existir gobiernos que se decían del pueblo. Porque quienes gobiernan sólo se dedicas a gastar lo recaudado con los impuestos, o contando con los dineros del empresariado. Esto que se afirma es un enfoque político de “derechas”, o de “izquierdas”. El calificativo dependerá de quienes se sitúen en un lado u otro de esas perspectivas políticas. 

De las últimas medidas anti crisis que el Gobierno actual va a ejecutar es posible hacer lecturas diferentes, muchas de ellas no exentas de irracionalidad partidaria. Porque para aplicar la razón hay que contemplar cada una de ellas en función de los efectos que producirán. Más de una persona habrá pensado que hoy 28 de diciembre, día de los inocentes, podrían ser una inocentada, aunque no estarían muy descaminadas. Pretender dar respuesta a la enorme crisis que padece millones de familias en España con este “lote” de actuaciones parece una temeridad. Más aún cuando la causa de esta compleja crisis el gobierno la sitúa en la Guerra de Ucrania. ¿Seguro que no es un pretexto más? Porque siempre hay alguno motivo para alimentar la progresiva depauperación de todas las clases populares al mismo tiempo que se enriquecen aún más, mucho más, las clases dirigentes. 

Vuelve a aparecer el “pan y circo” de los emperadores romanos, los cheques. Cheque para nacidos del Gobierno Zapatero, o el cheque cultural para jóvenes, o este, para la cesta de la compra, más bien cestita, que se anuncia de 200 euros (se entiende que al año) ya que se solicita en la “agencia tributaria”, que igual ni siquiera se materializa y se concreta en una reducción del Irpf a posteriori… y si es anual el dichoso cheque supera a duras penas los 15 euros mensuales, algo más de 3 euros semanales. ¿Un cafelito? ¿Ridículo? ¡No! Lo siguiente. Y para más inri no todas las familias pueden pedir la limosna. “pueden solicitar la nueva ayuda de 200 euros aquellos que hayan realizado una actividad por cuenta propia o ajena o hayan sido beneficiarios de la prestación o subsidio por desempleo, siempre y cuando los ingresos percibidos hayan sido inferiores a 27.000 euros anuales. Además, se establece otro límite y es el patrimonio, que debe de ser inferior a los 75.000 euros, descontando la propia vivienda principal en caso de ser de su propiedad.”. Y abunda en detalles de qué hacer si una vez solicitado ante la agencia tributaria se deniega esta “ayudita”, y aquí es donde el esperpento se eleva al paroxismo, ya que se puede llegar a interponer “un recurso económico-administrativo”. La reducción del IVA en determinados alimentos de primera necesidad sin duda podría tener efectos positivos, aunque si de congelación de precios no se trata ¿Quién impedirá que los precios sigan subiendo? 

El otro anuncio, esta vez si es de congelar, durante seis meses el precio de los alquileres. Que por cierto hoy 28 de diciembre se podría pensar que no sufrirán perdidas las personas arrendadoras, ya que el gobierno aportará lo que perderán por esa “congelación”. – Pero ¡oiga! Que va a ser que no. Este legislar que otros pongan los dineros es una práctica frecuentísima en los gobiernos de todos los tiempos. De forma que más que aportar soluciones los políticos gobernantes deciden que unas personas se perjudiquen para que otras se beneficien. Las consecuencias sobre quienes se sienten perjudicados hacen que las condiciones generales se encarezcan. Por ejemplo, subiendo el alquiler. En el ámbito laboral no hay gobierno que establezca nuevos derechos a determinados colectivos de personas trabajadoras, pero eso sí, sin poner un euro. Parecen medidas progresistas, pero que tienen efectos colaterales nada positivos. Todas las medidas que amplían periodos vacaciones a quienes gestan o crían a sus hijos pequeños son justas y necesarias, ya que hay que animar a las familias a que procreen. El, pero viene cuando siempre son las empresas quien deben correr con los gastos. Medidas de conciliación familiar también son más que justas y precisas, pero, siempre hay un pero, deben ser asumidas por los gobiernos que las promueven y no exclusivamente por las empresas que deben asumir los costos de ellas. Consecuencias nefastas ya se han manifestado en la contratación de mujeres con proyectos de gestar o con hijas e hijos pequeños a su cargo. Tirar con pólvora ajena en nada ayuda a afinar la puntería. Y para resolver esta inacabable crisis hace falta mucho, pero que mucho acierto.


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