André Abeledo Fernández •  Opinión •  01/08/2025

La verdad es siempre revolucionaria aún cuando no nos gusta

No soy del PSOE ni creo que Pedro Sánchez represente a la izquierda, pero es un mal menor comparado con la ultraderecha PPVOX y eso debemos decirlo sin dejar de criticar a un gobierno progre y socialdemócrata muy lejos de defender los intereses de la clase trabajadora.

Sin duda la política del mal menor y el falso pacto social son causantes principales de la perdida de la conciencia de clase y del avance de la ultraderecha y el liberalismo. La socialdemocracia es parte del sistema capitalista, no es una opción política antisistema de verdadera justicia social, es más cosmética y limosna que justicia social y solidaridad.

Existen diferencias entre la socialdemocracia y la derecha, tienen los mismos amos sin duda, responden a los mismos intereses, pero el poder mide según el gobierno de turno hasta donde puede llegar a ceder la clase trabajadora. No son de izquierdas pero tampoco son la ultraderecha, son el enemigo de la clase trabajadora pero no son lo mismo, negarse a ver esa realidad es un error.

Cuando damos un discurso de brocha gorda metiendo todo en el mismo saco sin matizar nos hacemos un flaco favor, los trabajadores no estamos igual cuando gobierna la ultraderecha, la involución en derechos y convivencia se agudiza y la gente lo vive, eso nos hace perder credibilidad, debemos ser capaces de explicar el motivo por el que la socialdemocracia es el enemigo de la clase trabajadora con argumentos bien explicados y convincentes sin caer en una simplificación que no ayuda y confunde a la ciudadanía.

Una parte importante de la juventud vota a la ultraderecha porque se vende falsamente como antisistema. Hace creer a una juventud frustrada y poco politizada, a unos jóvenes que no ven un futuro, que la lucha contra el sistema la hacen el neofascismo y los neonazis, la ultraderecha. 

El problema de base viene del desastre en el campo de la izquierda, que ha sido dinamitado desde dentro por traidores quintacolumnistas al servicio del poder.

Las ideologías sistemicas que permite y usa el capitalismo son variadas: fascismo, liberales, ultraderecha, derecha, socialdemocracia están a las órdenes de las mismas oligarquías que ponen el dinero, mueven los hilos y temen a una clase trabajadora organizada y con conciencia de clase. 

La falsa izquierda ha abierto una vez más las puertas a la ultraderecha. La historia se repite, no aprendemos. El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. 

La socialdemocracia es simplemente cosmética, pero la ultraderecha es el mazo, todo lo tienen estudiado los dueños del sistema, pero las herramientas del sistema son distintas para usar en distintos momentos: PSOE, SUMAR, PP, VOX, etc, esas herramientas las usan según el contexto y la resistencia de la clase trabajadora a los cambios que perjudican sus intereses, por eso mantengo que aunque todos tienen el mismo amo no son lo mismo.

«Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica». Lo dijo Salvador Allende, por entonces presidente de la República de Chile. Los jóvenes y los no tan jóvenes no tienen referencia en la izquierda, no ven alternativa al capitalismo que los condena a la explotación y a la pobreza, no tienen conciencia de ser clase trabajadora y consideran la socialdemocracia parte del sistema. 

Y en esto tienen toda la razón pero no podemos ser simplistas ni pintar con brocha gorda, tenemos que ser capaces de argumentar la complejidad del sistema con un lenguaje entendible y sobre todo con la verdad y evitando la exageración y la hipérbole, tenemos bastante con contar la cruda realidad.

No digo que sea fácil, no lo es, por eso una minoría tiene bajo su bota a los mayoritarios en todos los sentidos, los que mueven las ruedas de la historia, la clase trabajadora.


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