Sillas Salvaescaleras – tipos y diferencias
Si estás pensando en comprar un salvaescaleras Farre, lo primero que tendrás que hacer es conocer los principales tipos que existen y sus grandes diferencias. Los grandes tipos son 2: salvaescaleras recto y curvo.
La principal diferencia que encontramos en estos tipos la tenemos en el carril:
- Si contamos con una escalera que sigue un tramo recto, necesitaremos un carril recto para recorrerla.
- En cambio, si el recorrido está compuesto por varios tramos, o si existen esquinas, entonces necesitaremos un carril curvo.
Como existen diferentes tipos de escaleras, habrá que estudiar muy bien cada caso.
Diferencias entre salvaescaleras recto y curvo
Salvaescaleras curvos
La silla salvaescaleras para escaleras curvas es la opción por la que nos decantaremos en el caso de que la escalera se curva en alguna parte del tramo. Para adquirirla habrá que tomar las medidas con total precisión: habrá que determinar tanto los ángulos de las curvas, como las esquinas.
En cuanto exista una curva o esquina, el carril se debe adaptar a la perfección a la misma, así como al ángulo existente. La idea de esto es conseguir el mejor movimiento posible, la máxima seguridad al movernos en la silla, y al mismo tiempo ocupar el mínimo espacio (esto es muy importante para aquellos lugares en donde no sobra, precisamente).
Salvaescaleras rectos
La opción de la silla salvaescaleras para escaleras rectas también está sobre la mesa.
Es la opción perfecta para aquellos lugares en donde las escaleras son muy inclinadas y estrechas, para personas con movilidad reducida, entre otros tantos casos. Te ayuda a que puedas recuperar tu independencia, adaptándose a la inclinación correspondiente (se adaptan tanto a interiores, como a exteriores).
La instalación de este tipo de silla es mucho más sencilla de llevar a cabo, y es que no se tendrán que superar obstáculos como sillas, esquinas, o rellanos a lo largo de todo el recorrido.
Las sillas salvaescaleras adaptadas a escaleras rectas son compactas y muy discretas, con una alta capacidad de adaptación. Permiten que el resto de las personas que viven en la casa puedan seguir usando las escaleras convencionales, mientras que tú podrás beneficiarte de las sillas salvaescaleras.
Independientemente de si estamos hablando de un carril recto, o uno curvo, todos se acoplan en las escaleras y no en la pared. Así es posible adaptar las sillas salvaescaleras con total seguridad, además de resultar un proceso relativamente sencillo.
Si tienes alguna duda sobre sillas salvaescaleras, sobre tipos y diferencias, ponte en contacto con expertos en el tema, como Farre, para que te echen una mano.