Informe Mundial sobre el Fascismo (1963-1975)

Existía una especie de «internacional negra» que nucleaba a todos los reaccionarios, en particular a los fascista que lograron escapar tras la Segunda Guerra Mundial y a sus seguidores de diferentes países.

En 1963 se creó un  centro coordinador en Lisboa: El «Aginter-Press». Rápidamente se convirtió en eje de la liga anticomunista occidental que se puso al servicio de la contrarrevolución mundial. La empezaron a dirigir antiguos oficiales de las SS. En 1966, en el seno de esa organización, fueron creados dos «subsistemas». Uno, propagandístico, y otro, de perfil netamente provocador. El diario italiano «L´Expreso» denunciaba los nexos de esa organización con la CIA, sobre todo en países como Chile, Bolivia y Guatemala.

El «Aginter Press» estableció contactos con organizaciones fascistas de muchos países. En Italia: Orden Negro, Vanguardia Nacional, Movimiento Social Italiano y otras. En la República Federal de Alemania: Neonazis principalmente de Baviera, seguidores de Strauss. En Inglaterra: Frente Nacional de Andrew Fautaine y la extrema derecha del Partido Conservador agrupada en el Monday Club. En Francia: El Frente Nacional y organizaciones extremistas de Occident. En Suiza y Bélgica: Jeune Europe y Nouvel Ordre Europeen. En España: Guerrilleros de Cristo Rey, dirigidos por Sánchez Covisa, y centros neofascistas de Barcelona y Madrid.

En España, según declaraciones de Marco Pozzan, miembro de la organización fascista Orden Nuevo, al juez Felice Casson, una verdadera colonia de fascistas italianos se habría establecido en nuestro país a partir de 1970. Más de 100 conspiradores habrían huido de Italia después del fracaso del golpe de estado fascista del príncipe Valerio Borghese en diciembre de 1970. Así fue como se instalaron en España verdaderos profesionales del fascismo italiano como Carlo Cicuttine, Mario Ricci, Stefano Delle Chiaie y el propio príncipe Negro, que según relataba la revista «Cuadernos para el Diálogo» hacían vida normal en Madrid  y frecuentaban una famosa pizzería en plena Gran Vía de la ciudad. Estaban vinculados a fascistas de otros países europeos como el nazi Otto Skorzeny y el ex oficlal de la OAS Yves Guerain-Serac. Todos estos, fueron contratados por los servicios secretos franquistas para perseguir a los opositores al régimen en España y en el exterior. La base de entrenamiento se encontraba en Las Palmas de Gran Canaria, siendo la mayoría de los instructores estadounidenses.

Cuando existían tales estructuras todo era posible, todo estaba permitido. A principios de los años sesenta, por ejemplo, la CIA organizó una serie de atentados contra los dirigentes cubanos. En primer lugar, contra Fidel Castro. La CIA estaba segura de que la desaparición de Fidel Castro, garantizaría el éxito de la invasión mercenaria en la Bahía de Cochinos. Estalló un tremendo escándalo relacionado no solo con el fracaso de la invasión. Se supo que la CIA contrató para asesinar al líder de la revolución cubana a Sam Giancana, jefe de la mafia de Chicago y sucesor de Al Capone. Giancana también fracasó rotundamente.

Fuente: Antigua Agencia de Prensa Novosti (Ex-URSS).