Hijas del Olvido, la historia de una familia víctima de un crimen de lesa humanidad
- Roberto, que nació en Badajoz y vive entre Extremadura y Barcelona, lleva más de cuatro años documentando la vida de su bisabuelo y sus abuelas para transmitirnos el dolor de la pérdida y la cura de la herida familiar.

Roberto Palomo, periodista y fotógrafo documental, ha lanzado una campaña para recaudar fondos para contar la historia de su bisabuelo y de cómo, 87 años después de su desaparición, sus abuelas recuperaron los restos de su padre y los de todo un país.
Roberto, que nació en Badajoz y vive entre Extremadura y Barcelona, lleva más de cuatro años documentando la vida de su bisabuelo y sus abuelas para transmitirnos el dolor de la pérdida y la cura de la herida familiar.
Silvestre Indias Carvajal desapareció en agosto de 1936 al inicio de la Guerra Civil en Feria, Badajoz. Nunca se supo realmente qué pasó con él más allá de los rumores que corrían por el pueblo. Su abuela Silvestra solo tenía tres años y su tía abuela María no había nacido cuando este hecho cambió por completo el destino de sus vidas.
“Mi madre fue a la escuela y dice, vengo a por la niña. Y yo le digo: mamá yo no me voy, que yo no, que yo estoy aquí mu bien, que yo estoy aprendiendo a leé y escribí…No no no que te tiene que vení de niñera a sacá a un niño de paseo.” Relata María Indias, tía abuela de Roberto Palomo, cuando tenía 85 años de edad.
Ochenta y siete años después, en 2021, un pequeño cachito de hueso certificó que Silvestre Indias Carvajal estaba entre las veinte personas exhumadas en un pozo a treinta y un metros de profundidad a las afueras del pueblo, Feria (Badajoz).
Relatar una historia sucedida hace tanto tiempo y con tan pocos supervivientes aún vivos no ha sido tarea fácil.
“Para armar las piezas de este puzle he tenido que indagar en archivos militares, plenos de ayuntamiento de Feria de los años veinte, consultar el registro civil de varias poblaciones, preguntar por el pueblo, buscar imágenes históricas, tomar mis propias fotografías y conversar horas y horas con mis abuelas para entender y plasmar visualmente como este suceso marcó sus vidas.”
Camino de Feria, Badajoz, hasta la finca Salamanco Chico donde se encontraron los restos en un pozo a más de 30 metros de profundidad.
Ahora Roberto quiere recopilar la historia de su familia y la de todo un país en un fotolibro que combina sus propias fotografías, testimonios en primera persona de sus abuelas y documentos históricos y familiares. Para hacer posible su fotolibro acaba de lanzar una campaña de crowdfunding en la plataforma Verkami ( https://vkm.is/hijasdelolvido ) donde los interesados pueden hacerse con recompensas exclusivas.
La campaña estará activa hasta el cinco de Octubre y las recompensas ofrecen desde el envío gratuito del fotolibro, fotografías impresas, sorteos, la visualización de un vídeo corto documental en exclusiva o un taller sobre cómo hacer tu propio fotolibro. Además, existe la posibilidad de patrocinar el proyecto incluyendo un logo en los créditos del fotolibro. Contará además con una versión en inglés.
“A mi bisabuelo se lo arrebataron todo. Solo nos dejó su historia. Yo, lo único que puedo hacer, es contarla. Aunque el proyecto se plasmará también en una exposición y un vídeo corto documental, creí que era muy importante contar esta historia en un fotolibro porque las nuevas generaciones ya han perdido la conexión con los protagonistas.” Cuenta Roberto Palomo.
Este libro cuenta además con el trabajo de grandes profesionales de las artes visuales y el periodismo como Alex Llovet (editor gráfico), Arianna Rinaldo (curadora), Ignasi López (diseñador), Guillermina Torresi (editora), María López (comunicadora) y Candela Chaves (historiadora). Además, Hijas del Olvido alberga fotografías históricas de la Guerra Civil del fotoperiodista Antonio Pesini del Centro de la Documentación y de la Imagen de Extremadura (CDIEX)-Fundación CB.
¿Qué dicen las Naciones Unidas?
La Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de los derechos humanos y libertades fundamentales conscientes de la extrema gravedad de la desaparición forzada, que constituye un delito y, en determinadas circunstancias definidas por el derecho internacional, un crimen de lesa humanidad.
La Convención Internacional de las Naciones Unidas garantiza el derecho a conocer la verdad sobre las circunstancias de una desaparición forzada y la suerte de la persona desaparecida, así como el respeto del derecho a la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones a este fin para garantizar la verdad, justicia, reparación, memoria y garantía de no repetición en casos de violación de derechos humanos.
“Yo creo que era mejó sacarlos, ¿a qué eso está bien? ¿Y cómo pudieron hacé esas cosas? ¿Eso no lo harán ya nunca más no? Porque cuántos habrá pahí que no han aparecido nunca.” Reflexionaba Silvestra Indias a sus 90 años de edad.
María Indias Sánchez entregó su saliva para realizar el análisis genético que certificó la identidad de su padre. Falleció un mes antes de recibir los restos de su padre. No pudo abrazarlo ni vivo ni muerto. Silvestra en cambió recibió los restos de su padre en 2023 y falleció este verano. Hoy, la familia descansa junta en el cementerio de Badajoz.
