Experto libanés: La batalla de Qalamún, una gran victoria de Hezbolá
El general libanés retirado Amin Hoteit cree que la ofensiva del Ejército sirio y Hezbolá en el Qalamún Occidental ha constituido una gran victoria.
Según el general, los terroristas del EI acaban de sufrir una de sus peores derrotas de los últimos años. Una primera fase de las operaciones obligó a los terroristas a replegarse masivamente, tras sufrir decenas de bajas. Ellos dieron muestras de una débil resistencia.
La segunda etapa dio lugar a una violencia desbordada y acabó por provocar una verdadera desbandada en las filas de los terroristas.
La tercera etapa obligó a los terroristas a abandonar varias localidades que habían ocupado durante años.
La operación de Qalamún Occidental fue importante en más de un aspecto. Conviene subrayar en primer lugar que ha supuesto un ejemplo más de la estrecha cooperación que existe entre Hezbolá y el Ejército sirio, que se ha traducido en ganancias importantes, incluyendo la capitulación en masa de los terroristas.
Esta operación ha supuesto también una cooperación entre los dirigentes sirios y libaneses. Sin esta cooperación, la operación militar en ambos lados de la frontera no habría tenido lugar.
El resultado de esta operación, según el experto, se dejará sentir al mismo tiempo en el Líbano y en Siria. Los terroristas en Siria han recibido un golpe mortal y esto les debilitará cada vez más. A tal efecto, les será ahora prácticamente imposible a los terroristas reagruparse y volver a atentar contra la seguridad del Líbano.
Lo mismo puede decirse de Siria donde el EI está sufriendo golpes muy duros en Raqqa, Homs y Deir Ezzor. En el Sur, los terroristas del EI acaban de perder una de sus principales vías de suministro tras la conquista por el Ejército sirio del Cañón de Mahmud.
La victoria del Qalamún también conlleva un mensaje claro a los norteamericanos e israelíes. Ellos buscaban instrumentalizar a los terroristas situados en el Qalamún contra el eje de la Resistencia. Este plan ha quedado abortado ahora.
Es debido a la victoria de Qalamún y otras que los países occidentales y sus aliados parecen haber comprendido que ha llevado el tiempo de desembarazarse de los clichés y rendirse a la evidencia: Assad continuará en el poder y tendrán que negociar con él.
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