Bolivia admite que ha restablecido lazos de confianza con EEUU

“Hemos restablecido relaciones de confianza con EE.UU. en el marco del respeto a nuestra soberanía desde que estábamos en campaña”, remarcó el sábado la ministra de la Presidencia de Bolivia, María Nela Prada, en una entrevista televisiva.

La destacada funcionaria explicó que el Gobierno boliviano no va a hacer que temas ideológicos “perjudiquen” las gestiones que son para el pueblo. En este sentido, puso de relieve que esto tampoco pasó con el tema de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, “por supuesto no lo vamos a hacer en temas que tienen que ver con justicia para el pueblo boliviano”, enfatizó.

En esta misma línea, Prada indicó que el Gobierno nacional, vía la Cancillería, ya conocía con anterioridad la detención de Arturo Murillo, exministro de Gobierno del ejecutivo de facto de Bolivia, presidido por Jeanine Áñez (2019-2020), por la Justicia estadounidense, y que se ha estado brindando toda la información que se requiere para poder agilizar estos casos.

Asimismo, en otra parte de sus declaraciones, aseveró que el Ministerio de Gobierno de Bolivia lleva adelante aproximadamente 30 auditorías por diversos casos en los que se han encontrado irregularidades cometidas durante la administración de Áñez, “uno de los cuales tiene que ver con la compra de gases lacrimógenos con sobreprecio”, subrayó.

En un comunicado emitido el pasado miércoles, el Departamento estadounidense de Justicia informó de que Murillo había sido arrestado, junto a otras cuatro personas, entre el 21 y el 22 de mayo, en los estados de Florida y Georgia, en EE.UU., respectivamente, donde fueron acusados de “cargos relacionados con su participación en un esquema de sobornos y lavado de dinero”.

Según la información proporcionada por la referida institución norteamericana, los estadounidenses Luis Berkman, Bryan Berkman y Phillip Lichtenfeld pagaron 602 000 dólares en sobornos a los funcionarios del gobierno de facto en favor de Murillo.

Es más, se detalló que ese pago irregular tenía como objetivo que la empresa de Bryan Berkman obtuviera negocios del Ministerio de Defensa de Bolivia, específicamente, un contrato de aproximadamente 5,6 millones de dólares para proporcionar a esta Cartera “gases lacrimógenos” y otros equipos no letales con sobreprecio.

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