La economía supera a la seguridad entre las preocupaciones de la opinión pública en El Salvador
- La economía superó a la seguridad como mayor preocupación de la población en El Salvador, según mostró una encuesta divulgada en la semana que concluye hoy.
Tras meses de permanecer como la vedete de la propaganda oficial y de las encuestas, la seguridad cedió terreno ante la economía, según una pesquisa denominada “Evaluación Ciudadana de la Gestión Municipal 2023”, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), de la Fundación Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo).
Siete de cada 10 entrevistados estimaron que el costo de la vida aumentó en los últimos tres meses y la economía es su principal problema, aunque la seguridad no dejó de representar la principal carta que enarbola el presidente Nayib Bukele para aspirar a reelegirse en el cargo, una papeleta que acuñan las consultas.
Asimismo el 88.5 por ciento de los preguntados durante el muestreo estimó que hay un incremento en el precio de la canasta básica que en meses recientes superó los 250 dólares, un umbral nunca alcanzado en la zona urbana, y que pudiera incidir en las urnas en 2024.
En relación con el problema más grave que enfrenta su municipio de residencia, aproximadamente cuatro de cada 10 personas (41.6 por ciento) identificó los problemas económicos como los más apremiantes, y dos de cada 10 (22 por ciento) mencionan problemas con la calidad de los servicios.
No obstante, la economía de El Salvador avanza un crecimiento estimado de 2.6 por ciento, en el que se mezclan la caída de las exportaciones y el incremento de las remesas.
La proyección oficial es la más cercana en comparación con el 2.1 por ciento anticipado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o el 2.4 considerado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En cuanto al tema de seguridad, un informe de la publicación Insight Crime despertó interrogantes sobre la efectividad de las medidas gubernamentales al encontrar que pese al arresto de más de 72 mil pandilleros, de ellos mil 230 cabecillas, aun hay en libertad cerca de 43 mil, “dormidos” o ocultos en áreas rurales.
El hecho de que solo mil 230 son cabecillas, de diverso nivel, de las pandillas MS-13 y las dos facciones de la 18 están entre los presos, llama la atención y hace recordar relaciones de estos grupos años atrás con terroristas del frente Al-Nusra y el llamado Estado Islámico, cuyas técnicas de ocultamiento pudieran ser parte de las utilizadas por las llamadas maras.
Por otra parte, mantener o no el régimen de excepción para eliminar el flagelo de las pandillas es una interrogante creciente y que provocaron diversas interpretaciones, estiman analistas al valorar su enfrentamiento y la necesidad de mantener la supresión de garantías constitucionales.
El ministro de Defensa de El Salvador, René Merino, reiteró que es necesario continuar el régimen de excepción para enfrentar a las pandillas.