Las noticias falsas ya están sucediendo en Ucrania

“Nos dirigimos a una guerra en Ucrania no por Putin, sino porque los medios occidentales la provocaron. Los medios occidentales se encuentran en tan mal estado y sus periodistas en tan baja calificación, que el belicismo es de esperar más que nunca ahora».

Así lo refleja  un artículo reciente del periodista Martin Jay, publicado en el sitio  Strategic Culture Foundation, donde este explica cómo las noticias falsas realmente se han apoderado del escenario mediático.

Si observamos un momento de la cobertura de los medios británicos sobre la crisis de Ucrania, podemos ver en un caso que pocos periodistas están siquiera interesados ​​en  buscar la contraparte de  Moscú, el derecho del Kremlin a responder contra la narrativa hastiada, que es, en pocas palabras, Putin invadirá Ucrania basándose en una provocación escenificada.

El periodismo descuidado es impresionante, afirma  Martin Jay.  “El periódico The Sun, posiblemente el tabloide más popular de Gran Bretaña y se podría argumentar que es el padre fundador de las noticias falsas desde los años 80, nunca permite que la verdad se interponga en el camino de una buena historia.  Este  medio declaró en un artículo el 15 de febrero que las tropas rusas invadirían al día siguiente con 200 mil  soldados y un `bombardeo´ de misiles, atribuido, por supuesto, a los informes de inteligencia de EE. UU.”

El estado de los medios ahora en Occidente es tan pobre que la mayoría de los periodistas en las salas de redacción británicas que escriben sobre la crisis de Ucrania no tienen ni la más mínima idea de cuáles son los matices de la historia y simplemente están preparados para escribir cualquier basura que se les entregue, agrega el artículo.  Los informes de inteligencia de EE. UU. son un forraje perfecto que, por supuesto, ni siquiera se verifica.

“Vimos exactamente el mismo escenario durante años en Londres con periodistas que cubrían Siria que estaban felices de simplemente escribir informes fácticos sobre los ataques con armas químicas de Assad, supuestamente contra su propia gente, basados ​​​​en nada más que acusaciones de los gobiernos occidentales y noticias falsas generadas en redes sociales, solo para rendir cuentas años después por un escándalo en el mismo organismo de control de armas,  el cual  expuso que los informes eran completamente erróneos y fabricados por las agencias de inteligencia occidentales que los llevaron a cabo, con actores que proporcionaron imágenes de video escenificadas a la BBC”, recuerda el medio sobre la falsas noticias que se cubrieron de Siria.

Putin ha sido satanizado hasta tal punto que ninguno de los llamados periodistas de primera línea acampados en Ucrania desea ir a dos regiones que están controladas por «separatistas rusos» y hacer una investigación de la vieja escuela.

Una y otra vez, los gigantes de los medios británicos como Sky sacan a los llamados expertos antirrusos para desentrañar los informes y cómo se interpretan, ya que siempre resulta que Rusia es el enemigo.

La ignorancia de Occidente ante la crisis de Ucrania funciona bien en estos tiempos de crisis, acompañado de las declaraciones reiterativas de Biden, quien recientemente anunció por segunda vez que la “invasión rusa estaba a punto de comenzar”.

Del mismo modo, la UE se encuentra en una crisis política de todos los tiempos y es casi seguro que ordenará a sus serviles periodistas en Bruselas que eliminen una copia cegadora que muestre cómo la Unión Europea es parte de una crisis humanitaria y «lidera» los ejércitos de la UE que envió tropas allí.

Una guerra en Ucrania blanqueará muchas malas noticias en Bruselas, como lo patético que está siendo el crecimiento de la eurozona, cómo Polonia y otros estados miembros están emergiendo como contendientes similares al Brexit o simplemente cuán despistada es la UE en materia de política exterior general.

Cuando los periodistas son cómplices de noticias que dudan de su veracidad, al menos están obligados a poner la historia en contexto. A menos, por supuesto, que no les interese buscar  los acontecimientos y estén ansiosos por obtener un titular   que se replique. Lamentablemente, este último escenario es lo que está impulsando la mayoría de las agendas de las salas de redacción de los medios occidentales.