Informe: Obama ha fallado en sus esfuerzos para derrocar a Al-Asad
Los esfuerzos de la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, para derrocar al mandatario sirio, Bashar al-Asad, han fallado, según un informe.
El reporte, redactado por el analista político Dave Boyer y publicado el jueves en la revista estadounidense The Washington Times, alude a las declaraciones de Obama en 2012, en las que insistía en la salida del poder de Al-Asad, y asegura que, a pesar de todos sus esfuerzos, Estados Unidos no ha podido apartar al mandatario sirio del poder.
El autor recuerda que durante los cinco últimos años la actual Administración estadounidense ha hecho de todo para derrocar a Al-Asad, pero que sus esfuerzos han resultado infructuosos e incluso sus planes para entrenar a un grupo armado antigubernamental no tuvieron éxito alguno a pesar de los millones de dólares invertidos para tal fin.
Boyer cree que Obama es el responsable de que Al-Asad no haya sido derrocado, ya que el jefe de Estado de EE.UU. decidió no participar en una guerra directa y a gran escala contra el mandatario sirio, hecho que podría haber facilitado la salida del poder de este último.
Además, reitera que la misión antiterrorista de Rusia en Siria supone otra gran derrota para EE.UU., pues Damasco y Moscú han aumentado sus lazos bilaterales de tal manera que ahora mismo librar una guerra contra la nación árabe sería lo mismo que declararle la guerra a Rusia, algo que al país norteamericano simplemente no le conviene y no haría.
Del mismo modo, Boyer afirma que los bombardeos rusos y las ayudas de Irán al Gobierno sirio han cambiado la situación en Siria a favor de Al-Asad y las fuerzas que le son leales, además de debilitar a los grupos armados a favor de EE.UU. que luchan con el objetivo de derrocar al presidente sirio, y culpa de todo ello a la inacción de Obama y su negativa a una guerra total contra Siria en 2011 o 2012.
Desde hace un lustro Siria vive sumida en un conflicto desencadenado por grupos armados y terroristas que han dejado unos 400.000 muertos, de acuerdo con las estimaciones del enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura.
En dicho conflicto varios países regionales financian y dan apoyo a los grupos armados y bandas extremistas que atacan a la población en dicho país y cometen todo tipo de crímenes.
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