Hispan TV •  Internacional •  15/03/2023

Colapso de bancos expone grietas en sistema financiero de EEUU

“La maldición de Forbes ataca de nuevo”, alertó el martes un titular del Daily Mail, cuando Silicon Valley Bank (SVB), un proveedor de deuda de riesgo que apoya las nuevas empresas tecnológicas en Estados Unidos, se desplomaba por el precipicio en una caída asombrosa.

Colapso de bancos expone grietas en sistema financiero de EEUU

El banco, con sede en California, se convirtió en la primera institución bancaria estadounidense de alto perfil en quebrar desde la crisis financiera de 2018 en un colapso espectacular que provocó ondas de conmoción en todo el mundo.

De modo interesante, el banco asediado llegó a la lista anual de Forbes de los mejores bancos de Estados Unidos solo unas semanas antes de que los reguladores federales intervinieran para cerrarlo y confiscar todos los depósitos en el mismo.

En un tono de autocomplacencia y triunfo, el banco inmediatamente publicitó la hazaña en sus cuentas de redes sociales y destacó que había llegado a la codiciada lista durante cinco años consecutivos.

“Orgulloso de estar en el ranking anual de @Forbes de los mejores bancos de Estados Unidos por quinto año consecutivo y también de haber sido incluido en la lista inaugural Financial All-Stars de la publicación”, tuiteó SVB el lunes pasado.

Desde entonces, la página de Twitter ha cerrado y el sitio web también ha sido eliminado. “Esta cuenta no existe”, dice el identificador de esta red social.

Ubicado en la 20.ª posición, la lista de Forbes colocó los activos totales del SVB Financial Group fundado en 1983 y propietario del Silicon Valley Bank en 213 mil millones de dólares y el índice de eficiencia en 56.ª, muy por encima de State Street Corporation con sede en Massachusetts y First Republic Bank con sede en California.

Después de que el banco anunciara su bancarrota, el sitio web de la revista agregó una nota editorial en la página ‘America’s Best Banks’, señalando que desde entonces el banco “colapsó” y fue “puesto bajo el control de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) el 10 de marzo debido a una corrida bancaria provocada por temores sobre su exposición a la tasa de interés”.

Después de la implosión del Silicon Valley Bank, una institución financiera criptocéntrica con sede en Nueva York, Signature Bank, también cerró sus puertas el domingo porque los reguladores temían que pusiera en peligro todo el sistema financiero.

Signature Bank tenía 40 sucursales, activos por 110 360 millones de dólares y depósitos por 88 590 millones de dólares a finales de 2022, según un documento regulatorio recogido por CNBC.

Ahora están surgiendo informes de que el First Republic Bank, el 14.º banco más grande de EE.UU., que también llegó recientemente a la lista de Forbes de los “mejores bancos de Estados Unidos”, también podría encaminarse hacia el desastre.

Las redes sociales han estado repletas de publicaciones durante el fin de semana que muestran a personas haciendo cola ante las sucursales del banco con sede en San Francisco, en California, para retirar su dinero, lo que generó preocupaciones entre los depositantes de que podría ser el próximo en explotar.

Antes de la última ola de quiebras bancarias, comenzando con SVB, Almena Bank con sede en Kansas y First Bank de Florida se enfrentaron a la bancarrota en octubre de 2020 y la FDIC tomó su mando.

A diferencia de Silicon Valley Bank y Signature Bank, Almena Bank y First Bank de Florida eran relativamente más pequeños en tamaño con alrededor de 200 millones de dólares en depósitos combinados.

El desastre de SVB es el peor desde septiembre de 2008, cuando Washington Mutual quebró con 307 mil millones de dólares en activos tras el impactante colapso del banco de inversión Lehman Brothers.

El presidente Joe Biden, en un intento por restaurar la confianza en el sistema bancario de EE.UU., se dirigió a los estadounidenses el lunes sobre el plan de emergencia de su Gobierno para controlar los daños causados por la caída de dos bancos.

“Los estadounidenses pueden estar seguros de que nuestro sistema bancario es seguro. Sus depósitos están seguros”, dijo Biden. “Permítanme también asegurarles que no nos detendremos en esto. Haremos lo que sea necesario además de todo esto”.

Sin embargo, eso no fue suficiente para apaciguar a los enojados republicanos que acusaron al presidente demócrata de desatar una ola de gastos multimillonarios que alimentó la inflación y las altas tasas de interés.

Algunos otros arremetieron contra las autoridades federales por no haber evitado el colapso del SVB, mientras que el senador Bernie Sanders culpó a la política de la era de Donald Trump por la crisis financiera latente.

“Seamos claros. La quiebra de Silicon Valley Bank es el resultado directo de un absurdo proyecto de ley de desregulación bancaria de 2018, firmado por Donald Trump, al que me opuse firmemente”, escribió Sanders en un comunicado el domingo, refiriéndose a la Ley de Crecimiento Económico, Alivio Regulatorio y Protección al Consumidor.

Biden también pareció pasarle la responsabilidad a su predecesor, diciendo que la última administración “revocó las regulaciones”. Trump respondió diciendo que Biden “será recordado como el Herbert Hoover de la era moderna”.

El economista Vidhura Tennekoon, en un artículo sindicado para AP, citó el “riesgo de la tasa de interés» y el “riesgo de liquidez” como dos factores clave responsables de la actual crisis financiera que enfrentan los bancos estadounidenses.

“La Reserva Federal ha estado aumentando agresivamente las tasas —4,5 puntos porcentuales hasta ahora— en un intento por controlar la inflación galopante. Como resultado, el rendimiento de la deuda aumentó a un ritmo proporcional”, escribió.

“Con más de un billón de dólares en depósitos bancarios actualmente sin asegurar, creo que la crisis bancaria está lejos de terminar”, se apresuró a agregar.

El presentador del programa de entrevistas Stuart Varney argumentó que el enorme gasto de la Administración Biden, la política monetaria inflacionaria de la Reserva Federal y la pésima gestión bancaria precipitaron la crisis bancaria.

“Retrocede un momento. ¿Quién tiene la culpa de esto? En mi opinión, es el gasto masivo del equipo de Biden y la impresión masiva de dinero por parte de la Reserva Federal, lo que creó inflación, lo que empujó a la Reserva Federal al aumento más rápido de las tasas de interés en décadas”, dijo en su programa el lunes.

“¿A dónde vamos? Honestamente, es difícil decirlo, la crisis se está desarrollando mientras hablamos”.

La crisis no llegó sin una advertencia. En un análisis detallado publicado en The Atlantic en julio de 2020, el profesor de derecho de la Universidad de California, Frank Partnoy, se refirió a “cadenas de suministro rotas, desempleo récord, pequeñas empresas en quiebra” para advertir sobre una crisis bancaria inminente.

“Todos estos factores son graves y podrían hundir a Estados Unidos en una recesión profunda y prolongada. Pero también hay otra amenaza para la economía”, escribió.

“Se esconde en los balances de los grandes bancos y podría ser un cataclismo. Imagínese si, además de toda la incertidumbre que rodea a la pandemia, se despertara una mañana y descubriera que el sector financiero se ha derrumbado”.

Este es solo el último caso de quiebra bancaria en la historia de Estados Unidos, pero sin duda uno de los más grandes. La historia de los desastres bancarios en el país se remonta a 1819 luego de que terminaran las Guerras Napoleónicas y el Segundo Banco de los Estados Unidos se encontrara sumido en una profunda crisis.

La crisis financiera de 1837 alimentó la peor recesión del país que continuó durante al menos una década, forzando el cierre total de 343 de los 850 bancos en EE.UU. y la quiebra parcial de muchos otros.

Durante el pánico de 1873, conocido como la “larga depresión”, la Bolsa de Valores de Nueva York suspendió sus operaciones por primera vez en la historia y muchos estadounidenses se quedaron sin dinero.

Sin embargo, el comienzo oficial de la “Gran Depresión” fue en octubre de 1929, cuando el mercado de valores estadounidense sufrió una caída masiva y los “locos años veinte” fueron el principal factor responsable. Condujo a una ola de quiebras bancarias “corridas bancarias” en EE.UU. entre 1930 y 1932.

La Gran Recesión de 2008 marcó la mayor recesión económica en EE.UU. desde la Gran Depresión cuando dos bancos de inversión, Bear Stearns y Lehman Brothers, quebraron.

La última crisis financiera, según creen los expertos, muestra que ningún banco estadounidense es lo suficientemente grande o fuerte para evitar una crisis.

Texto recogido del artículo en inglés escrito por Syed Zafar Mehdi, publicado en Press TV.


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