Argelia pide al presidente de EEUU que reconsidere la decisión de Trump sobre el Sahara Occidental

En una carta dirigida al presidente estadounidense Joe Biden, recogida por APS, los parlamentarios afirmaron que «el derecho de los pueblos a la autodeterminación es un principio consagrado en la historia de los Estados Unidos de América y una norma fundamental del derecho internacional», subrayando la contribución de Estados Unidos a «la promoción de esta norma jurídica que ha permitido a muchos países alcanzar su soberanía nacional», así como la lucha del pueblo estadounidense por la independencia y la libertad y su contribución a la liberación de muchos pueblos de todo el mundo del yugo de la colonización.

Esta carta dirigida al nuevo presidente de los Estados Unidos tiene como objetivo «preservar este legado histórico positivo», explicaron, llamando a Biden a «revisar el decreto firmado por el ex presidente Donald Trump en relación con el Sáhara Occidental, estando en contradicción con las posiciones de los Estados Unidos sobre esta cuestión inscrita por las Naciones Unidas como una cuestión de descolonización, lo que implica para el pueblo saharaui la implementación del principio de autodeterminación».

«Las Naciones Unidas han establecido la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), citada en todas las resoluciones y decisiones pertinentes de esa organización, desde que el territorio del Sáhara Occidental fue registrado en la Cuarta Comisión de las Naciones Unidas como territorio no autónomo en 1963 hasta la fecha», dijeron.

El pueblo argelino, al igual que el americano, «que ha conquistado su independencia tras una larga lucha contra el colonialismo, para decidir su propia suerte y tomar su destino en sus manos, cree en la necesidad de activar los principios de la legalidad internacional y de defender la libertad y la supremacía de la ley para establecer la paz y la seguridad internacionales», dice la carta de los parlamentarios.

En base a este punto de vista y a estas convicciones humanas -prosiguen los diputados- «hemos decidido, como representantes de todos los grupos parlamentarios de ambas cámaras del Parlamento, dirigirnos a usted, señor presidente, para que impulse el proceso de asentamiento en el Sáhara Occidental, de acuerdo con las normas, principios y resoluciones de las Naciones Unidas en las que todos creemos, y para que anule el decreto firmado por el ex presidente Donald Trump unos días antes de abandonar la Casa Blanca, al estar «en contradicción con todas las posiciones estadounidenses sobre la cuestión del Sáhara Occidental y las resoluciones y decisiones de legalidad internacional».

«En vista de su pionera y probada experiencia política y diplomática y de su amplio conocimiento del derecho internacional, estamos convencidos de que rectificará la situación y anulará la decisión del ex presidente Trump, a favor de las posiciones estadounidenses, para establecer la justicia y la equidad en la cuestión saharaui y contribuir así al establecimiento de la paz y la seguridad en el norte de África y en el mundo», escribieron en su carta.

Los miembros de ambas cámaras del Parlamento también felicitaron al Presidente Biden por su elección, expresando el deseo de que su mandato esté «al servicio de la humanidad y contribuya a la consecución de la paz y la seguridad internacionales y a la promoción de los principios de la justicia y el derecho, en el marco de la legalidad internacional».

Varios grupos parlamentarios de diferentes países europeos pidieron este martes al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que anule el anuncio de su antecesor, Donald Trump, sobre su reconocimiento de la supuesta soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y que restablezca el proceso de la legalidad internacional y la Carta de la ONU en este asunto.

El grupo parlamentario suizo, coordinador de la iniciativa de los eurodiputados, dijo que cerca de 380 firmantes de la carta dirigida a Biden habían expresado su «descontento» con la decisión de Donald Trump, que constituye un chantaje y un regateo destinado a normalizar las relaciones de Marruecos con la entidad sionista, insistiendo en la necesidad de completar el proceso de descolonización bajo la égida de las Naciones Unidas.