Grup Antimilitarista Tortuga publica el informe «La política del miedo: 80.000 millones de gasto militar para 2026»
- Juan Carlos Rois y el Grup Antimilitarista Tortuga presentaron su informe anual, en el cual se demuestra que el dispendio militar va en aumento.
- España no destina menos del 2% de su PIB en gasto militar. Por el contrario, tiene un gasto militar abrumador e insostenible […] Conviene anticipar que el gasto militar español supera el 2 % del PIB y también el 3.5% que el secretario general de la OTAN ha pedido que destine España a capacidades militares, para situarse en la actualidad muy cerca del 5%.

No podemos pasar por alto que el militarismo ha tenido un peso mayor que el deseado en el devenir de la humanidad. Por supuesto, también en la historia de las instituciones de nuestro estado y en la de la instrucción de las masas que lo han respaldado.
A pesar de ello, se había conseguido, al menos, que determinadas retóricas autoritarias y algunas ideologías violentas se mantuvieran agazapadas ante el temor del rechazo en el espacio público. Parece que ya no es así.
Mucho se habla de las arengas intolerantes y militaristas de la ultraderecha, pero, si analizamos la realidad con rigor, podemos constatar que este discurso es también aceptado por gran parte de la derecha tradicional. Y, más aún, si estudiamos con cierto esmero el dispendio que suponen las partidas de gasto militar en el estado español, afirmaremos que el carácter de nuestras instituciones es netamente militarista, incluso cuando las controlan formaciones autoproclamadas como izquierdistas.
En el presente documento se demuestra que el gasto militar del estado español en 2025 superó los 65.000 millones de euros, cifra que multiplica por 4,49 el gasto reconocido por el gobierno. Ello se debe a que al gasto oficial del Ministerio de Defensa se debe añadir el escondido en otros ministerios y capítulos de los presupuestos, y, además, hay que contabilizar otras partidas como el gasto extrapresupuestario generado por el uso abusivo del fondo de contingencia, las cantidades programadas de gasto plurianual y la amortización anual de deuda pública.
Estos números se acercan al 4,1% de nuestro PIB, lo cual desmiente todas esas milongas según las cuales España aportaría menos del 2,1% de su PIB a gasto militar y que, por tanto, sería uno de los estados menos implicados en la OTAN.
La realidad es bien distinta: España es, entre las 42 administraciones militaristas y atlantistas, la séptima que más dinero aporta a la organización.
Asimismo, España se muestra desde tiempos de Felipe González como una potencia eminentemente intervencionista y participa actualmente, según datos oficiales, en 19 misiones —siete de ellas son de la OTAN— que suponen un gasto superior a los 1.700 millones de euros.
Y nuestra estimación, como se demuestra en este informe, es que el gasto militar y de control social aumente en 2026, a pesar de la congelación de los presupuestos, hasta superar los 80.000 millones de euros.

El gasto militar estimado cuenta con una composición en la que aproximadamente 1 de cada cuatro euros se deben a deuda o créditos extrapresupuestarios, otra cuarta parte se encuentra oculta en diferentes ministerios y algo menos de la mitad es el gasto aflorado por el propio ministerio de defensa, para consignarse otro cerca del 10%.
Por último, queremos dejar claro que todas las páginas que se despliegan ante ti han requerido de rigor y exhaustividad para ser escritas, pero, puesto que la verdad es el mejor motor para empezar a andar, también ofrecen algunos principios inspiradores para intentar mejorar el mundo.
Frente a los discursos y políticas amparados en el miedo y el odio, y frente a unos desorbitados gastos militares que limitan los presupuestos sociales y que cargan a sus espaldas las clases más bajas, profundizamos en la idea de seguridad humana.
El rearme y el intervencionismo no van a construir un mundo más acogedor, solo reforzarán dinámicas violentas. Las políticas sociales y ambientales son el camino para construir un mundo más solidario y seguro. Y será el pueblo, por encima de las instituciones, quien las deba abanderar.
En definitiva, te presentamos a continuación el análisis más profundo que hemos podido elaborar sobre la evolución del gasto militar y de control social en estado español, así como de su relación con la sociedad y sus dinámicas.

