I.M.V.E.C. ‏@imvectech •  Redacción •  Actualidad •  29/08/2016

Chiloeches: sin información sobre los contaminantes tóxicos que se emiten

Ecologistas en Acción denuncia el incumplimiento de la Junta de Castilla-La Mancha de su propio plan de emergencia. Tampoco se están haciendo públicos los datos sobre los contaminantes más peligrosos que arroja el incendio de Chiloeches, mientras que se lanzan mensajes voluntaristas de que el aire es saludable. Sin embargo, la contaminación del incendio ya se ha detectado en provincias limítrofes, como es el caso de Soria.

Chiloeches: sin información sobre los contaminantes tóxicos que se emiten

Cuando ya han trascurrido más de 30 horas del inicio, el Gobierno castellano-manchego sigue diciendo que la calidad del aire es buena, mientras que no facilita los datos de la estación móvil que se instaló en las proximidades del Hospital de Guadalajara y la N-320. Ecologistas en Acción ya ha solicitado estos datos, pero aún no ha tenido respuesta ni se han hecho públicos.

La organización ecologista recuerda que los mensajes que está lanzado el Gobierno regional son similares a los que ya emitió durante el incendio de Seseña. Sin embargo, luego se demostró que en algunas zonas, como el barrio del Quiñón, la población estuvo sometida a niveles de contaminación que superaban en decenas de veces los límites admisibles.

Algo parecido puede estar ocurriendo en los alrededores de Chiloeches. 20.000 toneladas de residuos tóxicos y peligrosos ardiendo son una fuente descomunal de sustancias perniciosas para la salud. Por ejemplo, la combustión de pinturas genera importantes cantidades de metales pesados (cromo, cinc, cadmio, plomo, etc.), así como emisiones de los disolventes utilizados (benceno, tolueno, xileno, etc.) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Si hay disolventes halogenados en el humo tendremos también dioxinas y furanos. Por su parte, los líquidos de revelado también contienen metales pesados… todo un cóctel químico con una gran toxicidad. Algo que nadie debería respirar.

Por otro lado, la Junta está incumpliendo su propio nivel 2 del PLATECAM (el plan de emergencia que se declaró ayer para permitir que interviniese la UME (Unidad Militar de Emergencias) para intentar estabilizar las balsas que tratan de retener el agua con residuos peligrosos, de modo que no llegue al cauce del Henares. Un asunto de una tremenda importancia ecológica y que aún no parece garantizado.

Efectivamente, el nivel 2 indica que la población debe confinarse en el edificio donde esté (o refugiarse en el más próximo que encuentre), cerrar las puertas y las ventanas, parar los sistemas de climatización y ventilación, escuchar la radio para informarse de la evolución de la emergencia y de las acciones a seguir, no ir a buscar los niños a la escuela pues quedará al cuidado de los profesores, o dejar las líneas telefónicas libres para los equipos de socorro. ¿Ha hecho en algún momento estas recomendaciones la Junta de Comunidades? O nos engañan cuando dicen que está todo bajo control o es que están aplicando un plan de emergencias que no sirve para este tipo de situaciones, como ya ocurrió en Seseña.

Por otro lado, al mediodía de ayer viernes, en el sur de la provincia de Soria ya era visible la nube de humo. Esta percepción se ha visto ratificada por la estación de calidad del aire del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en la localidad de Campisábalos, situada en el límite entre las provincias de Guadalajara y Soria.

Esta estación de fondo regional, que habitualmente registra niveles de contaminación bajos (es considerada la estación con un aire más limpio de España), a las 4 de la tarde de ayer ofrecía una medición de contaminación por partículas PM10 muy superior a lo esperable, coincidiendo con una predicción de viento del sur: 65 microgramos de partículas por metro cúbico de aire (μg/m3), mientras que a la misma hora la estación de la ciudad de Guadalajara ofrecía una medición de 46 μg/m3, ambas muy por encima de todas las estaciones de control de la contaminación del entorno. Por ejemplo, Soria registraba en ese momento 7 μg/m3. Y lo peor es que estas partículas van asociadas a otros contaminantes muy tóxicos como los relacionados arriba, pero estos no se están midiendo. Ver una completa descripción del episodio

En definitiva, en ausencia de datos que midan los contaminantes peligrosos que realmente está acarreando el humo, los habitantes de los alrededores de Chiloeches, como ya ocurrió con los de Seseña, están al albur de la dirección del viento, mientras la información de la Junta minimiza los posibles problemas.

Ecologistas en Acción encuentra en este suceso una prueba más de la incompatibilidad de una adecuada gestión de los residuos con los criterios de lucro y maximización de beneficios que habitualmente se dan en las actividades mercantiles. Que se abandonen 20.000 toneladas de residuos peligrosos a su suerte porque la instalación deja de ser rentable, es una muestra clara de que el sistema no funciona. Si a esto se le suma la desidia de la administración (el anterior gobierno Castellano-Manchego toleró durante años esta situación, como también lo hizo la anterior corporación municipal) nos encontramos con situaciones tan preocupantes y difíciles de manejar como la actual.

La nube tóxica de la planta de residuos de Chiloeches llega a Soria y Castilla y León

Al mediodía de ayer viernes, en el sur de la provincia de Soria se ha podido apreciar la llegada de nubes de tonalidades oscuras procedentes de la provincia de Guadalajara. La posible llegada de la nube tóxica del incendio de la planta de residuos peligrosos de Chiloeches se ha visto ratificada por las mediciones de la estación de calidad del aire del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en la localidad de Campisábalos (Guadalajara), situada en el límite entre las provincias de Guadalajara y Soria, en la Sierra de Pela.

Esta estación de fondo regional, que habitualmente registra niveles de contaminación bajos, a las 4 de la tarde de ayer ofrecía una medición de contaminación por partículas PM10 muy superior a lo esperable, coincidiendo con una predición de viento del sur: 65 microgramos de partículas por metro cúbico de aire (μg/m3), mientras que a la misma hora la estación de la ciudad de Guadalajara ofrecía una medición de 46 μg/m3, ambas muy por encima de todas las estaciones de control de la contaminación del entorno.

El incremento de la contaminación por partículas PM10 en Campisábalos comenzó a las 12 de la mañana, cuando se alcanzó una concentración de 27 μg/m3, coincidiendo con un pequeño pico de dióxido de azufre, indicativo del paso de la nube tóxica hacia Soria. A las 14 horas el nivel de PM10 se mantenía en 28 μg/m3 para ascender a 34 μg/m3 a las 15 horas y a los citados 65 μg/m3 a las 4 de la tarde.

Sorprendentemente, Campisábalos era de las pocas estaciones de la Península Ibérica que a esa hora superaba los 50 μg/m3, a pesar de que según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la localidad con el aire más limpio de España, y la tercera del mundo. Sirva como comparación que en la ciudad de Soria se registraban a esa hora 7 μg/m3, por lo que aparentemente no estaba afectada por la contaminación de esa columna de humo.

A las 6 de la tarde la contaminación por partículas ya había bajado en Campisábalos a 38 μg/m3, recuperando niveles normales a la hora siguiente, inferiores a 20 μg/m3. No obstante, durante esta madrugada se han vuelto a superar niveles de 30 μg/m3, indicativos de que continúa la dispersión de la contaminación del incendio de Chiloeches hacia Castilla y León.

La expresión PM10 se refiere a las partículas “gruesas” de menos de 10 micras de diámetro, cuya medición es interesante porque presentan una mayor capacidad de acceso a las vías respiratorias y por lo tanto mayor afección a la salud humana. Si estás partículas “gruesas” han llegado a 80 kilómetros del incendio de Chiloeches, es probable que otras partículas más pequeñas y sustancias tóxicas gaseosas como el cancerígeno benceno hayan llegado más lejos.

Que tales concentraciones de contaminantes superen o no los niveles establecidos por la normativa o los recomendados por la OMS, sólo lo sabremos si se ubican medidores teniendo en cuenta la meteorología que condiciona la dispersión de la contaminación. Por tal motivo, Asden-Ecologistas en Acción de Soria se ha dirigido a la Junta de Castilla y León, y más en concreto a sus Servicios centrales de Extinción de Incendios, que son los únicos que están operativos fuera del horario de oficinas, para que desplacen estaciones móviles de medición de la contaminación al sur de la provincia de Soria.

Con el objeto de tener bien informada a la población se deberían coordinar todas las administraciones implicadas (Juntas de Castilla y León y Castilla-La Mancha, Ministerio) e instalar ya una amplia red de medidores que proporcionen una aproximación o modelo geográfico de la contaminación, que permita fijar medidas preventivas para la población y también estudiar en un futuro inmediato sus efectos ambientales.

En Castilla y León existen actualmente tres plantas comerciales de tratamiento de residuos industriales peligrosos como la incendiada en Chiloeches: Indureco en Venta de Baños (Palencia), Distiller en Ólvega (Soria) y Cetransa en Santovenia de Pisuerga (Valladolid). Las tres han sufrido incidentes serios en el pasado (la de Indureco directamente ardió en 2006) y han recibido pronunciamientos judiciales contrarios que ponen en tela de juicio su seguridad. Se trata además de instalaciones que reciben un intenso tráfico de residuos de toda España, consolidando el papel de Castilla y León como sumidero de los residuos tóxicos del Estado.


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