César Pérez Navarro •  Actualidad •  26/12/2016

El Mensaje 2016 del Rey Felipe VI obvió el paro y la corrupción, y fue el menos visto de la historia

Desde 1998 la audiencia sigue a la baja, con algún repunte como el que tuvo lugar en 2014, año de la abdicación de Juan Carlos I. Con 5,8 millones y 57.6% en el total de las 25 cadenas que ofrecieron el discurso, es con diferencia el que menos cuota y espectadores reúne, por debajo del de 2013 que establecía hasta ahora el mínimo histórico en 6,5 millones de espectadores.

El Mensaje 2016 del Rey Felipe VI obvió el paro y la corrupción, y fue el menos visto de la historia

El tercer mensaje Navideño de S.M. El Rey Felipe VI registró una audiencia media de 5.822.000 espectadores y 57.6% de cuota de pantalla en el conjunto del total de cadenas que emitieron el discurso en directo, en la modalidad de “simulcast” o “emisión en simultáneo”, entre cadenas nacionales y autonómicas, que son medidas por Kantar Media.

Con relación al discurso navideño de 2015, este resultado supone un descenso de 844.000 espectadores y 7,5 puntos de cuota de pantalla, como explica el informe de Barlovento Comunicación. De estas 25 cadenas, la que congregó una mayor audiencia media fue La 1 (19.2% y 1.937.000), seguida por Telecinco (11% y 1.107.000) y Antena 3 (10.5% y 1.063.000).

La autonómica de Cataluña TV3 no emitió este año el mensaje (en 2015: 240.000 espectadores de audiencia media y 3,6% de cuota en la representación del conjunto total) y sí lo hicieron Cuatro, CYL7 y Real Madrid HD.

El discurso obtuvo las mejores cuotas de pantalla entre las mujeres y los mayores de 45 años, así como en las Comunidades Autónomas de Castilla y León (72,3%), Asturias (69,1%) y Andalucía (68,5%).

La última encuesta del CIS elaborada entre el 1 y 10 de octubre señalaba que el paro (71,3%) y los casos de corrupción y fraude (37,6%) siguen siendo las dos principales preocupaciones para los españoles. A pesar de ello, Felipe VI no hizo mención alguna a estos dos problemas endémicos en nuestro país, responsabilidad ambos del partido gobernante, que mantiene una tasa de desempleo muy parecida a la heredada por el gobierno Zapatero con aumento de la precariedad laboral, a la par que sus afiliados o dirigentes protagonizan la gran mayoría de imputaciones y condenas por casos de corrupción.

El monarca tampoco hizo mención alguna a la desigualdad, a pesar de que España ya es el país más desigual de la OCDE, donde más ha crecido desde el inicio de la crisis tan solo por detrás de Chipre y superando hasta en catorce veces a Grecia, según el informe «Una economía al servicio del 1 %» que ha publicado hoy Oxfam Intermon. En 2014 ya había 13,4 millones de personas en riesgo de exclusión (el 29,2 % de la población española), pero no parece esto lo suficientemente alarmante para algún tipo de mención en el discursod el rey.

Como colofón, en la recta final de su discurso, el rey afirmó que «son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas», frase que ha levantado ampollas en familiares de víctimas del franquismo y asociaciones memorialistas. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica presentó ayer una queja ante la Oficina del Defensor del Pueblo denunciando que «que en ningún caso sus intervenciones puedan contradecir la protección de los derechos humanos». La ARMH ha indicado de la misma manera que enviará a Felipe de Borbón los informes de la ONU relativos a las víctimas de la dictadura franquista, así como la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

 

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