PACMA denuncia el plan de Cantabria para abatir perros además de lobos
- El Plan de Gestión del Lobo de Cantabria prevé que los Agentes del Medio Natura puedan abatir perros “asilvestrados”, algo que sería constitutivo de delito.

El Partido Animalista PACMA ha presentado 55 páginas de alegaciones al Plan de Gestión del Lobo de Cantabria. Una de ellas, contra la disposición que prevé que los Agentes del Medio Natural, además de abatir lobos, puedan abatir perros “asilvestrados”, algo que, advierten desde la formación política, sería constitutivo de delito.
Con relación al lobo, PACMA ha advertido también al Gobierno cántabro que todo el Plan se sostiene sobre una disposición inconstitucional, en referencia a la disposición que aprobó el Congreso el pasado mes de marzo, en el marco de la Ley sobre desperdicio alimentario, que excluía a las poblaciones de lobo al norte del Duero del Listado de Especies Protegidas, y que ha sido recurrida por el Defensor del Pueblo ante el Constitucional.
Entre otras alegaciones, desde el Partido Animalista quieren destacar la “desfachatez” del Gobierno de Cantabria que prevé un pago a los ganaderos por “servicios ambientales”: “Además de las indemnizaciones por los supuestos daños provocados por el lobo, el Plan prevé la concesión directa de subvenciones a los titulares de explotaciones ganaderas por su contribución “a la conservación de la biodiversidad”. Afirman que es «tan hilarante como indignante» considerar que la ganadería contribuye a la conservación de la biodiversidad, en el mismo Plan que prevé la eliminación de lobos, parte fundamental de la biodiversidad, por estar en conflicto con esa misma actividad.
Además, PACMA cuestiona las cifras que ofrece el Gobierno de Cantabria. Por un lado, estiman el número de lobos – entre 184 y 207-, calculando entre 8 y 9 individuos por cada una de las 23 manadas, que, afirman, tienen confirmadas. Sostienen que esto es «una barbaridad» debido a que los expertos establecen una media de 3,7 lobos por manada.
Otro dato que llama la atención a PACMA es que mientras que, en la última década, el porcentaje de aumento a nivel nacional ha sido tan sólo de un 12%, en Cantabria éste ha sido de un 92%. “Igual de llamativo que, a pesar de este espectacular incremento, durante el último año, no hayan conseguido detectar la presencia de un sólo lobo en ninguna de las estaciones de escucha realizadas, y tan sólo de uno en todas las de observación”.
Modelos de gestión ineficaces
PACMA insiste en que los modelos de gestión basados en la eliminación de lobos no sólo no son efectivos para reducir los daños a la ganadería, sino que son contraproducentes: “Para demostrarlo podemos exponer los datos propios de Cantabria. Según la Estrategia nacional, en 2019/2020 hubo 560 incidentes, mientras que en 2020/2021 hubo 671. Abatir 67 lobos en la comunidad, durante ese periodo, no redujo el número de incidentes, sino que los incrementó. Lo más interesante es que en comunidades en las que no se abatieron lobos, como Aragón o Cataluña, el número de incidentes se redujo”.
Y es que diversos estudios científicos ponen de relieve que cuantos más lobos se eliminan, más depredaciones se producen. Los expertos explican que un cachorro que no aprende a cazar porque sus padres han sido abatidos es más propenso a buscar presas fáciles, y que las extracciones rompen la estructura social de las manadas, lo que incrementa los ataques por individuos sin grupo ni experiencia.
En este sentido, PACMA pone en evidencia las diferencias que presenta Cantabria con una de sus provincias vecinas: “En Palencia, dónde, según el último censo, hay 35 manadas, el número de ataques a la ganadería en 2024 fue de 357, mientras que en Cantabria fue de 2.720. ¿Cómo es posible que, en Cantabria, a pesar de no tener ni dos terceras partes de lobos que Palencia, se produzca un 662% más de ataques?”.
En opinión de la formación política animalista y medioambiental, si los datos que aporta el Gobierno cántabro son certeros, sólo demostrarían que, “tanto las medidas adoptadas por el propio Gobierno autonómico, como por los ganaderos en la comunidad, para prevenir los ataques, son absolutamente ineficaces o, directamente, inexistentes.