Juventud por el Clima llama a la participación en la Acción Global Por El Clima el 25 de marzo
- «La realidad a la que nos enfrentamos, nos hace tomar las calles para reclamar un cambio».
Juventud por el clima – Fridays For Future España anima a la ciudadanía a participar en las distintas acciones y movilizaciones globales que tendrán lugar el 25 de marzo en diversos territorios. La plataforma de activismo ecologista reivindica las movilizaciones por el clima bajo el lema de #VidaContraCapital, «contra un sistema que prioriza el capital sobre la vida».
La plataforma señala que las consecuencias del cambio climático en el territorio español son claramente visibles: la posibilidad de que el nivel del mar suba es real, el 74 por ciento del suelo español está en proceso de desertificación y se prevé que un 20% se verá en riesgo dentro de 50 años. Así mismo, señalan la acidificación del océano y el cambio en las corrientes marinas están modificando la distribución de las especies.
La plataforma indica la existencia de fenómenos climáticos palpables, ante el impacto del aumento de la temperatura y de las emisiones de CO2 que está desencadenando alteraciones en el régimen de vientos, afloramientos y evaporación del agua con resultados preocupantes. Y a la entrada de especies invasoras está destruyendo la biodiversidad de nuestro país debido a las nuevas condiciones climatológicas.
«En este marco, el IPCC alerta de que continuar con las emisiones de gases de efecto invernadero al ritmo actual nos llevaría a enfrentar los peores escenarios climáticos, con consecuencias irreversibles», apuntan desde Juventud por el Clima. «La realidad a la que nos enfrentamos, nos hace tomar las calles para reclamar un cambio. Se exige que la vida se anteponga al capital, como único camino viable hacia un horizonte justo», afirman, llamando al a movilización.
La plataforma señala que cada protesta se organizará en base a reivindicaciones variadas como la importancia de generar territorios habitables, con espacios de reunión y asociación para la población; la democratización de nuestro modelo energético; recursos accesibles como un derecho, no un privilegio; y políticas públicas que pongan en el centro tanto a las personas como a los ecosistemas en todas sus formas de vida.
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