ST-CLM denuncia que unos ratios y horarios elevados son una traba para la enseñanza de calidad

Uno de los grandes anuncios del Consejero de Educación, Ángel Felpeto, ha sido la bajada de ratios en educación. Sin embargo, lo que anuncian para final de legislatura no es más que cumplir con la legalidad vigente respecto a la normativa que regula las ratios. Claro está, el señor Felpeto no toma en consideración otros aspectos que están implícitamente unidos a la ratio profesor/ alumno y que llevan aparejados una pérdida en la calidad de la enseñanza. La subida de horas lectivas, hasta 3 de forma directa, suponen que un profesor sufre el aumento de un grupo-clase, es decir, de hasta 36 alumnos más, que conlleva 36 familias a las que atender y un nivel más que preparar. En FP el gran problema lo encontramos en los espacios y los riesgos para la salud de profesorado y alumnado y las consecuencias que esto supone.

En lo que respecta al número de alumnado que tiene que atender un profesor pondremos un ejemplo ilustrativo: un profesor/a medio tienen unas 21 horas lectivas en Secundaria y las consabidas 21 h lectivas cuya distribución podría ser de la siguiente manera: podemos hablar de unos 150 alumnos y unos 4 niveles de preparación. Si nos fijamos en una unidad didáctica media encontramos unos 10 estándares de aprendizaje, con una media de unos 4 indicadores de logro por cada estándar, con lo que en total nos encontramos con 40 indicadores de logro con sus correspondientes rúbricas de evaluación con una media de 4 niveles para cada logro.

De estos indicadores de logro, con sus correspondientes rúbricas, unos se llevan a cabo a través de pequeños trabajo de investigación, otros a través de análisis de texto, otros a través de los cuadernos de trabajo, otros en el mismo aula y por fin otros en las pruebas objetivas (exámenes). ¿Alguien se ha preguntado cuánto tiempo hay que dedicarle a cada uno de estas rúbricas para cada alumno? Recordamos unos 150 alumnos y un número de contenidos que, o no varían, o son más que antes de la LOMCE y claro está, parece que la Administración no se da cuenta de que hay que dar clases de una forma participativa y a un ritmo que nos permita abordar el número de contenidos que nos marca el Decreto.

En Secundaria tenemos 21 h lectivas, 3 horas de guardias, reunión de tutores, reunión de departamento, hora de tutoría y 3 horas de computo mensual, que hacen 29 h y 6 h de trabajo en casa para completar a 35 horas, es decir, no llega a 1 h y 15 minutos diaria para preparación de clases, preparación de actividades y corrección de todas las actividades con sus correspondientes rúbricas y los informes correspondientes que recojan la adquisición de las competencias claves, además de los refuerzos educativos que tenemos que poner en marcha, todo esto para 150 alumnos y alumnas.

En Educación Infantil nos encontramos otro de los ejemplos donde la ratio profesor-alumno no contribuye a la atención adecuada del alumnado: tenemos una ratio que en este curso se ajusta a la legalidad pero no podemos olvidar que al no recuperar el apoyo de infantil, las ratios de profesor alumno son mucho más elevadas que hace 5 años.

Otro gran problema que atenta contra la atención de calidad que le podemos dar a nuestro alumnado es la ratio de niños y niñas con necesidades educativas especiales por aula. Según el Acuerdo Marco de 2008 se reducían 3 alumnos por aula por cada alumno con necesidades educativas específicas; según las Instrucciones de cupo de este curso se reducirá 1 alumno en cada aula donde haya alumnos con necesidades educativas especiales. Y lo llaman inclusión, le hablan al maestro tutor de metodología didáctica, de organización de tiempos, de agrupamientos y espacios pero con las aulas masificadas no se puede dar respuesta a las medidas de atención a la diversidad del alumnado.

También ha habido un aumento de ratios en los centros incompletos; según el Acuerdo Marco 2008 se establecía: 1º unidad: de 4 a 10 alumnos/ 2º unidad: de 11 a 25 alumnos /3º unidad: de 26 a 40 alumnos/ 4º unidad: de 41 a 55 alumnos/ 5º unidad de 56 a 70 alumnos. Además, se fijaba el número máximo de alumnos por unidad mixta que implicase, al menos, tres ciclos diferentes en 12 alumnos. Sin embargo, según las Instrucciones de cupo para este curso, se fija de 4 a 14 en Infantil y Primaria con un mínimo de 4 para aulas mixtas y se realizarán agrupaciones mixtas superiores a 14 alumnos cuando el resto sea menor de 4 alumnos (se agruparán con el curso más próximo). En julio de 2015 veíamos a Page posar para la foto y anunciar la reapertura de 19 escuelas rurales cerradas Cospedal. Este inicio de curso no lo hemos visto anunciando el cierre de tres de ellas en la provincia de Cuenca y una en la de Ciudad Real.

Vulneración de la normativa en cuanto a espacios. Otro de los grandes problemas con los que nos encontramos es la vulneración de la normativa relativa a los espacios, sobre todo en FP. Las superficies mínimas necesarias de las aulas y talleres de los ciclos formativos vienen fijadas por los respectivos currículos en función del número de alumnos del grupo. Si ya existían anteriormente, en los últimos cursos y debido al aumento en un 20% de los ratios alumnos/profesor, han aumentado significativamente los casos en que los espacios son mucho más reducidos que los que marcan los decretos oficiales. Así lo confirman los resultados de una encuesta realizada por STE-CLM al profesorado de FP de nuestra región: un 37,7% respondió que la mayoría de los espacios de las aulas y talleres son inferiores a los fijados en el currículo; un 44,2% contestó que algunos de estos espacios están por debajo de lo marcado por los respectivos decretos y, tan solo, un 14,3% señaló que ninguno o casi ningún espacio es inferior a lo debido.

Una de las medidas posibles para minimizar los riesgos derivados de la concentración de un gran número de alumnos realizando tareas prácticas con maquinaria y equipos eléctricos en espacios reducidos consiste en no agotar las posibilidades de matrícula de alumnado, ajustando ésta a los espacios de que se dispone. Sin embargo, un 75,3% de los encuestados indicó que no se ha considerado esta posibilidad en sus respectivos centros educativos. El aumento del riesgo para la seguridad y salud del alumnado y del propio profesorado que viene denunciando STE-CLM es compartido por un 81,8% del profesorado encuestado.

En este sentido, las elevadas ratios no solo afectan a los talleres de ciclos formativos sino que se ven afectados todos los niveles educativos.

Desde que se implantó la LOMCE, desde STE-CLM venimos exigiendo instrucciones únicas referentes a la ratio máxima de alumnado en las materias específicas de opción y de libre configuración autonómica (LOMCE) en la ESO para el curso 2016/17, ya que por su carácter y naturaleza inequívoca y eminentemente práctica se corresponden manifiestamente con las materias optativas (LOE) reguladas en este aspecto por la Orden 12-06-2007 de 20 de junio, o se establezca esta como normativa supletoria hasta que la Consejería de Educación implante otra en el mismo sentido (destacando aquellas de naturaleza inequívoca y eminentemente prácticas Tecnología Creativa en 1º ESO, Taller de arte y Expresión en 2º ESO, Música Activa y Movimiento en 3º ESO y en 4º ESO dentro de sus dos opciones Artes Escénicas y Danza; Educación Plástica, Visual y Audiovisual; Música; Tecnología Robótica; Tecnologías de la Información y la Comunicación). Persiste el silencio de esta Consejería de Educación en tal sentido, dando a entender su interés en consolidar los recortes en el sistema educativo castellanomanchego.

¿Por qué decimos que se vulnera la normativa de los espacios? En el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de Edificación, se establecen las normas técnicas relativas a la seguridad estructural, la seguridad de utilización, la salubridad, la protección frente al ruido, el ahorro de energía y la seguridad en caso de incendio, fijando, entre otros requisitos, una ocupación de 2 metros cuadrados por persona en aulas infantiles, 1,5 metros cuadrados por persona en el resto de las aulas, y 5 metros cuadrados por persona en los espacios diferentes a las aulas como laboratorios, talleres, gimnasios, salas de dibujo, etc, por lo que en ningún caso se debería de vulnerar la normativa.

¿Cuáles son las consecuencias de todo esto? Lo que está claro es que tiene un efecto perverso sobre el profesorado pues nos lleva a un ambiente de frustración y estrés que en nada favorece al compromiso con el que se tiene abordar la labor docente, más bien al contrario, se crea un clima negativo y de defensa entre el profesorado ante tal despropósito. El profesorado tiene que «jugar al tetris» para poder meter todas las mesas en un aula, por no hablar de cuando se procede a la realización de un examen.

Para atender a las familias contamos en nuestro horario semanal con 1 hora complementaria; es una ardua tarea el atender a las familias de 150 alumnos en este periodo de tiempo, con lo cual estas se quedan desatendidas, ya que se hace muy difícil tener una reunión individualizada con ellos una vez al trimestre. Las familias no están atendidas y con ello se contribuye a su no participación en la Comunidad Educativa.

Si buscamos la calidad de la enseñanza esta pasa por la bajada de ratios en todas sus formas y niveles.