Redacción •  Actualidad •  07/05/2021

Greenpeace exige al Gobierno español mayor ambición climática tras el adelanto de los planes de descarbonización de Alemania

  • Merkel ha decidido aumentar sus objetivos de reducción de emisiones, tras la condena del Tribunal Constitucional alemán.
  • Alemania adelanta su descarbonización completa a 2045 y eleva su objetivo de reducción de emisiones para 2030 al 65%.
  • El plan recientemente aprobado por España prevé tan sólo reducir un 23% en 2030 y deja la descarbonización completa para 2050.
  • Greenpeace exige al Gobierno español que no espere a que los tribunales le fuercen a hacer lo mismo que al Ejecutivo alemán.
Greenpeace exige al Gobierno español mayor ambición climática tras el adelanto de los planes de descarbonización de Alemania

7 de mayo de 2020-. La lucha contra el cambio climático en Europa está viviendo cambios trascendentales, una vez que Alemania ha decidido aumentar sus objetivos de descarbonización tras la condena del Tribunal Constitucional alemán. Greenpeace considera que España, como cuarta economía de la UE, debe equiparar su ambición climática a lo que exige la ciencia, antes de verse forzada a hacerlo por los tribunales.

El Gobierno de Angela Merkel ha tardado apenas una semana en reaccionar a la sentencia del Tribunal Constitucional Federal de Alemania, que declaró parcialmente inconstitucional la Ley Federal de Protección del Clima porque los objetivos y medidas que contempla no son suficientes para proteger efectivamente los derechos fundamentales de los demandantes, apoyados por Greenpeace y otras organizaciones, frente a las consecuencias de la crisis climática, ni para cumplir con las obligaciones internacionales asumidas por el Gobierno alemán, como el Acuerdo de París.

Estos mismos argumentos son los que esgrimen en España Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, en su demanda ante el Tribunal Supremo contra el Plan Nacional de Energía y Clima del Gobierno español, que prevé una reducción de emisiones de tan solo un 23% en el periodo 1990-2030, y que deja para 2050 el plazo para bajar a cero las emisiones totales netas del país.

El Gobierno español debe tomar nota de lo que está pasando y no esperar a que sean los tribunales los que le obliguen a elevar su ambición climática, como ha sucedido en Alemania”, ha declarado José Luis García, responsable del área de Cambio Climático de Greenpeace: “Los precedentes de Alemania, Francia, Holanda o Irlanda, por poner sólo algunos ejemplos, muestran claramente que los tribunales están forzando a los Gobiernos a que pongan la protección de la vida de las personas por delante de los intereses económicos de los combustibles fósiles”.

La respuesta del Ministerio Federal de Medio Ambiente de Alemania a la sentencia del Tribunal Constitucional incluye las siguientes decisiones:

  • Un camino más rápido hacia la neutralidad climática en 2045 (en lugar de 2050)
  • Un objetivo mayor de reducción de emisiones para 2030 respecto a 1990: – 65% (el actual es de – 55%, el mismo que la Unión Europea).
  • Un nuevo objetivo para 2040: – 85-90%
  • Metas anuales específicas por sectores a partir de 2030 (con un mecanismo de revisión)
  • Y queda pendiente de determinar un mayor precio del CO2 (que afectaría a los sectores de calefacción y transporte) y objetivos mayores para nuevas instalaciones de energía eólica y solar.

Se espera que estas propuestas sean adoptadas formalmente por el Gobierno federal alemán el próximo miércoles y promulgadas por el Parlamento federal a finales de junio, por lo que este será uno de los últimos actos del Ejecutivo de Merkel antes de las elecciones generales en septiembre.

Greenpeace no considera que la respuesta del Gobierno alemán sea aún suficiente para adecuarse a las exigencias de la sentencia, pero es evidente que se ve forzado a dar un paso significativo en la dirección del Acuerdo de París, que debe arrastrar a otros países europeos como España.

Para la organización ecologista, Alemania debería comprometerse a una reducción de emisiones de al menos el 70% para 2030 respecto a 1990, España debería reducir al menos un 55% y todos los países europeos tendrían que lograr la neutralidad climática no más tarde de 2040. Esas son las reducciones de emisiones necesarias para contribuir proporcionalmente a evitar un calentamiento global de 1,5 ºC, objetivo del Acuerdo de París.


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