Síndrome de Estocolmo (Democracia* y fascismo**)

Vamos a ver ¿qué parte de la historia no se ha aprendido todavía en España? O ¿qué no entienden muchos de estas dos palabras: democracia y fascismo, que son totalmente incompatibles?

Tenemos el claro ejemplo de un grupo que ha creado un partido político bajo las siglas de VOX*** (VOZ) que está calificado por especialistas​ como de extrema derecha^, y que en este país, tanto algunos medios de comunicación como otras formaciones políticas están haciendo una labor de blanqueo de este partido, o dicho de otro modo, están haciéndonos creer que este partido no lleva en su ideología el fascismo, dando una imagen ramplona y descafeinada de lo que realmente hay tras esta formación, que no es otra cosa que el fascismo, la exaltación y defensa del franquismo, el ataque a las libertades, a la inmigración, al feminismo, a las autonomías, y a los partidos que ellos consideran antipatriotas. Esto es solo un breve resumen del programa de este “partido”.

Y lo peor es que en España parece estar calando fuerte en muchos colectivos el discurso patrio de estos personajes que muestras descaradamente lo que realmente son, y no podemos obviar ni mirar para otro lado y dejar de poner el nombre que les corresponde a estos energúmenos, que es el de fascistas, porque no son otra cosa.

Y es que entre el fascismo y la democracia existe una gran incompatibilidad, ni que decir tiene que son totalmente incompatibles, entonces ¿por qué se permite a todos los niveles que un grupo fascista campe a sus anchas humillando, denigrando e insultando a todo aquel o aquella, o a todos esos grupos o colectivos que no piensan como ellos?

Por eso no puedo entender que se le esté haciendo la cama a este “partido” y no se le haga el cordón sanitario como se le hace en el resto de Europa a estos partidos.

Esta y otras cuestiones sobre el auge de este partido fascista me llevan a pesar que en España, o hay mucha ignorancia, o mucho idiota, o la parte de la población que apoya, sigue y vota a este partido claramente fascista, por tanto, antidemocrático, y por ende anticonstitucional, sufre el famoso síndrome de Estocolmo****.

Y es que hoy más que nunca tenemos el deber de llamar a las cosas por su nombre, al fascismo hay que llamarlo fascismo y hacerle frente, porque el fascismo y la democracia son totalmente incompatibles, y si en este país se sufre el síndrome de Estocolmo por esos nostálgicos del régimen criminal que impuso Franco durante cuatro décadas, se les aplica el cordón sanitario y no se les permite que campen a sus anchas, además de ilegalizar a cualquier grupo, partido o fundación que exalte el franquismo y por tanto al fascismo.

*Democracia:

Del lat. tardío democratĭa, y este del gr. δημοκρατία dēmokratía.

1. f. Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos.

2. f. País cuya forma de gobierno es una democracia.

3. f. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes.

4. f. Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc. Vivir en democracia. U. t. en sent. fig.

5. f. Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de decisiones. En esta comunidad de vecinos hay democracia.

**Fascismo

El fascismo es una ideología, un movimiento político y un tipo de estado de carácter totalitario y antidemocrático; creado por el dirigente italiano Benito Mussolini, seguida por la Alemania del Tercer Reich de Adolf Hitler (1933) —que lo lleva a sus últimas consecuencias—​ y, cerrando el ciclo, la España de Francisco Franco.

***Ideología de VOX:
Su discurso incorporaría todos los elementos ideológicos que caracterizan a un partido de extrema derecha: nacionalismo, reacción al cambio cultural, nativismo y autoritarismo; así, sus propuestas en la dimensión cultural, relativas a la inmigración, la seguridad o la ilegalización de «partidos, asociaciones y ONG que busquen acabar con la unidad de España», son adscritas a esta posición del espectro político. Según Steven Forti, el recetario de propuestas de Vox está tamizado por una gruesa capa de ultranacionalismo español de matriz nacionalcatólica autoritaria, que se plasmaría en sus reivindicaciones territoriales en relación a Gibraltar, de la reivindicación de la dictadura franquista, de la mano dura contra el independentismo catalán, de la derogación de la Ley de Memoria Histórica y de la centralización del Estado y liquidación de la autonomía de las regiones. También es identificado como nacionalcatólico por Louie Dean Valencia-García.

Desde su fundación Vox se financia a través de las cuotas de sus afiliados y donaciones​ de pequeños empresarios y profesionales. Sin embargo, según el diario El País el partido fue fundado gracias a la aportación de un millón de euros por parte de la organización de exiliados iraníes, el Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI), de inspiración anticapitalista y contrario al actual gobierno de la República Islámica de Irán^{HYPERLINK «https://es.wikipedia.org/wiki/Vox_(partido_pol%c3%adtico)» \l «cite_note-108»}  y que formó parte de la lista de grupos terroristas internacionales.