Emergencia climática: ¿Reforma o Revolución? (II)
Las estrategias de mitigación
A pesar de sus ambigüedades el movimiento ambiental y los New Deal están amenazando con destruir el relato político que ha liderado el PaneI Intergubernamental del Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC).
En marcado contraste con un cuidadoso tratamiento de las causas y consecuencias del cambio climático el enfoque el IPCC recomienda políticas inspiradas en la ideología de los economistas neoclásicos que se subordinan todos los cambios a los procesos de acumulación capitalista.
Las pautas de mitigación del IPCC se circunscriben básicamente a dos dispositivos; uno, utilizar nuevos modelos informáticos (IAM) y, dos mantener las vías comerciales habituales (SPP). Estos modelos deliberadamente conservadores, descartan cualquiera alternativa que cuestione el poder de la gran empresa y hacen evaluaciones poco realistas de lo que se puede y debe hacer.
En general, los escenarios de mitigación incorporados por el IPCC: (1) suponen implícitamente la necesidad de perpetuar la hegemonía político-económica actual; (2) auspician un cambio tecnocrático basado en tecnologías que no existen o que no son factibles; (3) enfatizan los factores tecnológicos del lado de la oferta, en lugar de factores del lado de la demanda o de la reducción del consumo para reducir las emisiones; (5) dependen de las llamadas emisiones negativas, es decir capturar dióxido de carbono de la atmósfera; (6) suponen que el cambio será manejado por las élites gerenciales; y (7) postulan respuestas demasiado lentas.
A la hora de proponer soluciones realistas el IPCC recurre a las consabidas fórmulas mágicas (como el comercio de carbono) y a una tecnología barroca inexistente y / o irracional, Todos sus enfoques apuntan a que la sociedad siga viviendo con el modo productivo capitalista.
Los modelos de mitigación climática propuestos por este organismo de las Naciones Unidas promueven la plantación de bosques a gran escala, para después quemarlos y así para producir energía. Al mismo tiempo plantea capturar el dióxido de carbono de la atmósfera para almacenarlo en una suerte de secuestro geológico y oceánico.
En el hipotético caso que se llegara a implementar estas ideas, se requeriría una cantidad de tierra igual al territorio de dos Indias y una cantidad de agua dulce que se aproxima a la que actualmente utiliza la agricultura mundial.
La promoción de estos enfoques no son una casualidad, son ideas establecidas por el orden capitalista subyacente al que les sirven. En palabras del destacado climatólogo Kevin Anderson del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático del Reino Unido:
“El problema es que cumplir con el compromiso de 1.5 a 2ºC exige recortes de emisiones para las naciones ricas de más del 10% cada año, un dato que va más allá de las tasas consideradas posibles con el sistema económico actual. Al parecer, para remediar este atascamiento, los modelos informáticos tienen un papel importante, pero peligroso por ineficaces.
Detrás de una apariencia de objetividad, el uso de estos modelos informáticos ha profesionalizado el análisis de la mitigación del cambio climático sustituyendo la política por un formalismo matemático no contextual. Dentro de estos límites profesionales, los algoritmos sintetizan modelos climáticos simples, respaldados por una interpretación económica [ortodoxa] del comportamiento humano …
Por lo general, se utilizan modelos basados en axiomas de libre mercado. Los algoritmos integrados en estos modelos suponen cambios marginales cercanos al equilibrio económico y dependen en gran medida de pequeñas variaciones en la demanda resultantes de cambios marginales en los precios.
El acuerdo climático de París, por el contrario, plantea un desafío que está muy alejado de los equilibrios de la actual economía de mercado, en realidad propone un cambio inmediato y radical en todas los aspectos de la sociedad.
La realidad, enfatiza Anderson, es que “el modelo proporcionado por el IPCC son suposiciones de los economistas neoclásicos, basados en los requisitos del sistema capitalista de ganancias . Estos pautas no tienen sentido en el contexto de la emergencia climática actual y son peligrosas, ya que inhiben la acción en defensa del clima con el uso de una tecnología inexistente”.
Todo el proyecto de mitigación del IPCC, explica Anderson, han sido un «completo fracaso». De hecho, sus propuestas han dado como resultado que:
«Las emisiones anuales de CO2 han estado aumentado en aproximadamente un 70% desde 1990. Y dado que los efectos de emisiones son acumulativos y no lineales, el fracaso continuo de las soluciones conservadoras para mitigar las emisiones, nos lleva a la necesidad urgente de una reforma revolucionaria del sistema. Esta no es una posición ideológica; surge directamente de una interpretación científica y matemática del acuerdo climático de París».
Reconociendo la emergencia climática, el IPCC en su último informe se aparta un tanto de sus documentos anteriores y cambia levemente el enfoque incluyendo consideraciones del lado de la demanda.
Sin embargo, modelos de mitigación del IPCC, siguen siendo extremadamente limitado porque incorpora, a través de las IAM y las SSP, un crecimiento económico rápido al tiempo que excluyen toda política de contenido social.
Para algunos críticos – como Jason Hickel y Giorgos Kallis – un enfoque medianamente realista del lado de la demanda debe obligatoriamente limitar tanto los beneficios del capital como el crecimiento económico (los beneficios llegan a solo al 0,1 por ciento de la población mundial)
El camino está abierto
Los más probable es que en una primera etapa la auto-organización popular tendrá un carácter eco-democrática, que se delimitará a la creación de una alternativa energética unida a una transición justa. Pero este primer paso no contendrá una crítica sistemática al modelo capitalista de producción o consumo.
Sin embargo, si se logra desenmascarar el tupido velo de la ideología dominante el movimiento por el cambio climático y la lucha por la justicia social puede llevar a la gente a una concepción revolucionaria más integral,
Los “New Deal Verdes” están atados al “keynesianismo verde” porque con sus promesas de empleos ilimitados, de rápido crecimiento y de mayor consumo hacen imposible una solución real a la emergencia ecológica planetaria.
Un New Deal Verde medianamente creíble necesita un plan concreto para garantizar que los salarios no se viertan de inmediato en estilos de vida de alto consumo que terminarán por seguir aumentando las emisiones de gases invernadero (En el mundo actual quienes tienen un bueno ingreso consumen masivamente productos- basura que desechan rápidamente).
Lo que necesitamos es una transición que establezca límites estrictos a la extracción y que simultáneamente creen nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida y obtener satisfacción fuera de un ciclo de consumo permanente.
El camino hacia la libertad ecológica y social requiere abandonar un modo de producción basado en la explotación del trabajo humano y en la expropiación de la naturaleza y de los pueblos; un sistema que nos ha llevado a crisis económicas y ecológicas cada vez más graves y frecuentes.
La sobreacumulación de capital bajo el régimen del capital del monopolio financiero ha convertido el desperdicio – en todos los niveles- en parte integral del sistema. Se ha creado una sociedad en la que lo que es racional para el capital es irracional para la gente y la tierra.
Este sistema fabrica una cantidad increíble de productos inútiles solo para engrosar las cuentas de las grandes corporaciones transnacionales, y de paso despilfarra los recursos naturales en todo el mundo.
Por el contrario, la producción humana y las riquezas de la tierra deben utilizarse para expandir la libertad humana y satisfacer las necesidades individuales y colectivas asegurando un medio ambiente sostenible.
En la actual crisis climática, los países imperialistas son los que producen la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono contaminante per capita. Además, estos Estados, monopolizan la riqueza y la tecnología necesaria para reducir drásticamente las emisiones globales de carbono.
Por lo tanto, es esencial que las naciones ricas asuman la mayor carga para estabilizar el clima mundial, reduciendo sus emisiones de dióxido de carbono a una tasa del 10 por ciento o más al año.
Con un sistema imperialista que abre una brecha cada vez más grande entre los países ricos y pobres lo más probable es que el ímpetu revolucionario provenga del Sur Global, donde la crisis planetaria está teniendo efectos más crueles.
En la periferia del mundo capitalista el legado de la revolución es más fuerte. Cuba y Venezuela, por ejemplo, persisten en su camino a pesar de los despiadados ataques del Imperio
El papel de China es crucial y contradictorio. Siendo uno de los países más contaminados ha hecho más que cualquiera otra nación para desarrollar tecnologías de energía alternativa orientadas a la creación de “una civilización ecológica”.
Sorprendentemente, para la mentalidad capitalista, China goza de autosuficiente alimentaria debido a que la tierra es de propiedad social y la producción agrícola depende de pequeños productores que tienen una alta responsabilidad colectiva y comunitaria. El estado chino, y aún más del pueblo chino, será clave para determinar el destino de la tierra con la creación de una civilización ecológica.
Mientras tanto la revolución ecológica en camino enfrentará la hostilidad del sistema. En estas condiciones, la respuesta de la clase capitalista (resguardada por su retaguardia de la extrema derecha) será regresiva, destructiva y violenta
Un ejemplo es la administración de Donald Trump. Ha tratado de impedir el combate contra el cambio climático retirándose del Acuerdo de París y acelerando la extracción de combustibles fósiles.
En estas circunstancias solo una auténtica lucha revolucionaria, y no reformista, podrá detener la catástrofe que nos amenaza.
Una nueva era de cambios radicales
Es común en la literatura de la ideología liberal reinante, suponer que la sociedad está organizada en torno a las acciones individuales de sus componentes.
Los pensadores críticos presentan una opinión opuesta sosteniendo que los individuos son el producto de la estructura social. Una tercera visión considera que los individuos influyen en la sociedad y la sociedad influye en los individuos en un movimiento de ida y vuelta.
En contraste con estas ideas, en su mayoría liberales (que dejan poco espacio para una verdadera transformación social) la teoría marxista, estudia lo que el filósofo Roy Bhaskar ha llamado «el modo transformador de actividad social».
Para los marxistas los individuos nacen en un momento histórico particular y se socializan en una sociedad determinada (modo de producción), que establece los parámetros iniciales de su existencia. Sin embargo, estas condiciones objetivas y relaciones productivas subyacentes conllevan a la sociedad a contradicciones y crisis.
Atrapados en situaciones históricas que no son de su elección, los seres humanos, tienen espontáneamente a actuar a través de movimientos sociales (que reflejan su identidad de clase y otras identidades individuales y colectivas) para transformar las estructuras dando lugar a momentos históricos revolucionarios y rupturistas.
Al respecto Karl Marx escribió: «Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen tal como quieren; no lo hacen bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo circunstancias dadas y heredadas del pasado».
Las relaciones sociales existentes se convierten en cadenas para el desarrollo humano y en un período de crisis y de transformación se produce el derrocamiento revolucionario del sistema de producción. Marx también llamó a este proceso «metabolismo social de la humanidad y la naturaleza».
En las actuales condiciones la contradicción entre el capital y la naturaleza no tiene precedente en la historia. En la era del Antropoceno, la emergencia ecológica planetaria se superpone a una sobreexpropiación imperialista intensificada, creando una crisis económica y ecológica mundial.
La sobreacumulación del capital es el factor determinante de la crisis ecológica porque permanentemente impulsa al capital a buscar nuevas formas de estimular el consumo para mantener las ganancias. El resultado es una suerte de “Armagedón Planetario”, que amenaza no solo la estabilidad socioeconómica, sino la supervivencia de la civilización y de nuestra especie.
Para Naomi Klein, la explicación central es simple: «Marx escribió sobre la `grieta irreparable´ que produce el capitalismo con la naturaleza. Un sistema económico basado en liberar los voraces apetitos del capital destruirá los sistemas naturales de los que dependen la vida humana”.
Esto es exactamente lo que sucedió después de la Segunda Guerra Mundial, con la gran aceleración de la actividad económica y el consumo excesivo por parte de los países ricos que nos ha llevado a la consiguiente destrucción ecológica.
La sociedad capitalista ha glorificado durante mucho tiempo el dominio sobre la naturaleza. William James, el filósofo del pragmatismo, en 1906 sostuvo que «tenemos que reclutar un ejército preparado para conquistar y dominar la naturaleza».
Hoy, tenemos que revertir esta brutal idea y crear una nueva concepción moral. No necesitamos reclutar un ejército para conquistar la tierra, sino una auto organización para salvar el planeta, el único lugar del hábitat humano. Esto solo se puede lograr a través de un combate intransigente por la sostenibilidad ecológica y por una igualdad sustantiva que recupere los bienes comunes mundiales.
*** Cronología de las movilizaciones contra el cambio climático
Aquí hay una breve cronología del año pasado, centrada en las acciones climáticas en Europa y América del Norte.
Agosto de 2018: Greta Thunberg, de 15 años, comienza su huelga escolar fuera del Parlamento sueco.
8 de octubre de 2018: El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) publica un Informe especial sobre el calentamiento global de 1.5ºC que señala la necesidad de «transiciones de sistemas … sin precedentes en términos de escala». 4
17 de octubre de 2018: activistas de la rebelión de la extinción ocupan las oficinas centrales de Greenpeace en el Reino Unido y exigen la puesta en escena de la desobediencia civil masiva para abordar la emergencia climática.
6 de noviembre de 2018: Alexandria Ocasio-Cortez (Demócrata) es elegida como Representante del Congreso en una plataforma que incluye un New Deal verde. 5 5
13 de noviembre de 2018: miembros del Movimiento Sunrise ocupan la oficina del Congreso de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; El recién elegido Representante Ocasio-Cortez se une a ellos.
17 de noviembre de 2018: activistas de la rebelión de la extinción bloquean cinco puentes sobre el Támesis en Londres.
10 de diciembre de 2018: activistas del Movimiento Sunrise inundan las oficinas clave del Congreso del Partido Demócrata que exigen la creación de un Comité Selecto para un Nuevo Acuerdo Verde.
19 de diciembre de 2018: los miembros del Congreso en apoyo de un Comité Selecto para un Nuevo Acuerdo Verde asciende a cuarenta.
25 de enero de 2019: Thunberg le dice al Foro Económico Mundial: “Nuestra casa está en llamas … Quiero que actúes como si nuestra casa estuviese en llamas. Porque lo es ” 6.
7 de febrero de 2019: el representante Ocasio-Cortez y el senador Edward Markey presentan la Resolución Green New Deal en el Congreso. 7 7
15 de marzo de 2019: se producen casi 2.100 huelgas climáticas dirigidas por jóvenes en 125 países con 1,6 millones de participantes (100.000 en Milán, 40.000 en París, 150.000 en Montreal). 8
15-19 de abril de 2019: Extinction Rebellion cierra grandes partes del centro de Londres.
23 de abril de 2019: En declaraciones a ambas cámaras del Parlamento, Thunberg declara: “¿Escuchaste lo que acabo de decir? ¿Está bien mi inglés? ¿Está encendido el micrófono? Porque estoy empezando a preguntarme «. 9
25 de abril de 2019: los manifestantes de la Rebelión de la Extinción bloquean la Bolsa de Londres y se pegan en sus entradas.
1 de mayo de 2019: el Parlamento del Reino Unido declara una emergencia climática poco después de declaraciones similares de Escocia y Gales.
22 de agosto de 2019: el senador y candidato presidencial Bernie Sanders presenta el plan Green New Deal más completo hasta la fecha, proponiendo una inversión pública de $ 16.3 billones en diez años. 10
12 de septiembre de 2019: El número de copatrocinadores del Congreso de la Resolución Verde del Nuevo Trato llega a 107. 11
20 de septiembre de 2019: Cuatro millones de personas se unen a la huelga climática mundial, organizando más de 2.500 eventos en 150 países. 1,4 millones de protestas solo en Alemania. 12
23 de septiembre de 2019: Thunberg le dice a las Naciones Unidas: “La gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros se están derrumbando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva, y de lo único que puedes hablar es de dinero y cuentos de hadas del crecimiento económico eterno. ¡Cómo te atreves! ” 13
25 de septiembre de 2019: se publica el Informe especial del IPCC sobre el océano y la criosfera , que indica que muchas megaciudades bajas e islas pequeñas, especialmente en las regiones tropicales, experimentarán «eventos extremos al nivel del mar» cada año para 2050.
Fuente: Rebelión