22 y 23 de noviembre en Johannesburgo el G20
Donald Trump ha anunciado ya que no va a ir a la Cumbre del G 20, ¿por qué?: porque es en Sudáfrica, país cuyo gobierno ha denunciado al ente colonial “israel” ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio, y es que Trump, el estafador de la construcción que sabe de juicios y careos, quiere borrar los rastros que haya de justicia, para lo que, como método de distracción, ha añadido que Sudáfrica debería ser expulsada del G 20.
El mundo entero conoce los ataques de furia pistolera, chantaje, y cambio de parecer, si se reconocía en Biden a un anciano que sufría degeneración y pérdida de sentido y memoria, ¿qué se reconoce en el que le ha sustituido? Si las alarmas que crea se corresponden con el grupo de dirección del complejo industrial de la matanza y el Departamento de Estado, cualquier estudioso de las relaciones políticas del imperio tiene presente que las declaraciones contradictorias, cargadas de amenazas y saludos, indican desequilibrios que mantienen la desconfianza del resto en alarma permanente. Veamos lo que ha expuesto el sucesor de Biden: 1. Sudáfrica a denunciado a “israel”. 2. En Sudáfrica se está cometiendo un genocidio contra los “blancos”.
Veamos: Trump, un racista que hace gala de ello persiguiendo a los emigrantes en su país, defensor del establecimiento colonial que ha declarado en numerosas ocasiones que va a “desatar el infierno en Gaza”, y todas las barbaridades sobre el pueblo y su resistencia, que se ufana de haber mandado asesinar al general Soleimani, que se ha felicitado de asesinar a la dirigencia militar iraní, que ha atacado los establecimientos de energía atómica de Irán, que ha atacado al pueblo de Yemen, que es el mayor proveedor de dinero y armas al ente sionazi aprobando el genocidio y prometiendo convertir Gaza en un “resort”, que mantiene el ataque contra Venezuela y amenaza con una flota para llevar a cabo una invasión, que ha intentado invasiones antes, magnicidio, y sus encargados del crimen han asesinado en pocos días a más de 60 personas en aguas internacionales de la región, que ha impuesto 250 medidas sancionadoras más a Cuba sobre el bloqueo desde el año 1962, … éste personaje, que amenaza a China, en otras ocasiones a Rusia, que insulta a dirigentes y luego se reúne afablemente con ellos, se manifiesta desde su desequilibrio, que es, no se olvide el del grupo que él mismo representa, una cuadrilla de fieras como son los imperialistas.
El Presidente Sudafricano Cyril Ramaphosa respondió al mismo Donald en la misma Casa Blanca que no hay ningún análisis que sostenga tal acusación, que es un infundio y (propio de Trump) acusa sin pruebas. Mientras que la denuncia de Sudáfrica ante la CIJ contra el ente sionazi presenta pruebas harto evidentes, documentadas de manera exhaustiva y conocidas por todo el mundo, y las acusaciones son apoyadas por numerosos gobiernos, por los pueblos del mundo y hasta por la misma ONU.
La Cumbre de los días 22 y 23 de noviembre, en declaraciones del Presidente de Sudáfrica, tiene como fin “fomentar una arquitectura financiera internacional más estable, eficaz y resiliente, además de hacer frente a la desigualdad de la riqueza en el mundo”. ¿Tiene algo que decir el complejo industrial de la matanza humana, el departamento de la Casa Blanca, el grupito de financieros que le mueven los hilos al que le hacen bajarse los pantalones para que otros le besen el culo durante sus partidas de golf? En nombre de esos Trump nos deja ver sus dos problemas: la denuncia ante la CIJ, y el temor a que el orden que se viene levantando haga que los mandatarios estadounidenses sean cuestionados a presente y futuro como principales responsables del injusto reparto de la riqueza en el mundo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad
