Obispo dominicano con Trump y la invasión a Venezuela
«El Obispo dominicano Santiago Rodríguez evidentemente apunta a un mayor compromiso del Episcopado dominicano y latino-caribeño (CELAM) con la nefasta estrategia militar de EEUU en la región, cada vez más impregnada de ideas neofascistas.»
Miren esta nota periodística:
“El obispo de la diócesis de San Pedro de Macorís y Hato Mayor, monseñor Santiago Rodríguez, entiende que la situación que está viviendo Venezuela es algo fuera de control, alejado de todo lo que tiene que ver con libertad, humanidad, humanismo, sociedad y mucho menos pensar y hablar de democracia y ciudadanía.”
“Monseñor cree que cualquier intervención en procura de derrocar el caudillismo rampante y descarado que se viene consumando y consolidando por medio de los seudos liberalistas, socialistas, merece y vale la pena llevarse adelante, por lo que indica que otras potencias como la de los Estados Unidos deben dar una mano amiga para desterrar para siempre esta situación del hermano país”.
“Indicó que no se puede hablar de soberanía donde realmente impera el caudillismo desfigurado con la supuesta ideología del socialismo y, sobre todo, donde los pueblos vienen sufriendo con la presencia del comunismo, una realidad que han vivido los países de América Latina en otras épocas.” (Diario HOY /Iván Santana, octubre 31, 2025)”
Monseñor Santiago Rodríguez es un miembro de la Conferencia Episcopal Dominicana y Obispo de Asuntos Económicos del CELAM, que agrupa todas las Conferencias Episcopales de Nuestra América.
En adición a esa postura a tono con la actual invasión militar de EEUU en el Caribe y con los planes de Donald Trump y del Comando Sur del Pentágono, el semanario CAMINO (edición 2312, órgano de la Conferencia Episcopal Dominicana, publicó una décima de respaldo a María Corina Machado, firmada por Jhonny Lama y un editorial pro invasión.
Esto -sin que todavía se conozca la posición oficial de la Conferencia del Episcopado Dominicano- indica una pérfida tendencia a comprometer la alta jerarquía católica con una operación criminal del Pentágono EEUU extremadamente sangrienta y de hecho implica un respaldo del Obispo Santiago Rodríguez a los asesinatos ya cometidos con los bombardeos a pequeñas lanchas.
El reclamo y la justificación de la agresión militar de EEUU -apelando a un anticomunismo de la guerra fría y asumiendo la narrativa neofascista contra Venezuela y los países soberanos de la región-, incluye la petición a otras potencias imperialistas de asumir a sangre y fuego el propósito de “desterrar para siempre” el proceso de autodeterminación de Venezuela y sus bases constitucionales inspirada en las ideas de libertador Simón Bolívar y del Comandante Chávez.
Su pronunciamiento coincide con la llegada de la nueva embajadora estadounidense, designada por Donald Trump, Leah Francis Campos, en su condición de súper agente de la CIA, portadora de similares compromisos ultraconservadores y guerreristas, destinado a aplastar el proceso de nueva independencia en marcha en Nuestra América y a controlar militarmente las enormes riquezas naturales de nuestra región.
El Obispo Santiago Rodríguez y el semanario CAMINO, evidentemente apuntan a estimular una mayor beligerancia pro-imperialista de la cúpula católica reaccionaria de Venezuela y a un mayor compromiso del Episcopado dominicano y latino-caribeño (CELAM) con la nefasta estrategia militar de EEUU en la región, cada vez más impregnada de ideas neofascistas.
El Obispo de San Pedro de Macorís y Hato Mayor destila hiel contra la Venezuela chavista y guarda silencio frente el holocausto sionista contra el pueblo palestino.
Calla las crueles represiones en Perú y Ecuador, el neofascismo de Trump y Milei, el neoliberalismo rampante en las neo-colonias, los ecocidios causados por las grandes potencias capitalistas, y las consecuencias de la guerra global infinita desatada por EEUU contra la humanidad, que tantas vidas y sufrimientos ha causado a lo largo y ancho del planeta
Esa actitud no tiene nada que ver con el ejemplo de Cristo. No sigue sus huellas.
Eso no es cristianismo auténtico, mucho menos teología de la liberación.
Nada tiene que ver con los llamados a la paz del Papa Francisco ni del nuevo Papa. Incluso el Papa Francisco tuvo una actitud muy digna frente a la Venezuela presidida por Maduro.
Esa conducta no es propia de un pastor de almas.
Es el uso de la condición de Obispo para respaldar causas criminales.
Es el empleo de la religión para favorecer a un imperialismo campeón en terrorismo de estado y para facilitar injusticias y opresiones.
Es teología de la dominación, trumpismo, neofascismo…
Yo respeto la libertad de creencias, agradezco la solidaridad del cristianismo revolucionario en momentos de alto riesgo para mi vida, he compartido -y comparto- muchas luchas y causas justas con sacerdotes, monjas, obispos, pastores y creyentes católicos y de otras religiones. Pero esta actitud de Santiago Rodríguez es inaceptable y merece el mayor repudio posible, con la altura de quienes procuramos defender la verdad y la dignidad humana.
