Palestina, Sáhara Occidental, Venezuela, Cuba, son víctimas del orden unipolar del Imperio Yanqui
Vivimos en mundo unipolar gobernado por sociópatas, psicópatas y anormales, la ultraderecha ha llegado nuevamente a su punto de degeneración máximo, la última vez que ocurrió nos llevaron a la segunda guerra mundial, a un Holocausto, y a la guerra con más víctimas que la humanidad ha conocido.
Existe un genocidio en Palestina perpetrado por Israel gracias al apoyo de EEUU, también la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte de un Marruecos apoyados también por EEUU e Israel. Los aliados de EEUU pueden saltarse la legalidad internacional, no cumplir las resoluciones internacionales y ocupar territorio ilegalmente sin ningún tipo de consecuencias, ni sanciones, ni bloqueos, ni intervenciones militares para salvar a un pueblo masacrado.
Los EEUU no se dedican a ayudar a nadie, no exportan democracia, los EEUU se dedican a poner gobiernos títeres, no importa que sean falsas democracias controladas desde la embajada americana, o dictaturas, lo importante es la total sumisión a Washington y sus intereses, más bien los intereses de sus multinacionales.
Venezuela, Palestina o el Sáhara Occidental son víctimas de los matones Trump y Netanyahu y sus mamporreros.
Venezuela y Palestina son trincheras donde defender la libertad, la soberanía y la dignidad de los pueblos frente al matón Donald Trump o el genocida Benjamín Netanyahu.
Trump no es un pacifista, es todo lo contrario, no ha presentado un acuerdo de Paz en Palestina, ha amenazado con permitir que Israel termine el GENOCIDIO en Palestina, amenaza con permitir que se desate el infierno sobre la tierra y Netanyahu termine el exterminio del pueblo palestino. Como amenaza, agrede y tortura a Venezuela porque quiere sus enormes riquezas.
Los EEUU llevan décadas tratando de hacer caer al gobierno venezolano para colocar un gobierno títere que le entregue el petróleo y los recursos naturales al Imperio Yanqui. Trump ha dado un paso más mandando sus barcos de guerra y amenazando con una invasión con la falsa y ridícula excusa de la lucha antidroga.
La oposición venezolana cuenta con dos aliados importantes, los EEUU e Israel, los mismos que son culpables del genocidio en Palestina, los mismos que amenazan la paz mundial con sus acciones, los mismos que no respetan ni los derechos humanos, ni la legalidad internacional.
Recordemos que la líder opositora María Corina Machado pidió al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, una intervención militar en Venezuela, pidió por carta a Benjamín Netanyahu la intervención de Israel en Venezuela y ha pedido en repetidas ocasiones una invasión norteamericana a territorio venezolano, la alta traición llevada a su máxima expresión.
Netanyahu es un aliado, no sólo de Estados Unidos sino de grupos fascistas como el liderado por María Corina Machado; quien sostuvo encuentros con representantes del partido Licud través de la célula Vente Venezuela.
En el año 2018, María Corina Machado dirigió un escrito a Mauricio Macri líder de la ultraderecha argentina, pidiendo ayuda a Israel para derribar al gobierno en Venezuela. En aquella carta hablaba de la necesidad de acabar con el gobierno venezolano, con la solicitud específica de un «cambio imperante».
La oposición venezolana tiene unos lazos innegables no solo con el Estado SIONISTA y genocida de Israel, y con Netanyahu condenado por el tribunal internacional por crímenes de lesa humanidad, también con toda la ultraderecha fascistas que tiene hoy como líder a Donald Trump y como capital a Washington.
Entre los años 2018 y 2020 María Corina Machado promovió una campaña insólita para que en Venezuela interviniesen por la fuerza tropas extranjeras y dieran un golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro, jornadas que un sector de la oposición prefiere olvidar por conveniencia política.
Pero la evidencia delata a la lideresa de Vente Venezuela. Sus alocuciones, peticiones públicas, alegatos y entrevistas a medios nacionales e internacionales son testimonio de que Machado presionó insistentemente a favor de una invasión militar foránea sobre Venezuela, basada en la manipulación de los derechos humanos y bajo el pretexto utilizado ahora por Donald Trump de que el Gobierno Bolivariano era una organización criminal.
Nada nuevo bajo el sol la estrategia contra Venezuela y la revolución Bolivariana lleva años marcada, su soberanía no es admisible para el Imperio y para los poderes económicos. Por eso en 2002 dieron el golpe de Estado que orquestó la patronal venezolana con funcionarios de España y EEUU colaborando en el plan que les permitiría poner un gobierno títere a las órdenes de las multinacionales y de los intereses norteamericanos.
Los enemigos de Venezuela, de Cuba o del Sáhara Occidental son los mismos que continúan el GENOCIDIO en Palestina y que todos los días desconocen la legalidad internacional y violan los derechos humanos.
La verdadera izquierda tiene un deber internacionalista irrenunciable, decir la verdad, condenar las injerencias, las amenazas, los bloqueos, las sanciones, las torturas a los pueblos que deciden tomar las riendas de su destino y defender su soberanía en cualquier lugar del mundo.
Europa no puede dar lecciones de derechos humanos, nadie con dos dedos de frente puede ver a UE como garantía de nada después de ver su posición con respecto a su genocidio en Gaza, en contraposición a su actuación como pagafantas en Ucrania.
Lo que significo Hugo Chávez en vida, “para saber quién era Hugo Chávez debemos fijarnos en quienes lloran su muerte y en quienes la celebran”, lo mismo pasa con quienes defienden y atacan al proceso Bolivariano. Nos guste o no el pueblo venezolano tiene derecho a decidir o su destino sin injerencias extranjeras.
Venezuela manda ayuda humanitaria al pueblo palestino, también al pueblo saharaui, mientras la oposición venezolana aplaude y apoya a genocidas mientras pide una intervención militar contra su propio pueblo.
El pueblo saharaui también es un pueblo refugiado, exiliado por la guerra y la ocupación extranjera. En los campamentos de población refugiada de Tinduf (Argelia), miles de saharauis ansían regresar a sus hogares. El exilio no puede ser una situación permanente. Muchas generaciones sólo conocen de su tierra lo que les han contado sus antecesores. La hammada argelina es una de las zonas más inhóspitas del Planeta, donde se encuentran estos campamentos.
Los campamentos de Tinduf sobreviven, principalmente, por la ayuda proveniente de la cooperación internacional.
¿Quién responderá por toda la sangre que se esta derramando?, la que seguirá regando el suelo de Palestina y también del Líbano, en Siria, Sudán, Libia, Iraq…
Nadie hace nada por los niños que van a seguir siendo asesinados, por todos los detenidos y torturados, por la familias destrozadas, por las casas demolidas, por las detenciones arbitrarias.
¿La comunidad internacional seguirá dando la espalda al horror?. ¿Otra vez la comunidad internacional seguirá permitiendo el genocidio de un pueblo?.
No podemos guardar silencio ante la barbarie de Israel con la colaboración necesaria de EEUU, Alemania, Francia, Reino Unido y el resto de mamporreros. Los pueblos de Europa estamos muy por encima de nuestros cobardes y vendidos mandatarios. Los pueblos no obedecen a las órdenes del Imperio, ni de los poderes económicos controlados por el SIONISMO internacional manteniendo a la clase trabajadora mundial en la pobreza. Si los gobiernos callan y otorgan, los pueblos debemos gritar y apoyar la resistencia de los pueblos dignos.
En las redes sociales tratan de justificar a Israel y blanquear el GENOCIDIO. No puede llamarse guerra un conflicto donde se han asesinado más niños que hombres y mujeres juntos, no puede llamarse guerra un conflicto contra civiles, porque eso es un GENOCIDIO de manual, un HOLOCAUSTO, una limpieza étnica que busca el exterminio de todo un pueblo para robarles sus tierras, y sus casas, como los NAZIS hicieron con el pueblo judío en Europa.
Netanyahu no es mejor que Hitler, ni el SIONISMO mejor que el NAZISMO, las ideologias supremacistas siempre son el enemigo de toda la humanidad.
La historia se repite, solo cambian víctimas y verdugos. La estrategia israelí es tratar de acusar a los antisionistas de antisemitas, es como decir que ser antinazi es ser antigermanico, o antifranquista es ser antiespañol, una burda defensa con el que pretenden tener barra libre para exterminar a todo un pueblo.
Israel no podría seguir adelante con el GENOCIDIO en Palestina si las redes sociales como TIKTOK, FACEBOOK, INSTAGRAM, X, no estuviesen CENSURANDO la verdad de lo que ocurre, permitiendo bulos y mentiras, tapando las pruebas de la masacre mientras colaboran en el blanqueamiento y la justificación de la masacre de Israel en Palestina, o de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, o sobre las agresiones y amenazas de EEUU a Venezuela.
Para saber dónde estar basta con ver a quien tienes enfrente.
