Mirar para otro lado ante un genocidio es como renunciar a ser humano

No soy creyente, no tengo la necesidad de temer un castigo divino, tampoco de desear un premio después de la muerte, considero que tratar de hacer lo correcto, de ser justo, de tener empatía, forma parte de los valores humanos.

Hamás y el SIONISMO representan un fanatismo religioso incompatible conmigo, pero lo intolerable, lo imperdonable, la barbarie es el GENOCIDIO del pueblo palestino por parte del SIONISMO israelí, la religión es solo una disculpa para aquellos capaces de todo por dinero.

Donald Trump declaró la guerra económica al mundo, EEUU apoya el GENOCIDIO palestino y al criminal condenado Benjamín Netanyahu, y quiere el premio Nobel de la Paz como buen megalómano comparable a Nerón, Calígula o Hitler.

Hamás es una organización de resistencia a la ocupación ilegal de territorios palestinos por parte de Israel, Benjamín Netanyahu ha reconocido que Hamás fue financiado y apoyado por Israel, con el objetivo de dividir a los palestinos, de provocar una guerra civil el Palestina, y de debilitar al gobierno palestino y hacer imposible la creación del un Estado palestino. 

Además de que tenían la coartada perfecta para comenzar la limpieza étnica, la lucha contra el terrorismo islámico que el propio Israel y los EEUU se han dedicado a financiar en Palestina, en Siria, en Iraq, en Libia, en Afganistán, la disculpa que el SIONISMO buscaba para el GENOCIDIO de todo el pueblo palestino.

EEUU e Israel no tienen la razón, no tienen el derecho, no tienen valores humanos, no tienen respeto por la legalidad internacional, lo que tienen son la fuerza bruta y la falta de humanidad.

Israel miente siempre, dice que los activistas de la Flotilla humanitaria entraron ilegalmente en Israel, otra nueva falsedad, todos esos activistas fueron secuestrados en aguas internacionales saltándose como siempre la legalidad internacional.

El patriotismo del PPVOX está con el poder y el dinero, por eso lame las botas al SIONISMO GENOCIDA de Benjamín Netanyahu y ponerse de rodillas ante el fascismo de Donald Trump Trump con sede en Washington.