El fuego de Prometeo y la caja de Pandora

Los cuatro elementos primordiales de la antigua Gracia eran el aire, la tierra, el agua y el fuego, los tres últimos compartidos por las milenarias civilizaciones china e india. China, además, incluía como elementos fundamentales el metal y la madera e India el vacío y también el aire.

Cuenta el mito heleno que Prometeo robó el fuego a las divinidades olímpicas para dárselo a los seres humanos, a los que enseñó a utilizarlo. Zeus, el dios supremo cogió un cabreo de mil demonios, enviando a Pandora con su caja repleta de males de todos los colores para chinchar a los humanos. Al abrir la caja la jodida y traviesa Pandora, todo lo nefando se esturreó por la Tierra.

Estos dos primeros párrafos son de aliño, para ensalzar las virtudes eruditas wikipedianas del autor y para solaz intelectual de las y los lectores ávidos de cultura clásica.

Vamos a la rabiosa actualidad. España está en llamas como todos los veranos, mientras que las autoridades de la derecha extrema y de la extrema derecha se lavan las manos como Pilatos e invierten en burda tauromaquia, galas estivales de cantantes casposos y eventos religiosos de medio pelo, privatizando mientras tanto la sanidad, la educación y todo aquello que huela a público y necesario para las gentes trabajadoras. Los bomberos hay que contratarlos, sin experiencia, en Infojobs de la noche a la mañana.

Si se critica la ineficacia e incompetencia de los próceres peperos y voxeros, la culpa siempre es de los bolcheviques, el colectivo LGTBIQ+ y la inmigración de tez oscura. Y España es feliz con esas justificaciones tan adorables e incoherentes. Los sondeos demoscópicos les dan la razón: la mayoría son/somos gilipollas.

A esa gilipollez estadísitica y bipartidista, el PSOE y el gobierno sociosumarista esgrime el vacío absoluto: pactos inanes y los tuits incendiarios del inefable ministro Puente.

Lo suyo hubiera sido intervenir Galicia y Castilla y León, con artículo 155 o a las bravas, como antes la Comunidad Valenciana tras la mortífera DANA o la Comunidad de Madrid cuando morían como chinches las personas mayores durante la Covid gracias a las políticas restrictivas de corte ayusista. Por nada o por nimiedades pseudoconstitucionales se intervino Catalunya.

Pero al PSOE le tiembla el pulso cuando tiene que gobernar de verdad. Piensa que la incompetencia de PP y Vox le rendirá beneficios electorales. Craso error. Los cañones mediáticos de las derechas anularán cualquier forma de pensamiento crítico de las masas en bañador playero o piscinero. Demasiado tienen en que reflexionar para el otoño doméstico que viene más que crudo en cuestiones de trabajo, vivienda, sanidad y educación. Tomemos la siguiente caña en la taberna de Ayuso y ya veremos como salimos del atolladero vital inminente.

Las derechas sacan rédito de cualquier conflicto si las izquierdas no hacen políticas de izquierdas. Las derechas reducen todo conflicto social a un maniqueísmo de blanco y negro. Las derechas transforman los problemas acuciantes en oportunidades para distorosionar la realidad a su favor. Las derechas evisceran la capacidad de pensar con automatismnos dialécticos de solución facilísima.

PP y Vox son irresponsables por naturaleza: mienten por convicción e interés, ocultando los conflictos reales bajo narrativas y discursos ideológicos que tiñen la verdad de ecuaciones de simpleza radical.

Politizar la realidad requiere acceder con criterio propio a la complejidad. Y PP y Vox saben muy bien que las gentes trabajadoras no tienen tiempo para reflexionar con detenimiento acerca de la complejidad social en la que viven.

Vivir el día a día exige respuestas inmediatas. Y la visión de túnel de las urgentes necesidades elaboran respuestas instintivas para resolver como puede los requerimientos cotidianos. Poco tiempo queda para elaboraciones demasiado concienzudas. El tiempo que queda es para cañas, consumir bagatelas, ver películas en Netflix y mirar los partidos de fútbol que inundan nuestras pantallas posmodernas.

El espacio político se hace tan estrecho que solo se atisban resquicios para soflamas pirómanas de PP y Vox y palabras insustanciales del PSOE y sus adláteres. 

España está en llamas e Israel está cometiendo un genocidio atroz en Palestina. ¡Y a mí que me importa! ¡Maldito Prometeo! ¡Zeus, por favor, mete al PP y Vox en la caja de Pandora y entiérrala en el Hades (consultar Wikipedia)!