¡Paremos el genocidio contra el pueblo adivasi en India!

Una operación represiva a gran escala ha sido desplegada en el centro de India desde inicios de 2024, la “Operación Kagaar”. Una operación que, bajo la excusa de acabar con la insurgencia naxalita y afirmando que quería traer “paz” y “progreso”, ha permitido militarizar masivamente la zona, negar todos los derechos democráticos fundamentales, llevar adelante múltiples detenciones y asesinar masiva e indiscriminadamente a la población local, el pueblo adivasi. Todo ello, con un objetivo: entregar los recursos minerales de la zona a las grandes corporaciones extranjeras e indias. La Operación Kagaar inició con una primera víctima mortal: un bebé de 6 meses asesinado por un balazo de los paramilitares mientras era amamantado.
Todo esto ocurre en lo que grandes medios de comunicación llaman “la democracia más grande del mundo”, que en realidad, es un país donde diferentes pueblos y minorías son brutalmente reprimidas para mayor beneficio de las grandes corporaciones. Este es el caso del pueblo adivasi, mayoritariamente formado por campesinos indígenas que viven principalmente entre los estados de Chhattisgarh y Telangana, donde se concentra una gran riqueza mineral.
Con el objetivo de saquear estos ricos recursos mineros, y en el proceso, expulsar a los campesinos adivasis de sus tierras ancestrales, el Estado indio lleva años desplegando su poderío policial, paramilitar y militar, construyendo decenas de campamentos y desplegando decenas de miles de tropas. La lista de crímenes cometidos es interminable: operaciones de búsqueda y captura, asesinatos, tiroteos indiscriminados, intentos de silenciar las voces de aquellos que se alzan contra estos crímenes y opresión; bombardeos aéreos con drones contra la población civil; múltiples violaciones de mujeres adivasis e incluso su posterior asesinato; desplazamientos masivos de población local y destrucción de su medio de subsistencia. Los crímenes son llevados a cabo por policías y paramilitares, que lejos de velar por la seguridad o por el cumplimiento de la ley, se han convertido en la punta de lanza de defensa de las corporaciones y sus intereses en la región. Sólo en el año 2024 fueron asesinadas más de 300 personas, más del 80 por ciento en Bastar. Este fue el año más sangriento en la zona desde la Rebelión de Bhumkal de 1910.
A esto se le añaden detenciones y torturas de numerosos activistas que se oponen al saqueo corporativo. Son numerosos los casos de activistas en defensa de los derechos democráticos, intelectuales, periodistas que bajo detención de las autoridades indias han sufrido tortura, a consecuencia de ella un empeoramiento muy pronunciado de su salud, o incluso la muerte. El caso más conocido fue el del afamado intelectual G.N. Saibaba, detenido en una celda de aislamiento durante 10 años, con todo tipo de atenciones médicas denegadas y que murió a consecuencia del brutal maltrato y negligencia sufridas en prisión. Es decir, fue asesinado por el Estado indio. Este caso fue incluso protestado por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Incluso ha habido asesinatos bajo custodia, como Stan Swamy o Pandu Narote. Estos prisioneros son prisioneros políticos, no han cometido crimen alguno. Su único “delito” ha sido enfrentarse a la opresión, a la injusticia y a la impunidad de las corporaciones en su saqueo, desplazamiento y masacre del pueblo adivasi. Organizaciones enteras han sido ilegalizadas, como es el caso de Moolvasi Bachao Manch, plataforma adivasi que denuncia los crímenes cometidos contra su pueblo, que fue ilegalizada a finales de 2024.
Los procedimientos del todo arbitrarios y antidemocráticos del Estado indio son bien conocidos: ha sido ampliamente denunciado como la Agencia Nacional de Investigación (NIA por sus siglas en inglés) y la Ley de Prevención de Actividades Ilegales (UAPA), por lo que se persiguen las simples ideas, con la que se justifican detenciones durante años sin proceso judicial en activo, y un sin fin más de ilegalidades y atentados contra los derechos democráticos del pueblo que han sido ampliamente denunciados y e incluso refutados en múltiples sentencias judiciales.
Lejos de ser la “democracia más grande del mundo”, India es una de las mayores cárceles del mundo, para los pobres, campesinos, oprimidos, defensores de derechos y diferentes pueblos y minorías oprimidas, como pueden ser los musulmanes, duramente atacados y discriminados por el Estado indio, que muestra un brutal supremacismo nacionalista y religioso hindú, o el caso que denunciamos aquí de los adivasis. El genocidio contra el pueblo adivasi ocurre de forma casi silenciosa a nuestros ojos. Estos crímenes son ocultados por los grandes medios del Estado español. Pero son bien conocidos por el gobierno actual y eran bien conocidos por los gobiernos anteriores. Aun así, el gobierno actual, que presume de ser el más progresista de la historia, decidió embarcarse en la lucha por un megacontrato para las grandes corporaciones españolas e intentar ganar la adjudicación de construcción de submarinos de guerra para el estado indio. El propio Pedro Sánchez se reunió con el primer ministro fascista, Narendra Modi, en octubre del año pasado.
Por todo lo expuesto, pedimos a todas las entidades, colectivos, organizaciones, partidos e individuos que estén en contra de los genocidios de los pueblos oprimidos, sea en Palestina, en India o en cualquier lugar del mundo, a que manifiesten su desacuerdo, que firmen este manifiesto y que contribuyan a las movilizaciones y la lucha contra los crímenes de guerra cometidos por el Estado indio.
¡PAREMOS EL GENOCIDIO DEL PUEBLO ADIVASI!
¡DEFENDAMOS LOS DERECHOS DEMOCRÁTICOS DEL PUEBLO ADIVASI!
¡PROTESTEMOS CONTRA LOS CRÍMENES COMETIDOS POR EL ESTADO INDIO!
¡FUERA LAS GRANDES CORPORACIONES DE INDIA!
Campaña Estatal contra la Operación Kagaar y el genocidio al pueblo adivasi.