Instituto Samuel Robinson •  Opinión •  05/11/2020

La deriva del Imperio estadounidense, más allá de las elecciones

Las elecciones presidenciales en los EE.UU. marcan un nuevo hito en un panorama signado por el declive de su posición como potencia mundial. Bajo la presidencia de Donald Trump la imagen de poderío indiscutido del Imperio estadounidense, a nivel militar, político y económico, ha caído por los suelos, corriendo la misma suerte toda una reputación artificialmente construida sobre los
EE.UU. como la supuesta nación modélica del mundo occidental.

El panorama: La violencia policial (de rasgos raciales) de los últimos meses, la oleada interminable y destructiva del coronavirus, el conflicto institucional permanente entre Trump y las principales ramas del gobierno estadounidense, dibujan un país inviable. Demostración de ello es el propio clima electoral del tres de noviembre, donde la incertidumbre y la desconfianza en el sistema auguran un ciclo de inestabilidad prolongado.

Ideas: Un artículo publicado recientemente por el académico estadounidense William Smith en Responsible Statecraft (publicación del Quincy Institute for Responsible Statecraf), destaca que la formación imperial de los EE.UU. ha sido un factor decisivo en su deriva interna. “Muchos halcones estadounidenses no logran captar una de las reglas más axiomáticas de la historia: cuando una república se convierte en imperio, deja de ser una república”, precisa Smith. A profundidad: Según el autor, en los EE.UU. se ha configurado un estado de seguridad nacional ligado a las contratistas de defensa, alimentadas por las constantes aventuras militares extranjeras con perfil imperial, con capacidad de
subvertir la separación de poderes, las libertades civiles y otros principios básicos establecidos en el nacimiento de la República estadounidense en el siglo XVIII Y XIX.

Para Smith, las guerras imperiales de los EE.UU. han cambiado la estructura de funcionamiento político del país, incorporando al trato de la ciudadanía lógicas y dispositivos propios de las campañas bélicas ejecutadas contra países soberanos. Destaca especialmente las intervenciones punitivas contra Siria y Libia, y precisa cómo estas expediciones imperiales han modificado la naturaleza del Estado: El instrumento de denominado “Autorización para el uso de la fuerza militar” (AUMF) ha debilitado el papel del Congreso, convirtiéndolo en apéndice del estado de seguridad nacional y suspendiendo sus prerrogativas constitucionales.

Las tecnologías de vigilancia e inteligencia artificial creadas para combatir a “grupos terroristas” en el extranjero, están siendo utilizadas para atacar a Trump y beneficiar a Biden.

Las agencias de seguridad tales como el FBI, la NSA, entre otras, no
responden a los intereses de la ciudadanía, sino a los intereses del Imperio.

Las tácticas militares utilizadas en guerras imperiales, incluyendo dispositivos como drones y vehículos blindados, se han incorporado al trabajo de los servicios de policías para contener las protestas.

Por qué es importante: Las elecciones estadounidenses, a la luz de lo explicadopor Smith, no se desarrollan en el marco de funcionamiento de un país normal, donde distintos líderes, partidos y organizaciones buscan ganar el apoyo de la ciudadanía para acceder posiciones de poder y desde allí aplicar un programa político determinado. En el caso de los EE.UU., no se dirime la figura que gobernará la Casa Blanca, sino los intereses corporativos y económicos que dominarán el futuro del Imperio, en contra del derecho internacional vigente pero también en contra de los propios norteamericanos.

Caracas 03/11/2020

¿Qué conclusiones nos van dejando las elecciones en EE.UU.?

La noche de las elecciones presidenciales en EE.UU. se desarrolló bajo un clima de incertidumbre y agitación sobre los resultados finales en algunos de los estados clave que definirán la contienda.

Distintas proyecciones mostraron un panorama de altibajos donde Joe Biden asumió la delantera durante la primera fase del conteo, pero también a un Trump pintando de rojo buena parte del mapa a final de la jornada, expresando el alto nivel de polarización que rodea la disputa por la presidencia.

El dato: Trump mejoró notablemente su votación en Florida, consiguiendo sus estratégicos 29 votos electorales cómodamente. El aumento de su caudal de votos ha sido importante, mejorando el margen de victoria a 1,2% frente al candidato demócrata Joe Biden en comparación con la contienda de 2016, cuando una votación extremadamente cerrada decidió la justa electoral a favor del republicano.

La clave: Contrario a la proyección de la mayoría de las encuestas que daban a Biden la posibilidad de un giro electoral, Trump ha mantenido los estados Ohio e Iowa. En estos dos estados resultó vencedor el republicano en 2016 y son clave en las aspiraciones presidenciales de este año.

Factores: Trump también mantiene la ventaja en Carolina del Norte, un estado que al otorgar 15 votos electorales fue incluido como una de las prioridades de la campaña de Joe Biden para mantener con vida su aspiración presidencial. Trump no sólo parece encaminado a ganar este estado, sino que se proyecta como vencedor, nuevamente, en la franja del Rust Belt y la parte superior del Medio Oeste, espacios determinantes para dirimir al vencedor.

Panorama: En un discurso al final de la noche, Trump alineó a sus seguidores bajo la narrativa del “fraude electoral” y amenazó con ir a la Corte Suprema para intentar detener el conteo de los votos por correo que hayan quedado rezagados o que todavía estén en tránsito de llegar a los centros de votación. A su vez Biden, que también emitió un discurso frente a sus seguidores, se mostró optimista con la posibilidad de una victoria en la recta final, una vez se publique el conteo total de votos en estados clave como Pensilvania, Michigan y Georgia.

Detalles: Las elecciones han dejado desvelado otro conjunto de elementos y factores que son esenciales para entender los cambios de la base de apoyo de Trump, más allá de los estereotipos construidos por los medios tradicionales, según datos presentados por The Hill: Trump elevó su apoyo entre las mujeres blancas del país de un 9% a un 11% en comparación con 2016.

También aumentó el apoyo en un 18% entre los hombres negros, un 5% más que lo alcanzado en 2016.

El apoyo general de los afroamericanos aumentó de 8% a 12% para el candidato republicano.

Entre los latinos, Trump alcanzó un 32% de apoyo, 4% más que en 2016.

Otras variables: Según las proyecciones de Fox News a esta hora, Biden lleva la ventaja en estados clave como Arizona, Nuevo México, y actualmente puntea en Michigan y en Wisconsin, una tendencia que no luce lo suficientemente sólida. De mantenerse estas victorias en el suroeste del país, Trump se vería obligado a mantener Michigan y Wisconsin para revalidar un nuevo mandato en la Casa Blanca.

Sin lugar a dudas Trump pareciera con mayores posibilidades, pero los votos electorales de estos estados del Rust Belt lo definirán todo.

Caracas 04/11/2020


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