Ayme Román •  Vídeos •  04/07/2025

Por qué NADA tiene SENTIDO: del Nihilismo al Neofascismo 

¿Por qué ya nada tiene sentido?

La crisis política que atravesamos es también —y quizás sobre todo— una crisis de sentido. Tanto las comunidades como las grandes narrativas (que nos ofrecían un marco común para interpretar el mundo) se han ido desintegrando. Frente a una vida atravesada por la incertidumbre y la precariedad, por la hiperconectividad de internet (ese “todo a la vez en todas partes” que paradójicamente nos aísla y erosiona las comunidades presenciales), las nuevas derechas populistas ofrecen un refugio emocional, un hogar simbólico. Un terreno firme entre las arenas movedizas.

En un contexto donde todo parece relativo, líquido y volátil, cada vez más jóvenes (principalmente hombres, pero también muchas mujeres, de formas más sutiles) parecen estar hallando un consuelo en los viejos valores y arquetipos.

Dios ha muerto, pero en su lugar no hemos hallado ningún sustituto reconfortante. El mundo se ha desencantado. En medio de ese vacío, emergen figuras autoritarias, como un padre que vuelve a acoger al hijo que ha intentado independizarse sin éxito.

¿Cómo resistir? ¿Cómo reencantar el mundo?