Rusia despliega Su-35 en noreste de Siria tras alineación de Turquía
Rusia envía cazas Su-35 por primera vez a una base aérea en el noreste de Siria tras la alineación sin precedentes de fuerzas turcas en la zona, según informes.
Los medios informan del despliegue de un avión de combate Su-35S Flanker ruso en el aeródromo de Al-Qamishli, en la provincia de Al-Hasaka (noreste), una ubicación estratégicamente importante, sobre todo por la cercanía de las posiciones de las tropas estadounidenses agrupadas en la frontera con Turquía.
Las fuentes, bajo condición de anonimato, le indicaron el jueves a la cadena libanesa Al Mayadeen, que el caza ruso había realizado “varios vuelos de reconocimiento” en la región y que “permanecería en el aeropuerto por tiempo indefinido”.
Según los informes no confirmados, el caza Su-35 en cuestión, armado con misiles aire-aire de la serie R-77 de alcance medio y R-73 de corto alcance, es uno de los cuatro que han llegado a la base recientemente, lo que puede reflejar la intención de Moscú de expandir su presencia militar en el este de Siria y convertir el aeropuerto de Al-Qamishli en una nueva base aérea.
Los aviones de combate rusos Su-35 han tenido una presencia regular en el país árabe desde que Moscú comenzó su operación antiterrorista allí en septiembre de 2015, luego de una solicitud oficial del Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad.
Sin embargo, hasta ahora, estas aeronaves no han tenido presencia en el noreste de Siria, sino que se han concentrado en la base aérea de Hmeimim en la costa occidental, desde donde lanzan sus ataques aéreos contra los grupos terroristas.
Esto ocurre, mientras que los informes confirman que Turquía ha desplegado más tropas en el norte de Siria para ejecutar una ofensiva militar a gran escala en la región.
Además, se ha reportado un aumento de la actividad de la Fuerza Aeroespacial Rusa cerca de la frontera turca. Esto incluye ataques aéreos dirigidos contra grupos terroristas, respaldados por Turquía, hacinados al norte de la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria. El año pasado, Rusia y Turquía se enfrentaron en el terreno por Idlib.
Damasco considera ilegal la presencia militar de las tropas estadounidenses y turcas en Siria y les acusa de dar apoyo a los terroristas y de robar los recursos naturales y activos públicos del país; por ello, exige su retirada inmediata.
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