Notitia Criminis •  18/11/2008

El letrado José Luis Sanz Arribas, el Pocero, el peluquero de Aznar y Rafael Santamaría, presidente de Reyal Urbis

El letrado José Luis Sanz Arribas (en la foto) No sólo se dedica al ejercicio de la abogacía y a la defensa de casos difíciles como el del traficante de armas Al Kassar, el del corleonés Giovanello Greco o el del propio Francisco Hernando Contreras. También tiene intereses en el negocio inmobiliario y esos intereses los comparte o los compartió hasta hace poco, con Rafael Santamaría Trigo, presidente de REYAL URBIS y amigo íntimo de José Bono; y con P. R. A., en cuya barbería del hotel Eurobuilding (por cierto, perteneciente a la cadena NH HOTELES) le cortaba el pelo all ex presidente del Gobierno José María Aznar.

Los negocios en “Terra Mítica”

De las sociedades en cuyo consejo de administración aparece o aparecía el letrado Sanz Arribas, una de las que más poderosamente llama la atención es ROYAL MEDITERRÁNEZ S.A. (CIF: A-83058537) Domiciliada, inicialmente, en Madrid, C/ Ayala, 3, Edificio de “Grupo Reyal”. La mercantil se constituyó el 18 de julio de 2001 y en esos momentos estaba presidida por Rafael Santamaría Trigo. Consejero y Secretario era Sanz Arribas y también, como consejeros, aparecían, entre otros, el peluquero P. R. A. y su esposa Juana Fernández García.

La composición de ese consejo ha cambiado. Ahora, la presidencia la ostenta el citado P. R., la vicepresidencia su hijo Iván Romero Fernández y, además, aparece como secretario y consejero Miguel Barceló Nieto, de la cadena hotelera Barceló; lo cual es lógico porque el accionariado de esta entidad pertenece a INMOBILIARIA MONTGAR SA, controlada por el matrimonio formado por P. R. y Juana Fernández, en un 76%; a UNIÓN HOTELERA BARCELÓ, en un 19%; y a REYAL URBIS SA en un porcentaje indeterminado que, seguramente, será el resto.

No hace falta volver a llamar la atención sobre el hecho de que uno de los hoteles (BARCELÓ ALBA DE LAYOS) del campo de golf de Layos (Toledo) lugar en el que se cruzan los destinos mercantiles del arquitecto Miguel de Oriol e Ybarra con los del “malayo” Javier Arteche Tarascón y otros miembros de la “Trama Vasca”; gira bajo la marca BARCELÓ y que, además, su construcción fue realizada por PEYBER y gestionada por GERENS HILL INTERNATIONAL, en la cual tiene una notable presencia CAJA CASTILLA LA MANCHA CORPORACIÓN.

Lo significativo en este momento es que la presencia del letrado José Luis Sanz Arribas en el consejo de ROYAL MEDITERRÁNEA se mantiene desde su constitución hasta el 11 de mayo de 2005, cuando cesa como secretario no consejero de la sociedad. Este periodo, por tanto, comprende los negocios de ROYAL MEDITERRÁNEA en los terrenos de TERRA MÍTICA,

El caso Terra Mítica ya debe andar más allá de los 32 imputados. Sobre este asunto se siguen actuaciones por presuntos delitos de fraude fiscal, estafa, falsificación de documento público y alteración contable y se llegó a implicar al propio Eduardo Zaplana, quien mantiene o mantenía estrecha amistad con José Bono y con Paco Hernando el Pocero, a quien concedió en su día, siendo ministro del ramo, la medalla al mérito en el trabajo.

Pero volviendo al peluquero, al constructor y al abogado, es decir, a ROYAL MEDITERRÁNEA; el 25 de enero de 2005, el diario El País, se hacía eco de una noticia que afectaba a esta mercantil. Según este periódico, la Sindicatura de Comptes, es decir, el “tribunal de cuentas” de la Generalitat Valenciana, denunció en 2001 “irregularidades” en la adjudicación de terrenos en Terra Mítica a la empresa ROYAL MEDITERRÁNEA. El informe de la sindicatura señalaba que la empresa de P. R. A., Rafael Santamaría Trigo y José Luis Sanz Cid, “contenía un canon más bajo por el derecho de superficie que el de la otra aspirante, Hoteles Costa Blanca”. Se trataba de la adjudicación de 394.000 metros cuadrados previamente expropiados por la Generalitat Valenciana a pequeños propietarios de la zona.

La empresa PARQUE TEMÁTICO DE ALICANTE, propiedad de la Generalitat Valenciana valoró la oferta económica de los licitadores con un 10% cuando en el resto de sus adjudicaciones, ese capítulo venía ponderándose, siempre, en un 30%. El cambio de criterio, desde luego, hace sospechar en un “corte a medida” del pliego de condiciones del concurso público para favorecer a ROYAL MEDITERRÁNEA en detrimento, naturalmente, de los ingresos que hubieran correspondido a la entidad pública PARQUE TEMÁTICO DE ALICANTE, pero ya se sabe que un concurso público es de tal naturaleza y concentra tales garantías, que es inimaginable pensar que pueda ser amañado.

 

Los negocios en Pozuelo de Alarcón.

Existe otra sociedad interesante en la que la unidad de propósito mercantil y la aportación de medios para el lucro común entre el peluquero P. R. y el letrado José Luis Sanz Arribas no es cosa del pasado.

La empresa PLAY GOLF GESTIÓN S.A. tiene actualmente como Consejero Delegado a Pedro Iván Romero Fernández, hijo del “estilista” y constructor P. R.. También aparece como administrador de la sociedad la mercantil INMOBILIARIA MONTGAR S.A., que ya hemos visto que pertenece a la familia R. e, igualmente como administrador, está el letrado José Luis Sanz Arribas, nombrado como tal el 7 de agosto de 2003.

PLAY GOLF GESTIÓN S.A., resultó adjudicataria de la explotación del campo de golf y de una escuela del mismo deporte en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón. De todas las empresas que optaron a la concesión PLAY GOLF GESTIÓN era la única que se presentaba sin ninguna experiencia en el sector, según informó el diario El Mundo, pero con el “aval técnico” del golfista Manuel Piñero, quien ya fue protagonista del fiasco de otro campo de golf municipal en Oviedo.

La adjudicación a PLAY GOLF GESTIÓN se justificó debido a que fue esta la empresa que más puntuación sacó en la oferta económica; pero lo significativo es que a pesar de que, según declaró la concejal del Ayuntamiento Eva Izquierdo, cinco departamentos estudiaran la oferta de la empresa de R. y Sanz Arribas, la valoración de su capítulo económico fuera hecha, exclusivamente, por el Ingeniero Municipal de Obras, Leopoldo Gómez que en aquel momento tenía pendiente una querella criminal presentada por la Fiscalía, por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, fraude y negociaciones prohibidas a funcionarios públicos.

Rafael Santamaría Trigo y José Bono.

La buena fortuna de la que goza Rafael Santamaría, presidente de REYAL URBIS, en Castilla-La Mancha es de las que restauran la fe de los descreídos. Su actuación en Guadalajara, en el complejo VALDELUZ, otro engendro urbanístico sumido ahora en la desolación, merece un capítulo propio, como lo merece el Palacio de Congresos, también de Guadalajara, al que esforzadamente parece que se le ha estado buscando una ubicación coincidente con uno de los hoteles de Rafael Santamaría.

Pero es que, además, ya es más que notorio que Rafael Santamaría Trigo confía tanto en la familia de José Bono, que no dudó en colocar en el consejo de administración de REYAL URBIS a Ana Bono Rodríguez, la jovencísima hija (25 años) del actual Presidente del Congreso de los Diputados. Su permanencia en el Consejo de REYAL fue corta, unas semanas, y su salida resulta más significativa aún que su entrada pues coincidió con la decisión de Bono de volver a la política encabezando la lista del PSOE por Toledo. En esa situación, tener una hija en el consejo de una inmobiliaria del volumen de REYAL que, además, camina por el filo de la navaja del concurso de acreedores, no debió parecer muy aconsejable.

No obstante, la amistad entre Bono y Santamaría es antigua. Han compartido vacaciones en el palacete que el constructor tiene en la localidad de Xàbia; han navegado juntos, acompañados de Zaplana; y también fue Santamaría quien construyó la casa de Bono en Olías del Rey, Toledo.

Al respecto, se da la curiosa circunstancia de que en la declaración de bienes de 1998 (se puede descargar una copia desde aquí) En el apartado de “deudas”, Bono hacía referencia a 10.183.661 Pts. de las que era acreedor el “constructor de la casa de Olías”. El nombre de ese constructor se calla discretamente pero, según ha informado repetidas veces la prensa, dicho constructor no era otro que el propio Rafael Santamaría. La casa, según la declaración citada, tiene una superficie de 401,28 metros cuadrados e, igualmente según lo declarado por Bono, “en 1995 vendió varias fincas heredadas de su madre para financiar la construcción de la casa de Olías”.

Las obras se estaban llevando a cabo en 1996, fecha en la que el Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sufrió un accidente mientras visitaba las obras. No voy a aventurar conjeturas sobre el precio de esa construcción, pero lo cierto es que, para las fechas en que estas cosas están sucediendo, más de 10 millones de pesetas es una parte sustancial o muy sustancial del precio de esa vivienda. Dos años después, es decir en 1998, esa cantidad aún se le adeudaba a Rafael Santamaría y lo curioso del asunto está en que es el constructor el que “financia” a Bono la casa o parte del valor de la casa y no un banco o la propia CCM, a través del correspondiente crédito hipotecario, así que nos quedamos sin saber si ese “crédito” tenía o no intereses y, en el caso de tenerlos, cuál era el tipo de interés que Rafael Santamaría aplicó al aplazamiento de pago concedido a su amigo José Bono.

En resumen, que a la vista de todo esto, no parece una cosa muy inesperada que José Luis Sanz Arribas sea el abogado del Pocero, que el Pocero haya ido a parar a Toledo y que su proyecto de Seseña haya contado con tan manifiesto apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

En la próxima entrega veremos con detalle cuál fue la participación de José Luis Sanz Arribas y su hijo, José Luis Sanz Cid, en los mecanismos que llevaron a Paco Hernando a hacerse con la finca de “El Quiñón” en Seseña.

Por cierto ¿he dicho que el constructor Enrique Ortiz, socio de Aurelio González Villarejo (otro amigo de Bono) y de la CAM, la Caja que ha cargado con el grueso de la financiación del Pocero en Seseña; también anda metido en los negocios de “Terra Mítica”? Si no lo he dicho, ya lo diré.


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