Luis Portillo Pasqual del Riquelme •  Opinión •  16/03/2023

Carta al Ministro de Asuntos Exteriores: «Política Exterior ‘Feminista’ y Derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos»

Asunto: Política Exterior ‘Feminista’ y Derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos

Excmo. Sr. ministro:

La semana pasada, en la concentración de todos los lunes del MPPS ante la sede de ese Ministerio de Asuntos Exteriores en favor de los presos políticos saharauis, nos encontramos con sendos carteles-pancarta colgando de los muros, a ambos lados de la puerta de entrada al Ministerio, con el eslogan “Política Exterior Feminista”, suponemos que con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

Ese eslogan a las puertas de ese Departamento se nos antoja no sólo vacío de contenido sino falso e hipócrita, dado el comportamiento de ese Ministerio con las mujeres saharauis y el torpe e incompetente desempeño en este terreno de las mujeres que han ostentado el cargo de ministras de Asuntos Exteriores de España.

Recordamos, al respecto, el lamentable proceder de ese Ministerio con la ciudadana saharaui Aminatu Haidar, cuando el ministro Miguel Ángel Moratinos aceptó sin rechistar la deportación por Marruecos de Aminatua territorio español, en lugar de exigir a las autoridades de Marruecos el cumplimiento de la legalidad internacional y oponerse tajantemente al vergonzoso chantaje de la expulsión de esa ciudadana saharaui de su propio país, el Sáhara Occidental. Con 21 años, fue detenida tras participar en una manifestación pacífica. Jamás fue juzgada ni le impusieron cargos, pero pasó cuatro años en las llamadas «cárceles secretas» de la dictadura alauita. «Permanecí todo ese tiempo en paradero desconocido, con los ojos vendados y sufriendo todos los tipos de torturas que se pueda imaginar», en un verdadero calvario itinerante por las mazmorras del reino alauí. Aminatu, el rostro más conocido de la resistencia saharaui en los territorios ocupados por Marruecos, ha denunciado reiteradamente la complicidad del Gobierno español con Rabat: «Yo misma soy víctima directa de la traición del PSOE».

Igualmente señalamos el silencio y la despreocupación de ese Ministerio de Asuntos Exteriores ante el caso sangrante de la defensora de los derechos humanos del pueblo saharaui, Sultana Jaya, su madre y hermana, tres mujeres, tres ciudadanas saharauis valientes, luchadoras, consecuentes y merecedoras de ser premiadas por su resistencia a los matones y criminales del Estado marroquí ocupante del territorio saharaui que las han asediado, vejado y violado.

Sultana estuvo bajo arresto domiciliario, sin orden judicial, durante un largo periodo de tiempo, año y medio, hasta que pudo escapar, gracias a activistas de la ONG norteamericana Human Rights Action Center, y viajar a España. Durante ese tiempo, las fuerzas marroquíes se estuvieron ensañado con ella y sus familiares mediante agresiones físicas, verbales, sexuales e incluso infectándola de Covid y sin permitirle recibir ningún tipo de atención médica. Sultana, presidenta de la Liga por la Defensa de los Derechos Humanos y contra el Saqueo de los Recursos Naturales, representa a los miles de saharauis que luchan, cada día, por la dignidad y la autodeterminación de su pueblo, los miles de mujeres que por el simple hecho de exigir el respeto a sus derechos básicosson reprimidas, criminalizadas y perseguidas de manera sistemática por el régimen marroquí.

https://www.publico.es/politica/sultana-jaya-usaron-palo-nuestra-bandera-violarnos-mi-madre-mi-hermana-mi.html

El 25 de noviembre de 2021, con motivo del ’Día Internacional contra la violencia machista’, la entrada de ese Ministerio de Exteriores lucía sendos carteles-pancarta, en color morado, con el eslogan “No estás sola”, en alusión a la presunta defensa de las mujeres maltratadas. Pero lejos de defenderlas, nuestras instituciones, incluido ese Ministerio de Exteriores, habían dejado solas a esas tres valientes mujeres saharauis. Y la ministra de Igualdad, Irene Montero, a quien se le dirigió una Carta Abierta denunciando esos hechos, dio la callada por respuesta, sin que su Ministerio de Igualdad se dignara ofrecerles el más mínimo apoyo (“Carta abierta a la Ministra de Igualdad sobre Sultana Jaya”).

Sultana Jaya fue propuesta para el Premio Sájarov de Derechos Humanos 2021 por el grupo parlamentario de la Izquierda Europea. Ese galardón es el mayor distintivo que la UE concede a la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, desde las instancias pertinentes del PSOE se impartieron instrucciones a los eurodiputados socialistas para que no votaran a Sultana Jaya, sino a la golpista boliviana Jeanine Áñez, para no molestar a Marruecos, impidiendo así que una ciudadana saharaui como Sultana obtuviese ese prestigioso galardón por su lucha en defensa de los derechos humanos.

La nominación de Sultana Jaya a ese Premio era, sobre todo, «un reconocimiento a todas las mujeres que se enfrentan en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental al régimen de Mohamed VI”. El PSOE, junto con Vox, votó a favor de Jeanine Áñez, protegida del supremacista Donald Trump y condenada en su propio país por terrorismo, sedición, conspiración y participación en golpe de Estado…

Así pues, gracias al PSOE y a Vox, no se logró el objetivo de que Sultana Jaya fuese finalista, pero sí se consiguió romper el silencio mediático sobre su caso, hacer visible una ocupación que dura ya 47 años y también concienciar sobre la cuota de responsabilidad de la UE y de España en esa ocupación ilegal.

Tampoco algunas mujeres, feministas ellas, altos cargos de otros ministerios han tenido un comportamiento… digamos ‘ejemplar’ con ciudadanos saharauis especialmente necesitados de protección. Podemos mencionar aquí a Consuelo Rumí Ibáñez, entonces Secretaria de Estado de Migraciones, del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Nos dirigimos a ella para manifestarle nuestro profundo malestar y nuestra absoluta repulsa e indignación por la entrega a Marruecos del joven saharaui Husein Bachir Brahim, que había conseguido llegar en patera a Lanzarote (Canarias), donde pidió asilo político y, pese a ello, se le devolvió a Marruecos, donde fue inmediatamente detenido y condenado a 12 años de prisión (“En relación con la vergonzosa deportación de un ciudadano saharaui a Marruecos”).

No es la primera vez que algo tan miserable se perpetraba por España: Ya en otra ocasión, tres jóvenes saharauis que acudieron a la Embajada española en Rabat en demanda de asilo fueron entregados sin contemplaciones a la Policía marroquí…:

“Sr. Embajador: (…) Soy Hmad Hammad, uno de esos tres muchachos saharauis que, en 1990, acosados por la policía marroquí, cometimos la ingenuidad de buscar refugio en la Embajada de España en Rabat (Marruecos).  Usted era entonces el embajador de España en esa capital y, en lugar de concedernos el asilo que habíamos solicitado, nos entregó a las fuerzas de seguridad marroquíes, pese a que sabía muy bien que con ello nos condenaba a la cárcel y a sufrir terribles torturas e, incluso, la muerte, en una de las mazmorras secretas donde tantos hombres, mujeres e, incluso, ancianos, han desaparecido desde 1975 para siempre, por el mero hecho de ser saharauis (…)”.

Hiela la sangre leer esa carta describiendo unos hechos, no sólo vergonzantes y miserables sino también presuntamente criminales, que los españoles no pudimos conocer entonces y que claman al cielo. (Espacios Europeos, “Carta Abierta a Joaquín Ortega Salinas, Embajador de España en Rabat en 1990, de Hmad Hammad, activista saharaui”).

Cuando lea esa carta abierta, Sr. ministro, recuerde que estos indignos y horribles hechos se perpetraron, no bajo el franquismo, sino bien adentrados ya en la etapa ‘democrática’, en 1990, … Una carta que debieran leer todos los españoles (¡memoria democrática!) y ser traducida a muchos idiomas, para escarnio de nuestros gobernantes, incluidos los actuales, que siguen sometiéndose complacientemente a los chantajes alauitas.

En cuanto al lamentable desempeño y trayectoria ‘evolutiva’ o camaleónica de las escasas mujeres ministras de Asuntos Exteriores, lo sintetizamos apresuradamente en las líneas que siguen:

Ana Palacio (PP), siendo ministra de Asuntos Exteriores con José María Aznar mantuvo que “el Sáhara no es moneda de cambio”, que para resolver este conflicto “hay que contar con lo que digan los saharauis” y que “la ONU debe buscar una solución que tenga en cuenta los intereses de este pueblo”. “Nuestra postura sobre el Sáhara está fundada en muchísimas cosas, pero desde luego en ningún caso será moneda de cambio para mejorar nuestras relaciones con Marruecos” (El País, 26/09/2002). Sin embargo, Ana Palacio, terminaría siendo… «sensible» a las presiones de los marroquíes y aguando la resolución de la ONU que se disponía a aprobar y ordenar la ejecución del Plan Baker II para la resolución del conflicto del Sáhara Occidental. (ABC, “Sáhara Occidental, la raíz podrida de un problema”, 30/11/2010).

Después, la exministra Ana Palacio no pudo ocultar ya su nefasta trayectoria (invasión de Irak incluida): pasó a formar parte del Consejo Asesor del Grupo Marroquí OCP, primer productor mundial de fosfato (incluido el fosfato saharaui expoliado del Sáhara Occidental ocupado); a defender las pretensiones expansionistas marroquíes y a atacar al Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional reconocido como legítimo representante del pueblo saharaui por la ONU y la Unión Europea. Simultáneamente, se incorporó a otros varios consejos de administración extranjeros, al tiempo que formaba parte también del Consejo de Estado de España, donde conspira silenciosamente la crema y nata del lobby promarroquí español, en el que cabe destacar a una relevante mujer socialista María Teresa Fernández de la Vega (“Los clamorosos silencios del lobby promarroquí español”). La asesoría jurídica de la exministra Ana Palacio elabora informes que utilizan los compradores de fosfato del Sáhara Occidental a Marruecos para ‘legitimar’ sus importaciones frente a sus accionistas, según informa Western Sáhara Resource Watch (WSRW).

Trinidad Jiménez (PSOE), por su parte, pasó de militar en defensa de la causa saharaui antes de ser ministra, a abandonar la causa y a manifestar en el Parlamento, ahora ya como ministra y para justificar la ocupación marroquí, que los Acuerdos Tripartitos de Madrid eran un tratado internacional vigente, cuando todo el mundo sabe que esos ignominiosos acuerdos son ilegales, ilegítimos y nulos de pleno derecho. Y ante la brutal destrucción del campamento saharaui de Gdeim Izik por las fuerzas marroquíes de ocupación, se negó a condenar esa atroz agresión a los saharauis en su propia tierra aduciendo no tener información “suficiente”, cuando el mundo entero fue testigo de la devastación del campamento por las fuerzas marroquíes. Del Ministerio de Exteriores pasó a ocupar, silenciosamente, un envidiable puesto de trabajo en una compañía multinacional… Nos preguntamos si todavía hoy, la ya exministra sigue sin disponer de información “suficiente” sobre aquellos hechos bárbaros del ocupante marroquí. (Espacios Europeos, “Trinidad Jiménez no encuentra los Acuerdos de Madrid”, 29/12/2010).

Finalmente, su antecesora en el cargo, Sr. ministro, Arantxa González Laya, fue cesada como ministra por exigencia de Marruecos -que quería su cabeza-, para colocarle a Vd. en el puesto y cumplir así todo cuanto quisiera el monarca alauita, como efectivamente ha hecho. No solamente no le duelen prendas en someterse a las caprichosas exigencias del monarca, sino que además parece Vd. sacar pecho por ello. Y seguramente también estará Vd. deseoso de pasar a la Historia por tal sumisión.

La guinda, Sr. ministro, la pone por el momento la también mujer y también socialista, María Antonia Trujillo, exministra de Vivienda, polémica consejera de Educación en la Embajada de España en Rabat y aspirante fallida a dirigirla como embajadora, con el apoyo incluso del propio ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, un apoyo un tanto sospechoso… Fue destituida de este último puesto en mayo de 2022 y ya en septiembre, andaba vociferando que Ceuta y Melilla «(…) son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de Marruecos y en las buenas relaciones entre los dos países (…)»​. Un mes más tarde insistía en que hay que «devolver» Ceuta y Melilla a Marruecos, añadiendo que «la libertad de expresión e información está más amparada en Marruecos que en España». Ya me gustaría que España tomara ejemplo de este país y no se desinformara y manipulara tanto».

En cuanto al conflicto del Sáhara, la exministra Trujillo aplaudía el giro de Pedro Sánchez y criticaba que en España no se haya hecho «pedagogía» explicando «la realidad» de lo que sucede en torno al Sahara marroquí: «Todos se dejan llevar por cantos de sirena instrumentalizados por Argelia y el Frente Polisario», afirmaba, asegurando que el reconocimiento del Sáhara marroquí por parte de España no es un error sino un «gran acierto», «una decisión política que respeta la legalidad internacional» …

Nada más y nada menos, Sr. ministro. Menudo ejemplar. Pareciera que los funcionarios que pasan por esa Embajada española en Rabat se contaminan del tufo de Palacio y quedan prendados de los encantos de la corte alauita… Algunos, incluso, hacen méritos extras para que les concedan la orden del preciado Wissam alauita (la referencia correspondiente, con identificación de los españoles agraciados con tal distinción ha ‘desaparecido’ de Wikipedia…, mucho antes de que apareciera Pegasus…). De hecho, la exministra Trujillo ha sido premiada con una fundación financiada por Mohamed VI para apoyar el Sáhara marroquí y desde la que defenderá los proyectos e iniciativas de la comunidad marroquí en España para servir a los intereses de Marruecos. ¡Vaya personajes que envían ustedes a esa Embajada!

Con todo lo dicho hasta aquí, no puede extrañarnos, Sr. ministro, que los marroquíes calificaran a nuestro indigno embajador -el que entregó a la Policía marroquí a los tres jóvenes saharauis demandantes de asilo- como “un gran amigo de Marruecos, Joaquín Ortega Salinas o el mejor embajador marroquí en Rabat” (sic).

De manera, Sr. ministro que tampoco puede extrañarnos que al MAEC se le designe despectivamente como Ministerio español de Asuntos Marroquíes y a la Plaza de la Provincia donde está ubicada su sede histórica se la quiera renombrar Plaza de la Provincia 53, en recuerdo y homenaje a la excolonia española abandonada.

Todo lo anterior, Sr. ministro, contrasta con el espíritu y abnegación de las mujeres saharauis, decididas a conquistar su libertad e independencia pese a la opresión del ocupante marroquí y dispuestas, si es necesario, a ir al frente para liberar la Patria, como manifestó la secretaria general de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS), El-Chaba Seini, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Esa fecha coincide, precisamente con una efeméride de gran valor e importancia en la memoria del pueblo saharaui, cual es la caída en combate de El Uali,primer mártir en la guerra de liberación nacional liderada por el único y legítimo representante del pueblo saharaui, el Frente Popular para la Liberación de Saguia El-Hamra y Río de Oro.

Afortunadamente, Sr. ministro, como cabía esperar, algo empieza a moverse también en las bases del PSOE: centenares de militantes y simpatizantes han pedido al partido que reconsidere la postura del presidente Sánchez sobre el Sáhara Occidental; y otros reclaman a ese Ministerio de Exteriores una explicación de por qué España se ha abstenido reiteradamente en la ONU en la votación sobre la persistente ocupación de Palestina por Israel y la conmemoración de la Nakba.

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https://www.publico.es/politica/bases-psoe-organizan-giro-sanchez-albares-sahara.html

Firmado: Luis Portillo Pasqual del Riquelme,

miembro del Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS)

D.N.I.: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Dirección de correo-e: mppsaharaui@gmail.com


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