Centre Delàs d'Estudis per la Pau •  Redacción •  Actualidad •  13/12/2022

Los PGE 2023 destinan a la investigación militar cinco veces más que a la investigación sanitaria y más de dieciséis veces lo que a la energética, medioambiental y tecnológica

  • El gasto militar real español alcanzará en 2023 los 27.617 millones de euros y supera ya el 2% del PIB.
  • El presupuesto del Ministerio de Defensa en los PGE 2032 es el que más aumenta respecto a 2022, casi el doble que el de la Seguridad Social.
  • Según el ritmo de crecimiento actual, el gasto militar real español sobrepasaría los 40.000 millones en 2029.
  • “Desde el Gobierno se han anunciado como los presupuestos más sociales de la historia. Pero también son los presupuestos más militares. No sólo han crecido de forma desmedida en las partidas directas del Ministerio de Defensa, sino que también lo han hecho en el capítulo de inversiones y en las aportaciones a I+D para las industrias militares”.
Los PGE 2023 destinan a la investigación militar cinco veces más que a la investigación sanitaria y más de dieciséis veces lo que a la energética, medioambiental y tecnológica

Barcelona, 13 de diciembre de 2022. Los presupuestos recientemente aprobados para 2023 asignan al Ministerio de Defensa 12.827 millones, lo que representa un crecimiento del 26,3% respecto a 2022, situándose entre los ministerios que más crecen. Este aumento quiere dar cumplimiento al compromiso adquirido por Pedro Sánchez durante la cumbre de la OTAN del pasado mes de junio en Madrid para aumentar el gasto en defensa en 2.500 millones el año próximo, con el argumento de acercar a España al objetivo del 2% del PIB que pide la Alianza Atlántica y que se pretende alcanzar en los próximos 5 años.

El cálculo del Centre Delàs, no obstante, arroja una cifra diferente: España ya sobrepasará en 2023 el objetivo de gasto de la OTAN, dedicando el 2,17% de su PIB a gastos de carácter militar. El gasto militar real para 2023 será de 27.617,43 millones de euros, más del doble de lo asignado al Ministerio de Defensa, y el equivalente a 75,7 millones de euros diarios, datos que tienen en cuenta, aparte del presupuesto consolidado del Ministerio de Defensa, el resto de partidas de carácter militar repartidas en otros ministerios (siguiendo el criterio que aconseja la OTAN a sus países miembros), así como aquellas que se imputan año tras año al Fondo de Contingencias y la proporción de los intereses de la Deuda Pública que corresponden a Defensa.

3 de cada 10 euros de las inversiones del Estado irán dirigidos a armamentos

Casi un 30% (29,88%) de los recursos totales en inversiones del Estado español (inversiones reales más créditos en I+D) para 2023 estarán dirigidos a inversiones en armamento. O lo que es lo mismo, 7.742,97 millones de los 25.912,82 millones de euros totales que el Estado central destinará a inversiones, sin contar las de las comunidades autónomas. Si comparamos esta cifra con el total de inversiones militares presupuestadas en 2022 (4.583,56 M€), el incremento en esta partida será de 68,92%.

Cabe destacar el aumento aplicado a los créditos de I+D militar del Ministerio de Industria, que crecen un 126,09%; es decir, son más del doble de los 708,20 millones de euros de 2022, alcanzando los 1.601,15 millones. Los créditos a la I+D militar están destinados a empresas de armamento como Navantia, Indra, Airbus, Santa Bárbara/General Dynamics o Boeing, para la investigación, creación y posterior compra por parte del Estado de los Programas Especiales de Armamento (PEAs).

La I+D militar (con un presupuesto agregado de 1.833 M€) representa el 11,2% del total destinado a investigación en los PGE 2023 (16.327 M€). Este porcentaje fue del 7,1% en los presupuestos de 2022, por lo que el peso de la investigación militar aumenta de modo significativo en el total de la I+D+i+Digitalización. Si no tenemos en cuenta los fondos europeos (7.655 M€), y sólo consideramos los fondos estatales (8.673 M€), el porcentaje destinado a la investigación militar se eleva hasta el 21,1%. “Si destinar más del 11% a investigación militar nos parece excesivo, destinar un 21% ya nos parece escandaloso. Además, estos porcentajes de la I+D militar son engañosos, pues se refieren a las previsiones de gasto. Para tener una visión más realista del peso de la investigación militar en las cuentas del Estado, deberíamos fijarnos en las cantidades que se liquidan finalmente”, apunta el investigador del Centre Delàs y coautor del informe, Xavier Bohigas.
Los ejercicios anteriores indican que las cantidades realmente ejecutadas en I+D civil no alcanzan nunca el 100% de su presupuesto, mientras que la liquidación de la parte militar se acerca o alcanza el máximo presupuestado. Esto quiere decir que el porcentaje de los recursos realmente utilizados en I+D militar superará con toda probabilidad el porcentaje de las previsiones de gasto que reflejan los presupuestos. Y es que las cifras de no ejecución en la I+D civil han alcanzado muchos años valores superiores al 40% de los recursos disponibles.

Las previsiones de inversión en investigación están agrupadas en grandes programas de gasto, alguno asignado a un solo ministerio y otros repartidos en varios ministerios, programas que incluyen muchas áreas de investigación. Existen un par de programas más específicos, el 465A “Investigación sanitaria” con una asignación de 328 M€ y el 467H “Investigación energética, medioambiental y tecnológica” con un presupuesto de 115 M€. Es sorprendente que los recursos destinados a la investigación militar (1.833 M€) sean más de cinco veces superiores a los destinados a la investigación sanitaria y más de dieciséis veces superiores a los destinados a la energética, medioambiental y tecnológica. “Teniendo en cuenta que nos encontramos en medio de una crisis medioambiental de grandes proporciones y que debemos afrontar nuevos retos sanitarios, nuestros esfuerzos deberían concentrarse precisamente en estos ámbitos y no en el militar, para poder satisfacer las necesidades y prioridades de la población”, afirma el investigador del Centre Delàs i coautor del informe, Xema Moya.

Evolución del presupuesto de I+D militar en los PGE desde 2013 hasta 2023*.

*Se ha segregado la asignación al programa 464A de la del programa 464B

Este incremento del gasto militar también supone un agravio comparativo si lo comparamos con los ministerios de ámbito social. Estas carteras también aumentan sus presupuestos por encima de la inflación subyacente de 2022, con incrementos importantes en Derechos Sociales (17%), Cultura (15,9%), Clases pasivas (13,9%), Seguridad Social (12,9%) e Inclusión, Seguridad social y Migraciones (12,9%). Pero ningún ministerio alcanza un aumento tan pronunciado como el del Ministerio de Defensa que, como ya se ha señalado, crece un 26,3%, mucho más que los de tipo social, y pone en duda el cariz social de estos presupuestos, del que presume el Gobierno de coalición PSOE / Unidas Podemos.

Los autores leen en clave OTAN este aumento del presupuesto de defensa, entendiendo que inequívocamente responde al objetivo del 2% del PIB que exige la Alianza Atlántica a propuesta de los EEUU. Que sus socios europeos adquieran más capacidades militares en primera instancia favorece a la potencia norteamericana, que es de lejos la primera productora de armas del mundo y tiene al resto de países miembro de la OTAN como clientes preferenciales.

“El Estado español, en lugar de apostar por una política exterior enfocada en rebajar las tensiones a través de una diplomacia activa de la neutralidad, de la seguridad compartida y del desarme que puedan conducir a un mundo regido por la cooperación, aboga por incrementar su gasto militar y las inversiones en armamentos para alcanzar el tan manido y arbitrario objetivo 2% del PIB, sin argumentar de modo alguno cómo contribuye a la seguridad del Estado alcanzar tales niveles de gasto”, apunta Pere Ortega, investigador del Centre Delàs y también autor del informe.

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Informe completo / Informe en catalán.


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