Plataforma Salvar El Valle de Alcudia y Sierra Madrona •  Opinión •  27/09/2021

Crónicas distópicas. Los Santos Inocentes

Crónicas distópicas. Los Santos Inocentes

El pasado sábado fallecía Mario Camus, el director de cine que tan fielmente supo plasmar en ‘Los Santos Inocentes’ aquella España profunda que describía, con todo detalle, Miguel Delibes en sus libros.

Lo triste es que aquella España rancia, de caciques y vasallos, aun la padecemos, 80 años después, en comarcas como Alcudia y Sierra Madrona.

Ahora son los hijos y nietos de aquellos caciques y algunos nuevos ricos quienes campan a sus anchas y hacen buenos a sus antecesores. Gente que no evoluciona y que quieren que sigamos viviendo en el pasado, solo para mantener su hegemonía y los privilegios que sus abuelos consiguieron a consta de la sangre inocente de aquellos campesinos a los que despojaron de todo, incluso la vida.

Estos señoritos pijos que nunca han trabajado y que lo han tenido todo creen que aún viven en aquella España en blanco y negro, que tanto les gusta a ciertos sectores que se consideran las elites del país, y aún creen que pueden ser los dueños de personas y pueblos a los que manejar a su antojo como hacían antaño. Esos pueblos que siempre han vivido subyugados por el terrateniente de turno, que solo han recibido migajas por su duro trabajo, mientras el ‘amo’ vivía en la opulencia, deben reivindicar su derecho al disfrute del medio natural que los rodea y les debe su estado de conservación.

En pleno siglo XXI vemos como ciertos herederos del conde de Romanones y del marqués de Donadío, colaboradores y financiadores del golpe de estado contra la II República, y que sumió al país en una dictadura de 40 años, siguen creyéndose impunes a la justicia y ajenos a las mas mínimas normas de convivencia, que si son de obligado cumplimiento para el resto de ciudadanos.

Mientras los habitantes y corporaciones locales de municipios como Solana del Pino, tratan de sobrevivir sin apenas recursos económicos, enfrentándose a la despoblación y a la carencia de servicios públicos, buscando alternativas en el aprovechamiento sostenible del medio natural, haciendo mil malabares para atraer a un turismo respetuoso con el medio y sostenible en el tiempo, estos nuevos-viejos caciques truncan cualquier posibilidad de desarrollo para los pueblos, que asfixian con sus extensas propiedades y sus ilegales alambradas cinegéticas, haciendo inviable cualquier posibilidad de mejora, poniendo en riesgo la viabilidad del Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona con sus granjas cinegéticas, y arrasando y vendiendo como biomasa miles de hectáreas de bosques considerados Montes Singulares, como el correspondiente al Consorcio CR-3019, y por lo tanto protegidos.

Por la explotación insostenible de esa masa forestal tienen abierto, según fuentes oficiales, un segundo expediente sancionador con la consideración de grave, que sospechamos no llegara a ningún lado, ni tendrá ninguna repercusión económica para ellos en forma de sanción.

Los últimos episodios de los que han sido protagonistas estos personajes hacen necesaria una solución urgente, pues es la segunda vez que amenazan a personas portando armas de fuego y diciéndoles que les van a disparar si no se van inmediatamente de un espacio público como es la carretera CR-500. En los dos casos que hemos conocido eran matrimonios con niños pequeños.

En el primero, en la primavera de 2021, una pareja de ciclistas y sus hijos pequeños fueron insultados y amenazados cuando se detuvieron a beber agua en la subida al puerto de Madrona, esto es, en una carretera comarcal dependiente de Diputación Provincial de Ciudad Real. El caso más reciente es del pasado sábado, cuando el matrimonio estaba viendo la berrea en un raso de La Torrecilla, recibiendo todo tipo de insultos e improperios, incluso amenazas de muerte, por parte de cinco individuos armados con rifles de caza.

Entendemos que esta conducta es propia de quienes tienen un exacerbado sentido de la propiedad, quizá porque se hicieron con ella de forma sospechosa, y de quienes pretenden ocultar vulneraciones a las leyes medioambientales, como vallados ilegales y con mallas prohibidas, cerramientos de caminos públicos y vías pecuarias, ocupación de cauces fluviales, explotación insostenible de los recursos naturales, matanzas de especies animales protegidas…, infracciones a la Ley que son muy frecuentes en las grandes fincas de la Comarca de Alcudia y Sierra madrona.

Este comportamiento, junto al intento de convertir el Valle de Alcudia en una macroplanta solar fotovoltaica, pone en serio riesgo el desarrollo del Turismo Rural en la Comarca e impiden que los pobladores de estas tierras, a quienes se les usurpó por la fuerza el derecho a explotarlas como habían hecho durante generaciones, tengan esperanzas de futuro.

Ante una situación que se repite frecuentemente, las administraciones competentes deberían tomar cartas en el asunto y exigir respeto a quienes utilizamos los caminos públicos y vías pecuarias y disfrutamos del medio natural de forma más responsable que estos caciques de película.


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