Redacción •  Internacional •  12/12/2018

Albiol: “El PSOE debería asumir que defender los servicios públicos es incompatible con apoyar el JEFTA”

La eurodiputada de Izquierda Unida se muestra muy crítica con el respaldo de los de Pedro Sánchez en la Eurocámara al nuevo tratado de libre comercio con Japón que se ha votado este miércoles en Estrasburgo. Cuestiona “qué harían” si este acuerdo “tuviera que votarse en el Parlamento español”, y advierte contra el “falso mito de los acuerdos progresistas” que “nos quieren vender”. “Se ha negociado en secreto, incluye los tribunales de arbitraje y pone en peligro sectores estratégicos”, denuncia.

Albiol: “El PSOE debería asumir que defender los servicios públicos es incompatible con apoyar el JEFTA”

Estrasburgo, 12 de diciembre de 2018.

La eurodiputada de Izquierda Unida Marina Albiol cree que el PSOE debería “asumir que es incompatible la defensa de los servicios públicos con apoyar acuerdos de libre comercio” como el que ha ratificado la Eurocámara este miércoles con Japón (JEFTA) con 474 votos a favor, 152 en contra y 40 abstenciones. El tratado, negociado durante cinco años por la Comisión Europea en total silencio, sigue las líneas del CETA con Canadá, incluyendo los tribunales de arbitraje y supone una amenaza para los Estados miembros que, a diferencia de aquel, no podrán refrendarlo en sus parlamentos estatales.

“La Comisión Europea insiste en este tipo de acuerdos comerciales pese al rechazo social que provoca por la amenaza que supone para los servicios públicos, el medio ambiente y, en este caso, para sectores clave de la industria europea como pueden ser el automóvil o la pesca”, denuncia la eurodiputada de IU.

El JEFTA “se ha negociado en secreto, sin consultar a los actores sociales y en casi exclusivo contacto con los lobbies empresariales”. Además, “esta vez se han quitado todas las caretas para evitar que los parlamentos estatales tuvieran que ratificarlo, como finalmente sí sucedió con el CETA”.

Para ello, los negociadores de la Comisión Europea “han separado lo que es el acuerdo comercial bruto, de la parte que se refiere a la protección de las inversiones”, y esta regulación, “que incluye los tribunales de arbitraje independientes, permite a las empresas denunciar a los países que, a través de su legislación, puedan defender los intereses de la ciudadanía frente a las multinacionales japonesas”.

Con el CETA “los socialistas nos dijeron que era el acuerdo comercial más progresista de la historia y por eso votaron a favor en Bruselas, aunque curiosamente luego se abstuvieron en la votación en el Congreso de los Diputados”. “Ahora no sabemos en qué han basado su voto, más allá de decir que esto es cosa de Trump, pero sus propias resoluciones critican el procedimiento que ha seguido la Comisión para negociarlo”.

El PSOE de Pedro Sánchez, insiste, “tenía ante sí una nueva oportunidad para poner en práctica políticas de izquierdas y asumir que es imposible defender desde el Gobierno los servicios públicos y luego aceptar en Europa acuerdos neoliberales de libre comercio destinados a acabar con esos servicios públicos”, pero «la han vuelto a desperdiciar».

La eurodiputada ha hecho suya la preocupación de la plataforma no al TTIP y los colectivos que se integran en ella contra los acuerdos de libre comercio, ya que el JEFTA “incluye apartados preocupantes sobre la explotación y deforestación de los bosques, obvia cualquier tipo de regulación sobre la pesca de ballenas y puede suponer un duro golpe para la industria automovilística europea”.

En este sentido, explica que “al poder importarse coches japoneses sin aranceles, la industria europea se verá gravemente afectada, porque Japón es el tercer productor mundial, con un crecimiento del 5% anual. Mientras, en el Estado español, que es el octavo mundial, decrece a un ritmo de más del 1% por la destrucción del tejido industrial, las deslocalizaciones y la permanente precarización. Aún así, es un sector que da empleo al 9% de la población activa del estado español y eso al PSOE no parece preocuparle”.

Por último, ha avisado del peligro de que a través de la cooperación reguladora “se relajen las normativas, permitiéndose la tala de árboles y la pesca de especies protegidas de forma masiva”. Estos “son dos temas sobre los que las organizaciones ecologistas vienen advirtiendo, por las prácticas insostenibles de las grandes multinacionales japonesas”.


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