A las barricadas •  Opinión •  21/08/2017

Heather Heyer: One Big Union

Heather Heyer: One Big Union

Heather Heyer falleció víctima del ataque de un supremacista blanco mientras protestaba en Charlottesville (Virginia), contra manifestantes racistas, nazis, de extrema derecha. El asesino actuó del mismo modo que en los recientes atentados terroristas: lanzando un vehículo a gran velocidad contra los manifestantes antifascistas, la mató a ella e hirió a otras 19 personas.

Esta mujer de 32 años, era una trabajadora, empleada de un bufete de abogados. Era además una compañera nuestra, afiliada al sindicato Industrial Workers of the World (IWW). Sus miembros son llamados wobblies. Una de las líneas de actuación más activas en ese sindicato es la que procura reclutar y organizar a los sectores más desfavorecidos de los trabajadores: afroamericanos, inmigrantes, presos, precarios, jornaleros, indocumentados.

IWW fue brutalmente reprimido durante el siglo XX, y buena parte del pequeño tamaño de este gran sidicato se debió precisamente a la violencia que se ejerció sobre él por parte de matones de la patronal y policías. En la actualidad, el asesinato de Heather Heyer no es un hecho aislado, y más miembros de IWW y de sus General Defense Committee (GDC)  han sufrido violencia y han sido tiroteados por miembros de extrema derecha.

Heather Heyer formaba parte de la tradición de luchas contra el racismo y la explotación laboral que se ha desarrollado en los EEUU a lo largo de su historia. No estaba en la manifestación por casualidad, y sabía el riesgo que corría poniéndose delante de esos fascistas, que han causado miles de muertos en linchamientos y atentados durante décadas.

Ella muestra tristemente, una vez más, que ni la biología, ni la raza, ni el género son el destino. No tenemos fijado el futuro por el color de la piel, y podemos elegir dar un paso al lado y ponernos al margen de los privilegios que da el ser ciudadano, documentado, blanco, de un país occidental. La elección de bando, es posible.

¿No resultan mezquinas tantas discusiones pasadas, ante el cuerpo de Heather Heyer? ¿No son tiempo que se agota las disputas doctrinarias? ¿No es mejor buscar estrategias comunes, que incidan en la asamblea, la participación, la independencia de partidos y la movilización colectiva? 

Heather Heyer, 29 de mayo de 1985 – 12 de agosto de 2017. ¿El camino? One Big Union.

Fuente: http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/38820


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