Dos años y medio de cárcel, multa y condena a restaurar al empresario del vertedero ilegal de Guillena

El Juzgado Penal Nº 2 ha dictado la Sentencia que condena al empresario del vertedero de Guillena por un delito contra el medio ambiente, a 2 años y 6 meses de prisión, multa,  inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio, inhabilitación para el ejercicio de todo tipo de explotación de terrenos por el tiempo de tres años y a soportar las costas del juicio.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el acusado, y, subsidiariamente, Áridos Bórboli SA deberán restaurar en el plazo de un año el suelo a su estado original de acuerdo con el plan establecido por el Servicio de Protección Ambiental de la Junta de Andalucía, valorado en casi 500.000 €.

Leticia Baselga responsable de residuos y coordinadora de Ecologistas en Acción Sevilla comenta: «la justicia es lenta pero inexorable y acaba poniendo a cada uno en su lugar, en este caso en la cárcel«.

Hace años que las balsas de agua que dejó al aire la cantera abandonada de Áridos Borbolí, SA, se han convertido en un macro vertedero ilegal de todo tipo de residuos, muchos de ellos peligrosos y sujetos a algún sistema integral de gestión: envases de pintura, de productos químicos y fitosanitarios, plásticos industriales, gomas, neumáticos, piezas de vehículos, colchones, electrodomésticos, uralita…. Su abandono en la naturaleza contraviene tanto las directivas europeas como la legislación nacional vigente.

Este vertedero fue denunciado por Ecologistas en Acción hace diez años al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y a los Ayuntamientos de Guillena y La Algaba, y también solicitó a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y a la unidad especializada de la Guardia Civil que analizasen las aguas del acuífero.

Áridos Borbolí S.L. ha acumulado numerosos expedientes sancionadores por parte de las administraciones de Minas, Medio Ambiente y Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, por operar la cantera con la autorización de Minas extinguida, por extraer áridos en otra zona fuera del perímetro de la cantera, por incumplimiento del plan de restauración, por operar sin autorización ambiental, por la ocupación del cauce del río Rivera de Huelva mediante el depósito de todo tipo de residuos contaminantes en una superficie de 2 hectáreas careciendo de autorización alguna, por vertidos de aguas residuales procedentes de los lixiviados de escombros acumulados en balsas sin garantías de impermeabilidad, etc.