Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  09/08/2023

Nicaragua. Crónica (2) San José de Las Mulas: altar a los defensores de la Patria, los Jóvenes Héroes del FSLN. Los proyectos en marcha

El conductor volvía a poner en marcha el motor, las últimas palabras de agradecimiento salían con la amistad que empujaba en el interior de cada uno, el crecimiento que se nos hacía crecía lo soltábamos desde las ventanillas como voces propias de viejos conocidos. Me pregunto ¿qué era eso que había nacido en aquella casa y llenaba tanto?

En el camino habíamos ido viendo unos postes de gran tamaño a los bordes del camino, y ahora volvía a encontrarlos, llevaban la luz eléctrica a las casas aisladas y a las comunidades, y en ellos estan escritos nombres que apenas daba tiempo a leer; a la pregunta por su significado el conductor y Efrain, el acompañante, nos informaron que eran los nombres de los Héroes caídos en San José. La selva acogía a los defensores de la Patria, la Memoria Histórica es donde hace pie la conciencia política, y si no se hace pie todo se divide y se derrumba. (En la primera parte les había dejado algunas direcciones con las que se podía conocer lo sucedido). Yo recordaba cómo en el estado español continúan en fosas comunes y cunetas 150.000 republicanos por los que los continuadores del régimen anterior tan solo han dispuesto prestaciones ridículas hasta el punto de que hoy continúan desaparecidos, se quedaron con la maldición del franquismo. Nicaragua, la de los pies descalzos, el segundo país más pobre del mundo, se ha levantado, se ha sacudido el pasado dictatorial que sembraba el hambre, el analfabetismo, las enfermedades por no disponer de médicos al servicio del pueblo, y tantas cosas humillantes, y ha levantado, junto a las necesidades primeras, el respeto y el amor a su origen y a sus mártires. Toda aquella vida que se entregó en defensa de la dignidad de la Patria, de la Independencia, de la Soberanía, y la consiguiente Paz y estabilidad, con lo que eso conlleva, tiene entre aquí el puesto más elevado del cielo.

El por qué es el principio de conciencia política sobre el que se ha levantado el monumento a los Jóvenes que dieron su vida en San José de Las Mulas, nos lo expondrán dos personalidades del lugar, el Comisario Político, y un miembro de los defensores sandinistas, joven adolescente entonces. 23 de sus compañeros dejaron su vida, y aquel joven, hoy un hombre de más de 50 años, recuerda cómo vencieron a la tropa mercenaria de “la Contra”, que en varios centenares les atacaron para hacerse con el pueblo y no pudieron lograr su objetivo.

Pero no nos adelantemos. El camino seguía ascendiendo, y la camioneta remontaba piedras y volábamos o caíamos en baches golpeándonos sin detener la marcha, había que avanzar aunque fuese dando tumbos. El conductor experto en la tarea si podía rodeaba los obstáculos, así fuese el terreno escarpado o se presentase descompuesto, y siempre ascendiendo entre paredes selváticas, vigiladas y recortadas por los lugareños en brigadas atentas que amontonaban lo sobresaliente para ser recogido. Una constante natural eran las voces que salían de la selva, en ocasiones cantos largos y repetidos, suaves, graves, agudos, largos, gggrrrr, tctctc, aaauuu, y subían, y se estancaban, serían llamadas, advertencias de pájaros que no llegábamos a ver, aunque sus exclamaciones nos hacían saber de su presencia. Los callaba un momento el vocerío uniforme de la lluvia al golpear el paraguas de los árboles, y si la lluvia paraba aquellos habitantes retomaban su hablar. Los postes con los nombres de los mártires continuaban a los lados del camino.

La camioneta llegó al final de la cuesta y buscó un lugar donde parar en las piedras allanadas, dejando sitio a la segunda furgoneta que nos había acompañado, en ella iban el conductor, el compañero Marvin Vallecillo, aquél adolescente Revolucionario que sobrevivió en la batalla de San José de Las Mulas, y, la compañía solidaria, Enma y Joan, dos internacionalistas cuya magnífica experiencia seguíamos a base de preguntas.

Echamos pie a tierra y la plaza del pueblecito estaba llena de niñas y niños, madres y padres, todos nos contemplabamos con cierta expectación. La maestra y el maestro, muy jóvenes, nos enseñaron un par de aulas amplias en las que se reunían alumnos por edades próximas y conocimientos; nos mostraron el método de aprendizaje de la lectura empleado, los trabajos que habían venido realizando en cada grupo, la biblioteca, los materiales preparados para cada asistente, la comida guardada que se empleaba a diario para que todos se fuesen bien alimentados, en la plaza había una rayuela pintada, el juego que siempre me recuerda a Cortázar, tan amigo de Nicaragua. Preguntábamos a unos y otras, y sus respuestas eran siempre contenidas, en voz baja, ¿qué edad tienes?, ¿ya sabes leer y escribir?, ¿qué curso estudias?, ¿qué te gusta más?, ¿qué quieres estudiar en la Universidad? (porque para este próximo curso se abrirá la Universidad de Campo). En realidad parecía que eramos nosotros los que pasábamos el examen de calidad humana, pues aquel momento de tanto interés me hacía la pregunta: ¿qué eres capaz de hacer para que la victoria sandinista recoja más frutos revolucionarios? El pueblo pobre y con la frente alta nos mantenía la atención y el espíritu pegados a la dura realidad, desde la que miraba directamente y nos daba la lección puesto en pie.

Habiendo recorrido las estancias dedicadas al estudio y el cuidado de los alimentos, los habitantes se reunieron en sus asientos en la plaza frente a la placa que recogía los nombres de los jóvenes y el altar, los dos cuerpos materiales que hacen que este presente la Memoria. Un responsable del cuidado de la infancia y del lugar dio paso a una muestra de bailanza en la que niñas y niños lucieron su aprecio al aprendizaje. Una vez terminada el pequeño festejo, el superviviente de la batalla que se dio en San José de Las Mulas, Marvin Vallecillo, hizo pedagogía histórica ofreciéndonos sus recuerdos de lo acontecido, expongo un resumen de sus palabras:

“Los Contras” tenían el armamento más moderno, Ak, FAL, RPG -7, M 79, ametralladoras de calibre 30, granadas de fragmentación, morteros, equipos de comunicación, … Por radio les dieron la orden de “sacar agua del pozo”, que era su orden de ataque, y comenzaron su aproximación a Pancasán, a algunas horas de San José de Las Mulas.

Los miembros del Ejército Popular Sandinista que volvían de una reunión fueron informados por los pobladores del monte de que “la Contra anda cerca”. En otro momento los pobladores informaron que habían visto a una tropa de 150 Contras. Con esa noticia los Jóvenes Sandinistas empezaron a organizarse para el combate, entrenaban, hicieron pozos de tirador, el mayor, de 24 años, hizo un trabajo político y con ello fortalecer la moral de combate, además se estrecho el contacto con la población campesina. La tarde anterior se celebró un homenaje al Comandante Camilo Ortega y se hizo una fiesta con los campesinos, antes de terminar se habló de los fines de la Revolución y el futuro por el que se luchaba. Cuando “los Contras” rodearon San José esperaron a las 6 de la mañana, hora en la que los Sandinistas formaban, para desencadenar el ataque. En la tarea de defensa estaban 50 jóvenes, a los que yo llevaba café en el momento en que el Joven Sandinista Armando Monterrey vio a la luz de la luna a varios “Contras” tratando de ocultarse tras algunos árboles. Entonces Armando se metió rápidamente en su pozo de tirador mientras daba aviso a los compañeros. Es entonces cuando arreciaron los disparos de los “Contras” mientras gritaban a los Jóvenes Sandinistas “¡piricuacos ríndanse, hoy les llegó su hora!”, y los chavalos respondimos “¡que se rinda tu madre!”, “¡que se rinda tu madre!”, “¡que se rinda tu madre!”, y cantábamos canciones revolucionarias para mantener la moral de combate bien alta.

“Los Contras” fracasaron en los tres asaltos que hicieron, el primero a las 6 horas, el segundo a las 8, y el tercero a las 10. Nosotros resistimos cada uno de esos asaltos gritando nuestros nombres y acompañándolo de ¡Presente!, ¡Presente!, ¡Presente! Para sostener la moral y saber que seguíamos combatiendo hasta que los mercenarios se pusieron en retirada. Vencimos a pesar de la gran diferencia entre su armamento y el nuestro y la grandísima cantidad de munición que tenían. Se llegó a combatir cuerpo a cuerpo en la escuela, asesinaron a nuestros heridos y llegaron a arrancar la bandera Sandinista por la que 23 de nuestros Jóvenes dieron su vida.

Aquí tienen una referencia informativa: https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:87814-honor-y-gloria-a-los-heroes-de-san-jose-de-las-mulas

Tras la emocionante exposición cerrada con aplausos y vivas al Frente Sandinista, las personalidades mencionadas renglones antes, expusieron las tareas a futuro, lo que se estaba haciendo y los objetivos:

EL SECRETARIO POLÍTICO LOCAL: Douglas

“Con nuestros campesinos estamos en un municipio de Matiguás, una zona heroica de Pancasán, revolucionaria, y gracias a ese legado histórico de nuestros héroes y mártires de San José de Las Mulas, hoy, estas comunidades se desarrollan enormemente con energía la eléctrica, en educación pública y de calidad, para que todos éstos niños sigan formándose en el futuro. Ellos van a aportar todos sus conocimientos para continuar desarrollando nuestros pueblos humildes y, aquí, en nuestro país, gracias a Dios y gracias a nuestro Gobierno, hoy tenemos una escuela de primaria en cada comunidad, tenemos cantidades de escuelas de secundaria. Y, gracias al apoyo del comité de nuestras madres y héroes de San José de las Mulas, el próximo año se va a abrir una Universidad en este Pancasán histórico en honor a nuestros héroes Los jóvenes, después de la secundaria, van a integrarse a esas carreras universitarias para seguir siendo profesionales, y que así aportemos al desarrollo de nuestro pueblo, de nuestras comunidades, ese ha sido uno de los objetivos fundamentales de nuestro Gobierno. Por eso, los sueños de éstos muchachos que vinieron aquí y dieron su vida, sus sueños siguen cumpliéndose.

Gracias a Dios y gracias a nuestro Gobierno, al Comandante Daniel, que han ido impulsando la energía eléctrica se han abierto los caminos para aumentar la producción, estamos en una zona altamente productiva de granos básicos, ganadería, leche, y eso genera recursos económicos que están disponibles para seguir haciendo obras de progreso, para nuestra gente aquí en el campo. Así que en el nombre de nuestra comunidad económica de Pancasán, nosotros nos sentimos felices con ustedes para poder compartir ese legado histórico, esa reseña histórica que, aquí en Nicaragua, hemos vivido. Recientemente conmemoramos lo que han sido los 44 años de nuestra Revolución Sandinista. En 1979, teníamos un gobernante que gobernó este país por más de 40 años y era dirigido por los gobiernos de EEUU. Sin embargo, Nicaragua ha venido de historia en historia, lamentablemente hemos tenido que enfrentar una larga guerra, y hemos seguido luchando y hoy en día nuestro Gobierno ya lleva 16 años. Hemos venido cultivando la paz, hemos venido desarrollando, y eso ha sido el objetivo principal. Nuestras gracias a éstos muchachos valientes, nuestros héroes de San José de Las Mulas, a los que hoy vamos a seguir recordando, y siempre en nombre de ellos vamos a seguir trabajando y vamos a seguir creciendo para que nos sigamos desarrollando, progresando, y sigamos hacia un futuro lleno y próspero, y éstos niños el día de mañana estarán al frente de las diferentes instituciones del Estado, por el bien de cada uno de nosotros y las familias de este país. Gracias a Dios, hoy respiramos aire de paz, y así vamos a seguir trabajando.

Sean nuevamente bienvenidos, compañeros, ojalá que este sueño se haga realidad. Sabemos que hay muchas cosas que debemos seguir contrarrestando, ha sido difícil, pero continuamos adelante, trabajando por el bien común. Muchas gracias, que Dios les bendiga a todos Vds. En nombre del Frente Sandinista, en nombre de nuestro Gobierno, nos sentimos felices de estar aquí con Vds. que nos están visitando en estas tierras humildes, en estas tierras sagradas, que abonaron los mártires en aquella batalla para seguir cultivando el desarrollo. Muchas gracias y que Dios les bendiga.”

Los aplausos de la población, desde la infancia hasta los mayores, pasando por los que asistíamos para aprender, cerraron las palabras de Douglas y sirvieron para que éste mismo presentase al héroe joven superviviente de la batalla dada en San José.

COMPAÑERO MARVIN VALLECILLO

“Bienvenidos a nuestra Nicaragua Libre, Soberana y en Victoria. Hace 40 años visitamos esta comarca más de 56 jóvenes entre las edades de 14, 15 y 16 años, nosotros seguíamos estudiando, y no como los delincuentes en el golpe fallido que decían que eran estudiantes, que eran maltratados, y es que eran delincuentes armados, comprados con dinero, mientras nosotros veníamos voluntariamente con amor de traer a la Revolución, con amor de florecer la revolución popular sandinista. En 1983, cuando vinimos acá, la Revolución trajo a los que estudiantes de medicina, trajo a los que estaban estudiando para maestros, vinieron los que sabían carpintería e hicieron unas mesas para los niños, trajo a los que sabían hacer títeres, y jugaron con los niños, … y es a la fecha lo que seguimos haciendo, lo mismo que se hizo hace 40 años, vine junto con mis hermanos que dieron su sangre para florecer nuestra Revolución Popular Sandinista. El esfuerzo que hacen los maestros, el esfuerzo que hacen los padres de familia, el esfuerzo que hace nuestro Buen Gobierno, trabajamos en un solo equipo y de esa manera es que nosotros cumplimos cada tarea encomendada por nuestro Partido, y así éstamos avivando la memoria de nuestros Héroes y Mártires.

Hemos hecho el esfuerzo en conjunto, en esta plazoleta, aquí trabajaron los niños, acarrearon arena, acarrearon tierra, el Gobierno nos dio los cementos, la estructura política de Matiguás contribuyó a hacer esta plazoleta, y en esta plazoleta levantamos el monumento. La militancia sandinista contribuyó, nuestro Buen Gobierno también contribuyó, aquí trabajamos todos haciendo el monumento; la caseta fue construida, igual pintamos el colegio. Se ha trabajado para traer la Universidad de Campo, para que ya no vayan los estudiantes a Matagalpa, o a Managua para prepararse en la Universidad. Vamos a tener tres carreras en Pancasán, sitio histórico, céntrico para todas las comunidades, y se inicia el año que viene. El único requisito es que deseen estudiar una carrera, no van a hacer examen de admisión, si yo quiero estudiar inglés, con mi papel en regla estudiare inglés, si quiero estudiar enfermería, con mi papel en regla, estudio enfermería, para estudiar igual la carrera de agronomía y zootécnica igual va a ser también. Les deseamos éxito. Nuestros hermanos igual querían estudiar en la Universidad, pero ellos dieron su vida para que nosotros estuviéramos en esperanza y en victoria. Tenemos una meta, compañeros, que ya se comprometió el primerito que está allí de camisa negra -Jaume- con una computadora, queremos hacer, donde está almacenada la comida, un centro de computación para los niños, para los jóvenes y nuestra meta es hacerlo antes de que comience la universidad, al menos con 5 ó 6 computadoras.

Andamos haciendo esa campaña para traer ese otro logro también para la comunidad. También vamos a hacer una campaña para hacer el muro perimetral, ya lo tenemos presupuestado, sabemos lo que se va a gastar, y ya el saludo a la gente heroica de Pancasán, nosotros iniciamos una jornada para que cada quien de los familiares de los caídos ponga un tubo, un segmento, cemento, vamos a hacer un portón, haremos un video que muestre que es muy bonito servir.

Ese es otro proyecto que tenemos de hacer, un galerón aquí, hay un proyecto de hacer un parque para los niños, es un proyecto grande que los invitamos a que nos ayuden, como se les dice Comité de Solidaridad de Nuestros Hermanos Héroes de San José de Las Mulas, para que los niños sigan construyéndose educativamente y, como decía Douglas, ser un buen profesional para la continuidad del proceso revolucionario. En estos niños está el relevo de nosotros. Cuando nosotros comenzamos aquí había niños que tenían 4 años, 5 años, y ahora tienen 40 años, tienen más o tienen menos, y fueron la raíz que dejaron nuestros hermanos, y ahora se ganan las elecciones, ya hay un concejal, hay una directiva de la juventud, hay una directiva de la Fes (Federación de Estudiantes de Secundaria) ya está el Partido estructurado. Ya hace años que aquí y en todos los rincones de San José de Las Mulas está la estructura política, en toda Nicaragua está la estructura política.

Les damos la bienvenida, les invitamos para el acto de la Memoria. Ellos cayeron un 27 de febrero, aquí lo hacemos el 26 porque vienen las madres, vienen familiares. En Managua se hace el 27 el acto. Les invitamos desde ahorita. (…) les invitamos para que no sean la última vez que vienen, que sea la primera y gracias por estar con nosotros, gracias por ese esfuerzo que hacen vds. por traernos la solidaridad desde Europa, y que se lleven la verdad que estamos viviendo, que les digan allá a la contrarrevolución que se encuentren propagandeándonos en Facebook, cuéntenles cuántas victorias tenemos. Ellos tuvieron más de 40 años en la dictadura y nunca trajeron la luz, nuestro gobierno trajo la luz y sigue en las comunidades la luz. Más de 40 años estuvieron, y en el período neoliberal a los niños les quitaron el vaso de leche. Nuestro Buen Gobierno les da la vivienda y ellos no dan un solo centavo para su educación. Cuando el tiempo neoliberal a los niños les quitaba reales. Ahora ellos vienen gratuitamente, tienen su almuerzo, su desayuno, donde hay muchos tal vez tienen dificultades, pero aquí vienen y se van comidos y con la educación gratuita.

Las madres de los Héroes eternamente les dan miles de gracias por su presencia aquí, en San José de las Mulas. Nuestro Buen Gobierno declaró Sitio Histórico este lugar. La derecha, como siempre, cuando fuimos a la Asamblea para hacer oficialmente la solicitud, todos “los Contras” que están ahí, en la Asamblea, porque hay pluralismo en Nicaragua, comenzaron a protestar, pero como somos mayoría, se aprobó como Sitio Histórico de San José de Las Mulas. Eternamente ellos van a estar en el corazón de todos los nicaragüenses, porque de la manera en que nosotros hemos venido todos estos años haciendo actos, promoviendo el Comité de Apadrinamiento padre Theo, el padre Theo estuvo en Chile cuando fue el golpe de estado de Pinochet, lo expulsaron y él se vino para Nicaragua, cuando él vino a Nicaragua, acababan de caer los muchachos, y él dio acompañamiento a las madres, y él está enterrado con los de San José de La Mulas, hasta el último suspiro dio todo por las madres de héroes y por eso es por lo que nosotros le pusimos el apadrinamiento Padre Theo Klomberg.

Nosotros venimos aquí año a año, ahora venimos más seguido, cuando tenemos cosas que recogemos allá, venimos y se lo entregamos: juguetes, cuadernos, hace poco trajimos unas sillitas porque tenían como cinco, nosotros trajimos como 18 para preescolar y unas mesitas, trajimos sillas para los maestros, una meta para este año, es una mesa para los maestros, estamos haciendo gestiones por una banda de guerra (grupo musical que interpreta marchas), ya estamos hablando en Managua y entonces ese es el proyecto de apadrinamiento padre Theo Klomberg.

Y con la ayuda del hermano Jaume, tendremos una computadora, tenemos que buscar más, y así vamos sumando hasta que tengamos el aula aquí para computación, no queremos computadoras de última generación, queremos que ellos aprendan word y excell, si quieren diseño gráfico que se compren una cuando ya sean profesionales, lo que queremos de inmediato es que ellos manejen word y excell para cuando vayan a la universidad hagan los trabajos. Esa es la misión que tenemos inmediatamente nosotros. Les damos las gracias, siempre les vamos a recordar, y les pido un aplauso.”

Hubo aplausos, exposiciones de quienes habíamos habíamos asistido a aquel momento tan histórico. Aún permanecimos no se cuánto tiempo respirando la Revolución Sandinista. Cuando las furgonetas estaban de vuelta yo hacía esfuerzos por asimilar todo lo que nos habían dado en San José, y puedo decir que llegamos a la casita en la que habíamos desayunado sin saber cuánto tiempo había pasado. Al vernos llegar, aquellas dos mujeres, con la grandeza que da la sencillez nos recibieron con la calidez que me devolvía al momento. En la mesa fueron apareciendo platos hondos llenos de una sopa humeante que agradecimos en coro al tiempo que nos sentábamos en banquetas de madera a la mesa arropada por la luz tenue de la habitación que daba paso a la cocina.

El día había sido sorprendente. Llegaríamos ya de noche a Managua a descansar. Al día siguiente había nuevos compromisos en los que aprender sobre la Revolución Sandinista.


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