Movimiento Ibérico Antinuclear •  Opinión •  27/05/2022

El consejero Dies del CSN incumple la necesaria imparcialidad del consejo

El Movimiento Ibérico Antinuclear protesta por el partidismo de un consejero del CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) en pleno proceso de alegaciones sobre el 7º Plan de Residuos Radiactivos.

El consejero Dies ha manifestado su apoyo al cementerio radiactivo en Villar de Cañas frente a otras opciones, sin respetar la imparcialidad que se supone al CSN, que ha de informar al gobierno tanto sobre el Plan de Residuos como sobre la construcción del ATC.

El consejero Dies del CSN incumple la necesaria imparcialidad del consejo

El ayuntamiento de Villar de Cañas ha comenzado su campaña a favor de que se haga un Almacén Temporal Centralizado de Residuos Radiactivos en la localidad, con una Jornada para alcaldes de Cuenca en la que ha participado el Consejero Javier Dies.  Precisamente su renovación en el cargo por otros seis años coincidió con la toma de posesión del nuevo Presidente, Juan Carlos Lentijo.

El Pleno del CSN, del que forma parte Dies, tiene entre sus funciones informar la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica del 7º Plan de Residuos Radiactivos y la emisión del informe preceptivo sobre la autorización de construcción y de explotación del ATC, si el gobierno elige esa opción. Es el único organismo del Estado competente en materia de seguridad nuclear y protección radiológica. Es tanto autoridad como regulador y se le supone competencia técnica, no política.

La actitud de Dies prestando apoyo público a una de las dos alternativas que se plantean el 2º Borrador del Plan de Residuos, y que todavía están en periodo de alegaciones, hace mella en la confianza en la propia institución a que pertenece.

Una de las cuestiones más importantes sobre residuos radiactivos es qué hacer con el combustible gastado de las centrales nucleares. Por el momento permanencen en el emplazamiento de la central, en piscina o en contenedores. Con el desmantelamiento de las centrales pasarán todos a contenedores. El destino final será un almacenamiento geológico, enterrarlos para evitar que entren en contacto con la biosfera durante miles de años. Pero entretanto hay que estudiar y decidir un almacenamiento temporal. Puede hacerse un almacenamiento centralizado como le gusta a Dies, o pueden mantenerse en su ubicación actual y agilizar el almacenamiento definitivo.

Ambas cuestiones plantean problemas y ventajas que están en proceso de evaluación pública, y por tanto son susceptibles de ser modificadas en una nueva versión del Plan. En todo caso, la decisión corresponde al gobierno. Un consejero del CSN ya tiene la oportunidad de defender su posición y votar en el Pleno de la institución a la que muestra tan poco respeto.

Hay que recordar además, que la elección de  Villar de Cañas para ubicar el ATC fue cuestionada por informes dentro del propio Consejo de Seguridad Nuclear.  En 2015, técnicos del área de geología notificaron a la dirección que los análisis constataban las «características desfavorables» del lugar y carencias en los estudios geotécnicos e hidrogeológicos  El problema parece estar en la presencia de yesos que pueden disolverse y dar lugar a oquedades.   En Mayo de 2017 cinco inspectores del CSN manifestaron sus dudas sobre el trabajo que estaba realizando Enresa en los terrenos.  Y ese mismo año otro informe de la Dirección Técnica de Seguridad Nuclear cuestionó el emplazamiento elegido por Enresa y las “carencias” en la documentación presentada.

Para el Movimiento Ibérico Antinuclear, el rigor técnico, la transparencia y la imparcialidad son exigencias esenciales para la seguridad nuclear. Por eso deben asumirlas y demostrarlas el CSN y sus consejeros.


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